Por: Humberto Machado Pérez
Respetado Doctor:
Usted no me conoce y yo creo que no llegaremos a conocernos nunca pues un abogado que me dijeron que consiguiera, me indico que él se encargaba de que lo que me tenía que resolverme usted, lo tenía que hacer a través de él y de lo mas de querido, solo me cobro el 30% de lo que me tocara, eso sí, cuando saliera el caso y que por lo que veo, como que creo que él sabe de la cantidad de trabajo represado que Usted tiene, pues de eso hace ya 3 años y nada.
Le cuento mi respetado Doctor que yo entiendo que se mantiene muy ocupado y en su despacho deben de haber montañas de expedientes de personas que como el suscrito, hemos tenido que pasar por este mismo proceso con los Seguros Sociales y que a pesar de tener todo en regla con los papelitos de la pensión, esos Doctores de allá de pensiones, lo mandan a uno para donde usted que se mantiene tan atareado.
Yo no entiendo mi estimado Doctor y le rogaría a su persona que me lo tratara de explicar, ¿porque si otro Doctor como Usted, dijo que si me tenían que dar la plática y hasta me toco pagarle a otro Doctor de esos contables para que confirmara que sí, usted se tiene que demorar tanto para definirme?
Con todo respeto Doctor, y como ya he entrado en confianza con Usted, déjeme que le cuente que a lo mejor la platica que me toca después de que su persona falle, ni la podre disfrutar, pues como le parece que me callo la diabetes y esa vaina si es fregada que ni para que le cuento. Tengo esos riñones con una orinadera de un color amarillo espectacular, la presión entre 120 y 200 que cuando llego a la casa me toca amarrarme con todo y corazón para que no sigamos brincando. Y las vistas fregadisimas mi respetado magistrado, pues ya veo como borroso a pasar de tener gafas desde hace rato.
Los amigos me dicen que a mi edad, también me puede matar eso que llaman Stress y que según cuentas, le da a Uno de hacer fuerza porque la platica que medio le dieron, se va volviendo más poquita todos los días, pues como Usted sabe, le sacan a uno para la salud, la manejada de la tarjeta del banco y lo que hay que pagar para que los médicos de las EPS lo alivien a uno. Y lo mas fregado es que el sueldito ya no es el mismo que cuando trabajaba como un bejuco, pues se lo rebajan a al 70% ó más. Y para que le cuento mi respetado Doctor lo que nos pasa con la casita.
Figúrese que el predial ese, hecha para arriba todos los años, las valorizaciones le caen como plagas, los servicios ni se diga, pues suben más del 10% cuando a uno a duras penas le aumentan eso que llaman el IPC, que creo que traducido al español, quiere decir “indios p´a conchudos”.
Yo me atreví a escribirle mi Doctor, pues a uno lo dejan hablar con Usted, para pedirle que como mi persona, somos una fila de vaciados la mas macha, lo único que queremos es que su Señoría falle, a favor ó contra para saber con que contamos, pues la vida se nos va acabando y de disfrutar lo que han dado por llamar “jubilación”, que según me han dicho viene de “jubilo”, que es regocijo y contento, pues pocón pocón lo hemos hecho mi respetado Magistrado. Además le recuerdo su Señoría, que esos Doctores del Seguro, disque también se toman 18 meses más para hacer lo que Usted les diga y hay si mas jodidos.
Con respeto me suscribo atentamente,
Un Jubilado
OJALA EL TAL DOTOR QUE USTED CITA TENGA CORAZÓN YRAZÓN PARA QUE LE FALLE PRONTO ESA JODA QUE LLAMAN JUBILACIÓN, POR QUE DE CASO CONTRARIO SEGUIREMOS CON MUCHA PENSIÓN, PREOCUPACIÓN Y TEMOR
ResponderEliminarCORDIALMENTE
OTRO SUFRIDO PENSIONADO
Igual carta le queda al pelo a algun magistrado de la Corte Suprema de Justicia, Sala Laboral Y los abogados FELICES por la demora, porque ñes van quitando mas dinero al pobre pensionado
ResponderEliminarEsta carta tambien se la deberiamos enviar a algún Secrerio General del SENA, con copia al Director General.
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