Tres escándalos han golpeado la Rama Judicial en menos de un mes.
Las declaraciones del exmagistrado Nilson Pinilla, los supuestos seguimientos al
magistrado Gómez y la posible salida del magistrado Ricaurte tienen encendido el
Palacio de Justicia.
El exmagistrado de la Corte Constitucional Nilson Pinilla. / Archivo El presidente de la Judicatura, Francisco Ricaurte. / Archivo
La Rama Judicial apenas se reponía de los escándalos en los que se vio involucrada en los últimos años cuando en menos de un mes volvió a resultar salpicada por tres nuevas controversias que la tienen en el ojo del huracán. Ya antes había sufrido los coletazos de las controversias por el carrusel de pensiones, los supuestos ofrecimientos al cuestionado coronel (r) Róbinson González, que llevaron a la renuncia del magistrado Henry Villarraga; la negativa de algunos magistrados a renunciar al llegar a la edad de retiro forzoso; los viajes de la expresidenta de la Corte Suprema, la magistrada Ruth M. Díaz, y las acusaciones por cuenta del ‘yo te elijo, tú me eliges’, que han llevado a que varios magistrados pasen de una corte a otra, entre otros.
Ahora el maremagnum es por cuenta de la posible salida del presidente de la Judicatura, el magistrado Francisco Ricaurte, cuya elección tambalea por cuenta de una posible nulidad por parte del Consejo de Estado; por la acalorada pelea entre el expresidente de la Corte Constitucional y de la Corte Suprema de Justicia, Nilson Pinilla, y sus excolegas, los magistrados Jorge Pretelt Chaljub y Alberto Rojas Ríos, y por la denuncia hecha ayer por el Consejo de Estado sobre un presunto hackeo en contra del expresidente de esa corporación, el magistrado Gustavo Gómez Aranguren.
Y la Corte Constitucional dividida
Las declaraciones del exmagistrado de la Corte Constitucional Nilson Pinilla contra sus excolegas Alberto Rojas Ríos y Jorge Pretelt, así como la respuesta de estos a sus acusaciones, tienen a ese alto tribunal encendido.
El pasado miércoles, Pinilla le dijo a Blu Radio que las altas cortes “traicionaron la misión que les dio la Constitución”, ya que a la hora de postular y elegir candidatos a las jefaturas de los organismos de control —Fiscalía, Procuraduría y Contraloría— y a otras corporaciones, “no se buscaban las personas técnicamente capacitadas, sino quién pudiera ganar para ver cómo me iba con ese ganador”. Además sostuvo que Pretelt y Rojas no le generaban respeto porque no sabía si fallan “en derecho o si están movidos por otra razón”. Por esto, Pretelt calificó a Pinilla como un “fariseo acostumbrado a maltratar en la sala a sus compañeros” y dijo que había llegado a la “Corte a pensionarse”. Rojas, por su parte, afirmó que las declaraciones de Pinilla eran “lamentables” y representaban “una afrenta general” contra la Corte. El presidente de ese alto tribunal, el magistrado Luis Ernesto Vargas Silva, no se ha pronunciado al respecto. Mientras tanto, la controversia crece.
¿Un magistrado ‘hackeado’?
Con denuncias de interceptaciones al proceso de paz, al presidente Juan Manuel Santos, al exvicepresidente Francisco Santos y a otras personalidades, sólo faltaba que se denunciaran presuntos ‘hackeos’ en el interior de la Rama Judicial. Ayer, la presidenta del Consejo de Estado, la magistrada María Claudia Rojas Lasso, denunció que —al parecer— alguien ingresó al computador de uno de los magistrados auxiliares del magistrado Gustavo Gómez Aranguren, expresidente del Consejo de Estado, y modificó e incluso eliminó algunos de los documentos que allí se encontraban. Varios de los computadores del despacho del magistrado están en poder del CTI, que indaga si fueron manipulados o no. Lo preocupante es que en ellos hay datos de procesos tan espinosos como el del alcalde Gustavo Petro o el de los magistrados Francisco Ricaurte y Pedro Munar.
Un presidente que tambalea
Este año, el magistrado del Consejo Superior de la Judicatura Francisco Ricaurte se convirtió en nuevo presidente de la entidad y, con ello, en una de las pocas personas que han presidido dos altos tribunales, ya que en 2008 estuvo a la cabeza de la Corte Suprema. No obstante, su llegada a la Judicatura ha sido cuestionada por algunos sectores que demandaron su elección por considerarla producto del “yo te elijo, tú me eliges”, pues Ricaurte fue designado por magistrados de la Corte Suprema en cuyas elecciones había participado. El Consejo de Estado está a punto de dar su veredicto. Todo apunta a que va a declarar nula la elección pues, al parecer, Ricaurte no cumplió con todo el proceso para dar el salto a la Judicatura. No obstante, el proceso se encuentra estancado porque Ricaurte recusó al magistrado del Consejo de Estado Marco A. Velilla, por supuesta parcialidad.
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