sábado, 18 de octubre de 2014

¿Cuál es la gran causa de la desigualdad en el mundo?

ELTIEMPO.COM, 

Lo que prevé la teoría sobre el crecimiento económico y la equidad no ha dado los resultados esperados.



Al capital se le paga por encima de su productividad, contrario al trabajo, según Eduardo Sarmiento.

La alta remuneración al capital, muy por encima de su productividad, y la fijación del salario muy por debajo de su contribución a la economía, junto con la presencia de poderes monopólicos que no buscan el bienestar de los consumidores, sino lesionar sus intereses, son, para Eduardo Sarmiento Palacio, “la gran causa” de las desigualdades en el mundo, y por supuesto en Colombia.
En materia de crecimiento económico y equidad, lo previsto por la teoría económica predominante no ha dado los resultados esperados porque, en su entender, esas “teorías son inadecuadas”.
Sarmiento Palacio, ingeniero civil de la Universidad Nacional de Colombia, doctor en Economía de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos) y actual director del Centro de Estudios Económicos de la Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito, afirma que estructuró una teoría que pone las cosas al derecho y, basada en ella, sugiere la adopción de medidas para ir reduciendo la desigualdad y hacer que el crecimiento de la economía sea compatible con la distribución del ingreso.
El libro número 22 de Sarmiento Palacio fue presentado este miércoles en la Academia Colombia de Ciencias Económicas, de la cual fue presidente. EL TIEMPO habló con él.
¿Qué es lo novedoso de este libro?
El libro hace un planteamiento general sobre las deficiencias del estado de la ciencia económica y muestra cómo los aspectos de crecimiento económico y equidad no han dado los resultados previstos, porque las teorías existentes son inadecuadas. Muestra en dónde está la falla de esas teorías y cómo se sustituyen por otras más representativas de la realidad. Lo más novedoso es que hay un diagnóstico de las causas que llevaron al deterioro de la distribución del ingreso en el mundo, y desde luego, en Colombia.
¿Por qué las teorías vigentes son inadecuadas?
En la ciencia y en el pensamiento dominante se decía que eso no iba a ocurrir; por ejemplo, el profesor (Simon) Kuznets, cuando recibió el premio Nobel de Economía hace más de 30 años (1971), decía que lo normal en el mundo es que después de cierto nivel las desigualdades disminuyeran, pero lo que tenemos es un comportamiento opuesto, de manera que en el libro se analizan y se explican las razones por las cuales la inequidad del mundo se amplió durante medio siglo, por qué no se ha logrado corregir y luego se avanza en una explicación teórica, y se encuentran los caminos que podrían emplearse para contrarrestar esa tendencia destructiva de las sociedades.
¿Cuáles son las que usted considera las deficiencias de la teoría?
Hay dos fenómenos que causan esa situación: por un lado, el capital no contribuye suficientemente al ahorro, y las economías crecen lentamente; por el otro, está la presencia de poderes monopólicos de presiones contra el salario tendientes a colocar el retorno del capital por encima de su verdadera productividad, o, dicho en otros términos, para colocar el salario por debajo de su contribución a la economía. Ahí está la gran causa de las desigualdades del mundo y, desde luego, de la economía colombiana, que es campeona en esto, porque tiene el coeficiente de Gini entre los cinco más altos del mundo.
Para usted, la teoría va por un lado y la realidad por otro. ¿Qué han hecho los Estados, y particularmente el colombiano, que, en vez de reducir la desigualdad, la aumenta?
Una política de comercio internacional que le coloca los salarios por debajo de la productividad para poder competir con el resto del mundo; también, toda clase de políticas que atentan contra el salario, por ejemplo, el ajuste del salario mínimo siempre se hace por debajo del aumento de la productividad del trabajo, lo cual les significa mayores ganancias a los empresarios, ahí tiene un factor.
¿Hay más factores?
Sí, el otro es el sistema tributario colombiano que es regresivo; en la última reforma tributaria se bajaron los impuestos al capital con la idea de subir los impuestos a los grupos medios, aunque esto último no se logró. Hay tres políticas claras (comercio internacional, ajustes de salarios mínimos y la tributaria); una cuarta tiene que ver con toda la organización económica en donde hay grandes poderes monopólicos que establecen precios por encima de los costos marginales, como lo planteó el nuevo premio Nobel de Economía (el francés Jean Tirole), que es que uno de los factores de la falla del sistema económico son los grandes poderes corporativos. Estos llevan a fijar los precios por encima de los costos marginales, que es equivalente a bajar salarios.
La salida no es hacer lo contrario de lo que se ha hecho. Entonces, ¿cuál es la solución?
