El gobierno Nacional, en su afán de tapar el hueco
fiscal que el exceso de gasto público (burocratización, casas gratis,
indemnizaciones, contratos a periodistas, etc) le causó, tiene un borrador de
reforma tributaria, que probablemente presentarán esta semana y que comenzaría
a operar a partir del 1 de Enero del 2015. Es decir para la declaración de
renta correspondiente a este año.
Entre los puntos que ha mencionado el
ministro se destacan:
Impuesto de patrimonio. Hasta el 2013 existía un impuesto
transitorio sobre el patrimonio. Ese impuesto era para los patrimonios
superiores a 1000 millones, los cuales pagaban el 1.5%. Un patrimonio de 1000
millones pagaba 15 millones de impuesto.
Pretende el ministro de hacienda,
enemigo declarado de la clase media, que para la declaración de renta de 2014,
la base para el cobro del impuesto de patrimonio se reduzca a 750 millones y que
la tarifa se suba a 2,25%.
A manera de ejemplo, alguien que tenga
un patrimonio líquido a 31 de diciembre de 2014, de 750 millones, pagará el año
entrante, sólo por patrimonio 17 millones de pesos.
El impuesto al patrimonio constituye
en si un despojo, ya que toda la renta, cuya acumulación permitió llegar a
patrimonios mayores o iguales a 750 millones, pagaron renta, una tasa muy alta,
en su debido tiempo. El impuesto al patrimonio es de por sí, una medida
regresiva que implica una doble tributación.
Hay que tener en cuenta que en las
grandes ciudades de Colombia, especialmente Bogotá y Medellín, ha habido un
incremento desproporcionado en los avalúos catastrales, lo cual ha implicado
que muchos patrimonios, que desde el punto de vista del uso, continúan siendo
iguales, hoy están sobre avaluados y por consiguiente el tope de 750 millones,
no implica que las personas hayan mejorado su capacidad económica.
Es probable que si este esperpento de
reforma tributaria se llegara a materializar, los efectos de la misma podrían
ser contrarios a lo que espera el gobierno. Podemos mencionar los siguientes
efectos negativos:
1.
La gente trataría de ocultar su patrimonio, lo cual
implica que mucho efectivo se va a guardar en las casas. Los ahorros en CDT,
con un rendimiento tan bajo y cuya acumulación podría ayudar a llegar al tope
de los 750 millones, ya no existirían más. Esto a su vez favorecería el
préstamo de dinero a interés en forma privada, con las consecuencias que eso
trae: menos impuestos para el gobierno, menos bancarización y la formación de
paraejercitos de cobro.
2.
Otra consecuencia que traería este impuesto sobre
el patrimonio de las personas naturales, sería la compra ilegal de oro y
piedras preciosas, para esconder en la casa. Después de la segunda guerra
mundial y hasta los años 70s, los Europeos, por miedo a lo que les pasó durante
la 2ª guerra mundial, que los bancos no respondieron por los ahorros, se
dedicaron a comprar y guardar en la casa oro, plata, piedras preciosas y joyas.
Igual sucedería si se aprueba este impuesto regresivo.
3.
Otra consecuencia la existencia de este impuesto,
implicaría una fuga de capitales masiva. Las personas que nunca ni siquiera se
lo han imaginado, posiblemente abrirán cuentas en dólares en Panamá, Miami y
otros paraísos fiscales.
4.
Finalmente, este impuesto, para el caso del aparato
productivo, se trasladaría íntegramente, aun con ventaja, al consumidor final.
Igualmente desestimularía la inversión nacional y extranjera, lo cual a su vez
se reflejaría en menos producción, mas carestía y mas desempleo.
El segundo apoyo de la reforma tributaria propuesta por Cárdenas es que
se deja en forma permanente el impuesto del 4 por mil, a las transacciones
bancarias.
Sobre este impuesto no voy a hacer
mucho énfasis, porque ANIF y todas las instituciones financieras saben y lo han
afirmado por años, que es un impuesto que desestimula la bancarización y por
tanto la informalidad. Igualmente es un impuesto antitécnico y regresivo, que
quiene mas los pagamos, somos quienes pertenecemos a las clases media y
popular.
El tercer pilar de la reforma es que se subiría la totalidad de los
porcentajes actuales del IVA.
Otro impuesto regresivo, pues paga lo
mismo por una libra de arroz, quien está en condición de indigencia y quienes
viven en los castillos de Cundinamarca y el resto del País. Es un impuesto, que
en la mayoría de los casos, se paga en forma igual, por cualquiera que sea el
consumidor, sin importar ingresos ni clase social.
El proyecto es muy extenso. Hay que
estar atentos, porque no es raro, que trate de poner retefuente a las ya
maltrechas pensiones.
El borrador tiene 650 artículos y es
sumamente extenso.
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