Para garantizar una pensión de por vida las AFP deben contratar un seguro de renta vitalicia (establecido con la Ley 100 de 1993) el cual se enfrenta a dos riesgos: el primero, es la extralongevidad y el segundo, el riesgo financiero, es decir, que las personas sobrepasen las tablas de mortalidad sobre las cuales se realizó el cálculo y que el portafolio de inversión no sea suficiente para generar las reservas constituidas y cubrir los gastos de operación de la compañía.Quienes inician su vida laboral empiezan a programar su periodo de jubilación y pensión. Pero a los problemas que se presentan por el tipo de contrato y la inestabilidad laboral de muchos, hay que sumarle la dificultad de tener una pensión de por vida o lo que se conoce como renta vitalicia en las administradoras de fondos de pensiones, AFP.
El problema surge cuando las aseguradoras no pueden cubrir el riesgo del aumento del salario mínimo, que por ley se debe garantizar a todo pensionado. Otorgar rentas vitalicias a quienes cotizan entre uno o dos salarios mínimos y están prontos a pensionarse es casi imposible debido al incremento año tras año del salario base y la inflación, monto que no podrían cubrir.
Es por esto que el Ministerio de Hacienda ha venido trabajando en conjunto con el sector asegurador para permitir que más personas de bajos ingresos puedan tener acceso a una pensión vitalicia, sin estar atadas al retiro programado.
A través de un proyecto de decreto, el Gobierno busca cubrir ese riesgo inflacionario, permitiendo así que las aseguradoras puedan prestar este servicio. El objetivo es “establecer el mecanismo de cobertura que permita a las entidades aseguradoras de vida cubrir el riesgo del deslizamiento del salario mínimo, que presentan las pensiones en la modalidad de renta vitalicia inmediata y renta vitalicia diferida, de acuerdo con el artículo 45 de la Ley 1328 de 2009”, cita el borrador del decreto.
Así mismo, se establece el parámetro de cálculo del deslizamiento del salario mínimo y la descripción del mecanismo, que será: cobertura positiva, cuando el Gobierno paga a las aseguradoras el restante; cobertura negativa, en el caso en que las aseguradoras pagan al Gobierno; o cobertura neutra, en el que no habrá intercambio de flujos entre el Gobierno Nacional y las aseguradoras .
De acuerdo con Jorge Humberto Botero, presidente de Fasecolda, “la adquisición de rentas vitalicias es conveniente para financiar una pensión de retiros. En este caso las aseguradoras se comprometen a pagar una suma estable corregida por la inflación año tras año hasta que a la persona asegurada muera. Actualmente aquellos afiliados que están cerca a pensionarse y cotizan muy cerca de salario mínimo, no pueden acceder a una renta vitalicia porque las aseguradoras no las pueden pagar por el simple hecho de que se tienen que ajustar en función de la dinámica del salario mínimo, lo que genera pérdidas y agotamiento de sus fondos”.
Según Botero, con el proyecto decreto que está en trámite, las compañías aseguradoras podrían expedir más rentas vitalicias a personas de bajos recursos y sin riesgo de agotar sus reservas.
En los últimos cuatro años, las primas emitidas en renta vitalicia, según datos de la Superintendencia Financiera, ha tenido una reducción de 33,2%, registrando un total de primas emitidas en 2010 por $694.810 millones, mientras que a diciembre de 2013 el monto fue de $463.817 millones. A corte de julio de este año el total de primas llega a $349.455 millones. Las aseguradoras a cargo de las rentan vitalicias son: Bbva, Alfa, Bolívar, Global, Sura, y Mapfre, siendo esta última la de mayor participación con 56,3%. Hoy de los 11,7 millones de afiliados a los fondos, 9,7 millones cotizan entre 1 y 2 salarios mínimos este sería el potencial que se vería beneficiado con el decreto. Según Santiago Osorio, presidente de Metlife, “cada año que sucede el aumento de salario mínimo, las aseguradoras tiene que aumentar sus reservas con el dinero de los accionistas, lo que no está siendo rentable, por lo que las aseguradoras se abstiene actualmente de dar rentas vitalicias de salario mínimo”.
Si el Gobierno cubre esa diferencia entre el salario mínimo y la inflación, permitiría que más compañías entren al mercado y más personas puedan obtener este servicio, sin el riesgo de que se agoten los recursos ni que los fondos de pensiones pongan su dinero, explica Osorio.
Pero esto no solo es cuestión de seguros, según directivas de Asofondos, “se debe flexibilizar un poco el uso del Fondo de Garantía de Pensión Mínima, lo que facilitaría cubrir una renta vitalicia. Actualmente, este tipo de seguro se otorgan preferibelmente a las personas que se pensionan por invalidez y sobrevivencia, pero el de la vejez es el que está presenta problemas”.
Por último, los expertos aseguran que el debate radica en que el incremento del salario mínimo se hace mediante concertación bajo indicadores y análisis que están enfocados en los empleados y no en los jubilados, y adicionalmente debido a la naturaleza de la concertación existe un riesgo político implícito en estas decisiones.
Por ahora, para el sector asegurador, este decreto va por buen camino y tal vez estaría listo en las próximas semanas, lo que no solo permitiría darle a millones de afiliados la oportunidad de acceder a una pensión de por vida.
No se toman riesgos que no se pueden calcular
Para el sector asegurador, es complejo tomar un riesgo que no se puede calcular, como lo son las rentas vitalicias, y el aumento del salario mínimo por ser un tema político y que varia según factores externos y económicos del país. “Las aseguradoras pueden calcular los daños y los costos de una inundación, un terremoto, accidentes de automóvil, pero estar sujetos a decisiones políticas y a la inflación, es un riesgo que las aseguradoras no pueden asumir“, afirma Jorge Humberto Botero, presidente de Fasecolda.
Para el sector asegurador, es complejo tomar un riesgo que no se puede calcular, como lo son las rentas vitalicias, y el aumento del salario mínimo por ser un tema político y que varia según factores externos y económicos del país. “Las aseguradoras pueden calcular los daños y los costos de una inundación, un terremoto, accidentes de automóvil, pero estar sujetos a decisiones políticas y a la inflación, es un riesgo que las aseguradoras no pueden asumir“, afirma Jorge Humberto Botero, presidente de Fasecolda.
Las Opiniones
Santiago Osorio
Presidente de Metlife
“Para cubrir ese riesgo político lo más probable es que el Gobierno deba sacar del presupuesto nacional, o deben haber impuestos que soporten este mecanismo de solución”.
Presidente de Metlife
“Para cubrir ese riesgo político lo más probable es que el Gobierno deba sacar del presupuesto nacional, o deben haber impuestos que soporten este mecanismo de solución”.
Jorge Humberto Botero
Presidente de Fasecolda
“Sin renta vitalicia, las personas de más bajos ingresos que llegan a la edad de retiro no tienen otra opción distinta que la de pensionarse a través del retiro programado”.
Presidente de Fasecolda
“Sin renta vitalicia, las personas de más bajos ingresos que llegan a la edad de retiro no tienen otra opción distinta que la de pensionarse a través del retiro programado”.
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