Hay que formular una teoría correcta, y eso implica apartarse de los pensadores económicos dominantes del último siglo; se necesita una nueva teoría del crecimiento y una nueva teoría de la distribución del ingreso. Con el diagnóstico que hago en el libro avanzo en la solución.
¿Cómo se aterriza la teoría en medidas de política económica?
Se requiere un gravamen que cierre la brecha entre la alta rentabilidad del capital y el crecimiento económico. Pero ese solo impuesto no sirve, porque, si se va al consumo, puede tener menos crecimiento económico, y la mala distribución del ingreso se va a dar a un menor nivel de actividad productiva.
¿Y entonces?
Esos recursos (del impuesto) se tienen que utilizar para fortalecer el ahorro. En mi propuesta deben orientarse a financiar un subsidio de medio salario mínimo a los trabajadores informales, que son las personas más pobres de la población, de manera que las empresas que contraten más trabajadores y adquieran máquinas para hacerlos productivos van a recuperar el impuesto que se va a convertir en capitalización. Además, es necesario un esfuerzo para elevar el ahorro, pero no a través de menos salarios, sino de un mayor esfuerzo del capital. El ahorro del capital en Colombia y en general en América Latina es muy bajo con relación con otros países, como los asiáticos.
¿El impuesto que propone es a las ganancias, al capital, al patrimonio?
Se necesita un impuesto que no dañe el ahorro; y sí puede ser al patrimonio, pero se debe garantizar que dicho gravamen se mantenga en la inversión.
¿Esa propuesta es aplicable en Colombia?
Desde luego que ese impuesto es muy difícil de aplicar en Colombia porque los patrimonios están subvaluados; en general, debería haber una relación de cinco a uno entre el patrimonio y el ingreso, pero en Colombia es mucho menor. Lo importante es que se cierre la brecha entre la rentabilidad del capital y el crecimiento económico.
¿Hay países que ya hayan hecho esto?
Los europeos tienen un coeficiente de Gini muy alto antes de impuestos, 0,55 todos, y a través de un sistema fiscal tremendamente fuerte consiguen la equidad. En los países latinoamericanos, con unos ‘ginis’ muy altos, los impuestos no hacen nada para corregirlos.
En Colombia se afirma que la informalidad, que es muy grande, genera productividad e ingresos bajos y, por lo tanto, la competitividad de las empresas también es baja. Usted propone que el impuesto se utilice en subsidiar a los trabajadores informales. ¿Qué pasaría con la formalidad? ¿Se estimularía por otros medios?
Claro, en el libro llego a un resultado que no se conocía: la causa primordial de la inequidad es la baja participación del 40 por ciento más pobre en el ingreso, que recibe únicamente el 10 de este. A través del procedimiento que le mencioné, yo tomaría esas condiciones de ahorro y de impuestos para elevar el ingreso del 40 por ciento más pobre, y estimo que si elevo su participación 10 a 20 por ciento podría bajar el coeficiente de Gini, en un plazo menor a 10 años, de 0,56 a 0,38, que sería una equidad medianamente aceptable con la idea de que en los siguiente años se baja al 0,20 de los países europeos.
Eso mejoraría la equidad, ¿y la formalidad?
Metería a todos los trabajadores en el sistema formal, porque las empresas toman gente del sector informal, no con salarios de hambre, porque a través del subsidio logro que ellos les paguen el salario mínimo y si además subo el salario mínimo, hago la cosa, hago el milagro.
¿Cómo cree usted que recibirán este libro sus pares académicos y la ortodoxia económica colombiana?
Entro en un tema que ha sido un tabú en la economía: la distribución del ingreso. En una época se consideraba que los economistas no debían hablar de ese tema, porque es un juicio de valor, pero hoy día se encuentra que eso no es cierto, pues si el economista, el pensador cuantitativo no se mete en estos aspectos lo van hacer otros que tienen menos conocimientos.
¿Cómo creen que lo van a recibir?
Hace 20 o 25 años hubiera sido muy difícil. Hoy hay un buen ambiente. El profesor (Thomas) Piketty, un distinguido académico francés de Harvard, produjo un libro que se refiere al mismo tema, pero con aproximaciones diferentes, y ha sido bien recibido, está entre los más leídos y ha tenido reconocimiento de personas como (Paul) Krugman y (Joseph) Stiglitz (los dos, premios Nobel de Economía). El tema está en boga y creo que en este momento el gran pedido de los gobiernos y los pensadores es una aclaración de la relación entre el progreso y la equidad, de manera que, en este sentido, pienso que va a estar bien.
Jorge Correa C.
Redacción de Economía y Negocio

1 comentario:

  1. TEMA: CUAL ES LA CAUSA DE LA DESIGUALDAD...?

    ...PARA QUE ESA REFORMA DE LUCHA DE PODERES, CUANDO EL PUEBLO EL QUE TIENE EL PODER DE DECISIÓN NI LO TIENEN EN CUANTA, PUES LO ÚNICO QUE VALE PARA NUESTRA CLASE DIRIGENTE, ES QUE SEAN ELEGIDOS Y QUE LOS 46 MILLONES DE CIUDADANOS, SIRVAN DE FUENTE PARA EL PAGO DE LOS DERROCHES DE ELLOS.......

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