Desempleo en octubre cayó a 7,8 por ciento. En donde más crece el empleo es en los servicios que presta el Estado, mientras que se siguen perdiendo puestos de trabajo en la industria.
Por primera vez en el país, el número de personas que trabajan superó los 22 millones, mientras el número de desempleados estuvo por debajo de dos millones, hecho que no se veía desde diciembre del 2007.
De esta manera, la tasa de desempleo en octubre fue de 7,8 por ciento, y es la más baja desde el 2001, cuando el Dane comenzó a hacer la medición mensualmente. Así mismo, es 1,1 puntos menor que la registrada en igual mes del año pasado.
El Dane informó ayer que, en octubre, al cantidad de personas ocupadas llegó a 22’211.000, 673.000 más que un año atrás, y la de desempleados se redujo en 215.000, hasta 1’877.000.
Para el ministro del Trabajo, Rafael Pardo, quien ayer estuvo en las instalaciones del Dane en la presentación del comportamiento del mercado laboral, las políticas del Gobierno llevan el desempleo a la tasa más baja de los últimos 12 años.
El funcionario dijo que la reducción de los aportes parafiscales, el Plan de Impulso al Empleo y la Productividad, (Pipe), los planes de reconversión industrial y de empleo en algunas ciudades y la inversión pública en el último trimestre son factores que influyeron en los resultados mencionados.
En octubre, la tasa de desempleo completó medio año por debajo del 10 por ciento, es decir, en un dígito.
¿Cuáles son las ramas de la actividad económica que permitieron que el número de ocupados aumentara en la cifra mencionada?
De acuerdo con el director del Dane, Mauricio Perfetti, el mayor crecimiento de la ocupación, 7,6 por ciento, se presentó en servicios comunales, sociales y personales, que principalmente son del ámbito gubernamental, seguido por el 6,4 por ciento de otras ramas, que incluyen minas y canteras, suministro de electricidad, gas y agua e intermediación financiera.
Con 5,8 por ciento de aumento en el empleo se destacaron comercio, restaurante y hoteles; en la construcción se registró un repunte de 2,1 por ciento, al tiempo que en agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca subió 1,4 por ciento.
El lunar en ese desempeño positivo estuvo a cargo de la industria, donde la ocupación cayó 5,9 por ciento anual, y 2,8 por ciento en transporte, comunicaciones y almacenamiento.
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, destacó como “muy importante” esa nueva reducción, que se sitúa en un mínimo histórico. “Desde el año 1995 no se observaba un resultado tan destacable”, señaló.
Las tasas de subempleo, objetivo y subjetivo, también se situaron a la baja (10,9 y 32,5 por ciento, respectivamente). Subempleado es quien manifiesta que trabaja menos horas de las que podría, gana menos de lo que necesita, o trabaja en algo por debajo de sus capacidades. Es objetivo si está buscando otro trabajo, y subjetivo, si no lo está haciendo.
“Los indicadores básicos del mercado de trabajo son excepcionales”, dijo Perfetti.
La caída de la tasa de desocupación abarcó tanto los centros urbanos como el campo. En las cabeceras municipales, que refleja lo ocurrido en 440 de estas localidades, bajó de 10,6 a 9,5 por ciento, simultáneamente con un descenso del desempleo rural de 5,6 a 5,5 por ciento.
POLÍTICAS HAN SIDO CLAVES, DICE MINTRABAJO
A las políticas del Gobierno atribuyó el ministro del Trabajo, Rafael Pardo, buena parte de los resultados positivos del mercado laboral.
¿En qué se sustenta esa afirmación?
El Pipe está mostrando ya efectos importantes en el empleo rural y en algunos subsectores industriales. La aplicación de la eliminación de los parafiscales para el Sena y el ICBF ha incentivado la generación de empleo formal. Además, la inversión pública en el último trimestre, que se ha disparado con la inversión de las regalías y la construcción de vivienda, carreteras y acueductos también ha permitido un crecimiento del número de empleados.
Hay capitales con altas tasas de desempleo.
En el eje cafetero y Popayán, que antes tenían tasas altas, se aprecia una mejoría considerable. Son ciudades que han hecho una reconversión industrial y de sus actividades, basadas en planes de empleo, y ahora están dedicadas a tecnología, call centers, servicios, por lo que Pereira y Manizales han reducido esa tasa sustancialmente.
En Quibdó, el desempleo es alto y además subió.
Por Quibdó tenemos una preocupación profunda. Estamos en proceso de ampliar un call center que se instaló y duplicar su capacidad, y esperamos que haya más ocupación cuando se active la construcción de 1.500 viviendas gratis y la ampliación del acueducto.
¿Y Cali?
Es la ciudad grande con mayor desempleo, aunque bajó en agosto-octubre. Cali genera empleo, pero absorbe una gran migración de la costa Pacífica, cuya población tiene una menor educación que la de la ciudad. El Sena trabajará en la capacitación y formación para el empleo, principalmente de los jóvenes.
AUMENTO MAYOR EN EMPLEO FORMAL
El director del Dane, Mauricio Perfetti, aseguró que más de la mitad de los nuevos empleos son formales, es decir, de calidad y con la debida protección social.
En el trimestre agosto-octubre, la ocupación en el Gobierno creció 5,6 por ciento, la cual, por principio, es formal. El número de empleados vinculados al sector privado aumentó en 4 por ciento y el renglón de trabajadores por cuenta propia, donde se concentra la informalidad, se incrementó en 2,5 por ciento.
Según Perfetti, cerca del 80 por ciento del empleo particular es formal, lo mismo que el 10 por ciento de los trabajadores por cuenta propia, de donde se concluye que algo más del 50 por ciento de las nuevas plazas es formal.
REDUCCIONES EN 20 CAPITALES
Uno de los hechos más destacados en el mercado de trabajo durante agosto-octubre es que el desempleo se redujo en 20 de las 24 capitales de departamento examinadas por el Dane.
Tan importante como lo anterior es que en 10 de esas ciudades la desocupación fue de solo un dígito. Otras tres se acercan a este nivel.
Con 8 por ciento, Barranquilla mantiene el primer lugar como la ciudad con menor desempleo, seguida por Bogotá, con 8,3 por ciento.
Por el contrario, Quibdó y Armenia son las dos ciudades con mayor desocupación: 18,1 y 13,9 por ciento.
Redacción de Economía y Negocios
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