Jorge Arabia recibió un principio de oportunidad.
El exvicepresidente financiero de la comisionista es la piedra angular de las pesquisas por el desfalco bursátil.
La pieza que le ha permitido a la Fiscalía armar el complejo rompecabezas del descalabro bursátil más grande del país, por el caso Interbolsa, tiene nombre: Jorge Arabia Watemberg, el exvicepresidente financiero de la comisionista. El mismo hombre a quien el pasado 11 de septiembre le otorgaron un principio de oportunidad por dos años y con inmunidad total que lo exime de responder por los delitos de concierto para delinquir, manipulación fraudulenta de especies, administración desleal y operaciones no autorizadas. Arabia Watemberg no sólo ha entregado información que ha permitido llevar a los estrados judiciales a 11 personas —entre ellas seis exdirectivos— y tener en el radar a otras 45, sino que también a realizado siete informes financieros que revelaron que lo que se hizo con la acción de Fabricato se replicó, al parecer, en otras empresas como la sociedad de ingeniería Odinsa, Coltejer y la Bolsa Mercantil de Colombia (BMC).
El Espectador conoció los pormenores de la audiencia de legalización del principio de oportunidad que le dio la Fiscalía al exvicepresidente financiero. Tras realizar una descripción de la colaboración que ha entregado Arabia durante el último año y medio, que permitió identificar las 28.139 operaciones irregulares de compra y venta de la acción de Fabricato que provocó que ésta se valorizara en un 214% en 2011 tras pasar de $29 a $84, la Fiscalía puntualizó que el testigo fue quien echó al agua a las empresas, directivos, funcionarios y particulares que fueron los cerebros del descalabro.
Y es que Jorge Arabia era uno de los miembros de la junta directiva y del Comité de Riesgo de Interbolsa, donde se tomaron las decisiones que llevaron a la quiebra a la comisionista al entregar los multimillonarios préstamos al Grupo Corridori, las empresas del italiano Alessandro Corridori que se apropiaron de Fabricato ya que eran dueños del más del 80%. Fueron créditos superiores a $78.000 millones los que provocaron la iliquidez de la comisionista, que terminó con un desfalco de más de $220.000 millones.
Entre los compromisos de Arabia está que será testigo en los procesos contra Corridori, Rodrigo Jaramillo, Tomás Jaramillo, Juan Carlos Ortiz, Víctor Maldonado y las otras 45 personas que están siendo investigadas por el tema Interbolsa y Fondo Premium. Asimismo, la Fiscalía en la audiencia fue enfática en advertir que, de no ser por la colaboración de Arabia, las pesquisas no estarían tan adelantadas en el año y medio que lleva la investigación, y que gracias a él se le pudo imputar cargos al primer grupo de once personas. Agregó que gracias a la información que suministró, pudieron identificar a ocho personas y sociedades (Grupo Corridori) en las que se concentró más del 50% de la compra y venta de acciones de Fabricato.
En un sobre sellado, Arabia entregó siete tomos en los que constan los reportes financieros que son el eje principal de las investigaciones en la Fiscalía y que evidenciarían el modus operandi que utilizaba Interbolsa para darles apariencia de legalidad a las irregulares operaciones. En uno de ellos detalla quiénes, al parecer, integraban el denominado Grupo Corridori: Alessandro Corridori; Invertácticas S.A.S., empresa del italiano que estaba representada por Edward Martínez; María Eugenia Jaramillo; la sociedad de Alfonso Manrique Van Damme, Manrique & Manrique; P&P Investment y su representante legal, Carlos Arturo Neira; Lina María Barguil Manrique y sus empresas Cromas S.A. y Barbex S.A.S.; Giteco S.A.S. y Manantial. Gracias a esta información, en estos momentos se adelantan 35 investigaciones preliminares para descubrir si en la compra y venta de acciones de empresas de Odinsa, BMC y Coltejer se utilizó esta misma estrategia para incrementar su valor: manipular el precio a través de negocios que realizaban un determinado grupo de sociedades.
El otro informe sellado aborda el tema de cómo dentro de Interbolsa se otorgaron multimillonarios cupos de endeudamientos tras las reuniones de junta directiva y el Comité de Riesgos. Arabia entregó actas en las que se establecía que el incremento de los créditos era proporcional a la realización de operaciones repos, en pocas palabras, la administración desleal, ya que a través de estas maniobras se manipuló la acción y no se tuvo en cuenta que estaban provocando iliquidez en la empresa, lo que lo llevó a la quiebra y a la pérdida de plata de sus clientes por la falta de garantías. Asimismo, presentó un documento en el que demostraría cómo funcionaba en realidad el Fondo Premium y cómo sus recursos paraban, en muchos casos, en operaciones que beneficiaban a accionistas de Interbolsa, lo que constituiría un claro delito por abuso de confianza.
Uno de los reportes más llamativos que hizo el exvicepresidente fue el funcionamiento que le dieron a la cuenta extracontable FD en Interbolsa. Al inicio de las pesquisas, la Fiscalía no la tenía identificada, sin embargo, gracias a la colaboración de Arabia Watemberg se descubrió que la cuenta FD servía para pagar las bonificaciones y comisiones a los comerciales y directivos que participaban en la compra y venta de acciones de Fabricato. Supuestamente, a través de esta estaban “disfrazando” los ingresos para evitar impuestos. Con esta plata, que la sacaban deduciblemente, al parecer, los funcionarios y directivos de Interbolsa pagaban sus tarjetas de crédito y cuotas de sus vehículos. Una cuenta para financiar sus extravagancias personales y sus vidas de lujo.
El último de los informes financieros presentados ante la Fiscalía fue la punta de lanza para establecer de qué manera Interbolsa empezó a triangular dinero desde sus filiales para hacer creer a las autoridades financieras que tenían liquidez. Y es que Arabia fue quien dio a conocer lo sucedido con un préstamo por $78.000 millones que le otorgó el 12 de octubre 2012 Interbolsa Sociedad Administradora de Inversiones a la clínica La Candelaria. Arabia reconoció que ese mismo día, él, como representante legal de Interbolsa Holding, firmó un contrato de cesión de derechos económicos con el centro de salud para que la plata retornara a sus arcas, lo que para las autoridades representa un delito. A su vez, el exvicepresidente puso en conocimiento otras cinco operaciones que habrían servido como triangulaciones de dinero.
“La información aportada fue de utilidad para esclarecer y edificar las complejas operaciones financieras que se emplearon e identificar a los participes en las mismas, al punto, que las imputaciones que hasta el momento se han realizado, en buena parte se han logrado gracias a la efectiva colaboración de Arabia”, precisó en la audiencia a puerta cerrada la fiscal del caso. Y agregó que se comprometió a realizar los estudios de trazabilidad para saber el destino actual de los recursos que se perdieron en el descalabro financiero, que suman alrededor de $220.000 millones. Jorge Arabia será la mano derecha de los liquidadores de Interbolsa, ya que a partir de los estados financieros correspondientes a la época, averiguará en qué parte terminaron siendo invertidos —ya sea en propiedades o sociedades— los dineros de los clientes que perdieron sus millonarios ahorros.
Mientras no quede condenado el último implicado en el desfalco financiero, Arabia no tendrá la inmunidad total. Por ahora, sus beneficios jurídicos van por dos años. Al finalizar la audiencia dijo: “Quiero ratificarles que desde el inicio del descalabro mi intención ha sido colaborar incondicionalmente con la justicia. Lo haré de manera veraz, abierta y directa, con todas las personas y autoridades que requieran de mi ayuda para poder resarcir a las víctimas. Igualmente para evitar que una conducta de estas se vuelva a presentar en el país”. Es la historia de quien fue uno de los cerebros en Interbolsa, que terminó expulsado de por vida de la Bolsa de Valores de Colombia y que ahora tiene temblando a más de uno de sus exsocios por sus delaciones.
smartinezh@elespectador.com
@santsmartinez
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