¿Cómo se refrendarán los acuerdos con las Farc?
Luego de que se anunciara el nuevo acuerdo
de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc,
la pregunta que todos se hacen es cómo será el mecanismos de implementación de
lo pactado entre ambas partes. Para ello, el exministro de Justicia Yesid Reyes
le propuso a la Corte Constitucional permitirle al Congreso implementar la
figura del ‘Fast Track’.
De inmediato hubo voces que se
mostraron a favor y en contra de esta propuesta. Sin embargo, la mayoría de
colombianos no sabe qué significa esta expresión, ni cómo se traduce en la
implementación de lo acordado.
Básicamente, el Fast Track busca
acelerar la aprobación del Acto Legislativo por la Paz. Para ello, se reduciría
el número de debates que llevaría a cabo el congreso para avalar la norma.
Actualmente, el proyecto tendría que superar ocho debates, con el Fast
Track esto se reduciría a cuatro: dos en la Cámara de Representantes y
dos en el Senado de la República.
La polémica de esta medida no solo se
centra en el número de debates, sino que Reyes le sugiere a la Corte que se
debe eliminar cualquier mecanismo de participación popular como paso
necesario para la refrendación de los acuerdos. De esta manera sería el
Congreso el organismo que le daría el visto bueno o no a los acuerdos.
Este tipo de legislación permitiría
que en casos especiales, como sucede en otros países con los tratados de libre comercio,
que el presidente tenga más facultades para negociar sobre algún tema sin la
intervención de otro órgano y lograr que sus políticas sean aprobadas; también
se le da más poder al legislativo, que aprobaría estas leyes en tiempo récord.
KienyKe.com habló con
el exprocurador Jaime Bernal Cuellar: “La refrendación no
es necesaria. En este momento hay que buscar la forma más expedita en
cuanto a que debe haber representación de la ciudadanía. Quizá el mejor camino
es que sea el Congreso , en representación de los ciudadanos. Esto implica
algunos aspectos fundamentales como que se le de facultades al presidente para
implementar los acuerdos, algo que creo que es el camino más rápido”.
La iniciativa ha sido ampliamente
criticada por diferentes sectores que apoyaron el NO. Para el senador Alirio
Uribe, esta medida atentaría contra la voluntad que los colombianos
expresaron en el plebiscito:
“El famoso Fast Track es
un procedimiento abreviado para que en el Congreso se cocine leyes y reformas
constitucionales con horno microondas y limitar la capacidad de
modificación del congreso. A nosotros nos parece que ese camino sería un
desafío a la voluntad popular”.
Dentro del Acto Legislativo por la
Paz se proponía este Fast Track, sin embargo su implementación dependía de la
aprobación mediante refrendación popular. Al resultar ganador el NO, este
requisito no se cumplió. Por este motivo, los opositores aseguran que el
Gobierno pretende aprobar esta medida a la fuerza, haciendo caso omiso a los
resultados del plebiscito. Además aseguran que sería una norma
inconstitucional.
Así lo dio a entender a Semana el
exconstituyente Jesús Pérez, quien interpuso una demanda ante la
Corte al artículo primero del Acto Legislativo por la Paz, el mismo que habla
del Fast Track:
“Reducir de ocho a cuatro debates la
aprobación de actos legislativos es inconstitucional porque el Congreso no
tiene competencia para sustituir la Constitución y los artículos que establecen
los ocho debates hacen parte de los ejes definitorios de la Constitución del
91.”
Los representantes del NO están
recogiendo firmas para que la refrendación de los nuevos acuerdos se haga vía
referendo o plebiscito, algo que no está bien visto por los promotores del SÍ. Según
Bernal Cuellar, esto no sería lo mejor para el proceso: “Un nuevo plebiscito
mostraría que hay democracia en Colombia, pero el 2 de octubre se respetó el
NO y se atendieron sus sugerencias para lograr este nuevo acuerdo. Me
parece que los del NO tendrían que respetar la voluntad del Congreso de la
República de si refrenda o no”.
Por su parte, los que están a favor
de que la corte apruebe el Fast Track, aseguran que el nuevo
acuerdo atendió los requerimientos de los del NO, que en principio impulsaron
la victoria de este sector en las urnas. De esta manera se trata del mejor
acuerdo posible, razón por la cual no hay necesidad de refrendación popular.
El otro motivo para implementar esta
norma es buscar darle celeridad a la implementación del acuerdo, la cual, de
ser sometida nuevamente a votaciones, demoraría mucho más.
Para Yesid Reyes lo
era inconstitucional era que el acuerdo se refrendara por votación: “Ese Acto
Legislativo, de manera inconstitucional, habilitó al pueblo para decidir si se
reformaba o no la Constitución política”.
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