Germán Vargas Lleras dice que no está en campaña.
Le está apostando a que las obras se ejecuten más rápido y que los contratistas cumplan. Sostiene que no está persiguiendo a nadie.
El vicepresidente Germán Vargas Lleras, se convirtió en el coco para los constructores que le hacen conejo al país. / Fotos: Gustavo Torrijos-El Espectador.
Sus movimientos bruscos lo delatan. Esta es la impresión que se llevan las personas que se topan con Germán Vargas Lleras, en la televisión o en los espacios públicos donde el vice presidente llega para hacer su tarea, esa que le delegó el presidente Santos, quien lo ungió de súper poderes a los que muchos le temen y se esconden.
Pero luego de un maratónico día recorriendo túneles, puentes, carreteras y entregando casas, el segundo hombre al mando del país, desnuda sus temores, dudas y retos para mostrar su otra cara.
Pero luego de un maratónico día recorriendo túneles, puentes, carreteras y entregando casas, el segundo hombre al mando del país, desnuda sus temores, dudas y retos para mostrar su otra cara.
Es un mortal al que el vicio del cigarrillo lo seduce, pero también la exigencia lo acompaña a trabajar mucho y dormir poco, con pasiones como cualquier otro hincha del fútbol vive y muere por Santa Fe, equipo al cual le debe algunas canas.
Así como exige a sus colaboradores le gusta ayudar y por ello es vitoriado en los ruedos de los pueblos, por quienes salieron favorecidos con viviendas, pero también odiado en los grandes salones por empresarios, como Carlos Collins que sienten como su poder los arrincona, por no cumplir los contratos.
No es monedita de oro para caerle bien a todo el mundo, pero sentencia que si por hacer cumplir los contratos lo tildan de perseguidor, él es eso.
El siguiente es el diálogo con el vicepresidente de la República Germán Vargas Lleras, en un alto en el camino entre Gualanday, Chicoral, Ibagué y Bogotá.
El siguiente es el diálogo con el vicepresidente de la República Germán Vargas Lleras, en un alto en el camino entre Gualanday, Chicoral, Ibagué y Bogotá.
¿Cuál es el balance de su cargo en estos primeros 100 días de Gobierno?
Estamos muy contentos. En estos primeros cien días es mucho lo que se ha avanzado. La semana pasada firmamos el acta de inicio de las primeras cinco concesiones de 4G, con inversiones cercanas a los US$7 billones y cuatros más esperan la firma del contrato. Entre esta Mulaló-Loboguerrero, que será adjudicada el 9 de diciembre.
¿Ahora que viene?
Iniciamos el proceso de la Segunda Ola para abrir 10 licitaciones más, por un valor cercano a los $ 12 billones, gracias a que se aprobó el aumento del techo fiscal sectorial y también el Conpes que le da vía libre a este programa. Aspiramos a lo que resta del año que las licitaciones se abran, muchas de ellas se adjudiquen y los contratos puedan celebrarse, a más tarde, en enero. A partir de febrero termina la estructuración de la concesiones de Tercera Ola, que son 10 adicionales, para completar 30, con una inversión cercana a los $37 billones.
¿Y qué pasó con las APP?
En estos primeros cien días también destrabamos la reglamentación que las Alianzas Público Privadas (APP), de origen privado pudieran materializarse. Y esto permitió que en el último consejo de ministros se le diera vía libre a la primera de estas y corresponde a la construcción de la doble calzada Ibagué-Cajamarca. