Elespectador.com, Sebastián Jiménez Herrera
En menos de un mes el procurador general de la Nación Alejandro Ordóñez
se quedó sin el poder para elegir a dedo a sus procuradores judiciales y sin
facultades para influir en la elección de los cerca de 1.200 personeros
municipales del país. La Corte Constitucional declaró inconstitucionales las
normas que se lo permitían y dejó con menos ‘dientes’ al jefe del Ministerio
Público.
El pasado miércoles, esa corporación le quitó a la Procuraduría la
facultad de dirigir los concursos de méritos de los cuales salen los candidatos
a personeros municipales que, posteriormente, son elegidos por los concejos
municipales para representar al Ministerio Público en los municipios.
La Corte consideró que el artículo 35 de la Ley 1551 de 2012, que le
daba al Ministerio Público el poder para realizar estos concursos, violaba las
competencias de los concejos y la autonomía de las entidades territoriales. Por
ello, le devolvió esa facultad a los cabildos.
A esto se suma que por cuenta de un fallo de la Corte Constitucional
dado a conocer el pasado 28 de febrero, el Procurador ya no podrá seguir
eligiendo a sus procuradores judiciales a dedo.
La Corte declaró inconstitucional el artículo 182 del decreto 262 de
2000 que le permitía seleccionar a sus procuradores judiciales mediante el
mecanismo del libre nombramiento y remoción y le ordenó a Ordóñez que en un
plazo no mayor a seis meses convoque a concurso público para llenar, en menos
de un año, las plazas de cerca de 700 procuradores judiciales cargo I y II.
Fuentes de la Corte Constitucional consultadas por este diario
consideraron que esta sentencia, que le prohibe al procurador elegir a sus
procuradores judiciales a dedo, es una medida hacia la meritocracia que
permitirá a los ciudadanos puedan vincularse en la Procuraduría con mayor
facilidad y que Ministerio Público selecciones así a los más capaces.
La decisión no es menor. Por ley, los procuradores judiciales de cargo I
y II representan al Ministerio Público en la mayoría de los procesos penales en
lo que es parte. Entre ellos, el Procurador General distribuye algunas de las
tareas más importantes de la entidad. Son funcionarios de vital importancia en
la Procuraduría que ganan, en el caso de los procuradores judiciales de cargo
I, cerca de $6 millones mensuales y, en el caso de los de cargo II, hasta $19
millones.
Antes de que fuera reelegido como procurador, organizaciones como
DeJusticia, y periodistas, como Cecilia Orozco y Daniel Coronell, señalaron que
Alejandro Ordóñez estaba contratando como procuradores judiciales a familiares
y personas cercanas a congresistas y magistrados de las altas cortes con el fin
de asegurar su permanencia en el cargo. Ordóñez fue elegido a pesar de los
cuestionamientos.
Una base de datos, creada por el portal La Silla Vacía con información
oficial y de los lectores, muestra que antes de su reelección Ordóñez contrató
a 64 amigos o familiares de congresistas y excongresistas y a 22 amigos y
familiares de magistrados y exmagistrados de las altas cortes.
Entre ellos, a Olga Lucía García, hermana de la magistrada del Consejo
de Estado, Elizabeth García; a Ana Josefa Velasco de Bustos, esposa del
magistrado de la Corte Suprema de Justicia, Leonidas Bustos; a Martha Cecilia
Pretelt, hermana del magistrado de la Corte Constitucional, Jorge Pretelt; a
María del Pilar Sáchica, hermana de la secretaria de la Corte Constitucional,
Martha Victoria Sáchica y a Aída Luz Granada, esposa del magistrado del Consejo
de Estado, Víctor Hernando Alvarado.
Además sostuvo en su cargo a los procuradores judiciales Carmen Helena
Gómez, hija del magistrado del Consejo de Estado, Gustavo Gómez, y a Martha
Ligia Patrón, esposa del magistrado Pretelt.
Respecto a estos nombramientos el procurador ha dicho que no hay nada de
ilegal en recibir las hojas de vida de personas cercanas a magistrados y
congresistas. Sea como sea, los procuradores judiciales nombrados y ratificados
por Ordóñez entran en proceso de provisionalidad y su futuro depende de un
concurso y ya no del dedo del jefe del Ministerio Público. Así es,
precisamente, en estas fechas en las que la Procuraduría lleva a cabo un
concurso de méritos para llenar 335 plazas en esa entidad.
Con estos dos fallos la Corte Constitucional –la corporación que logró
que el procurador rectificara algunas de sus posiciones sobre el aborto y los
métodos anticonceptivos– le da dos duros golpes al poder del procurador
Alejandro Ordóñez que muchos veían como blindado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario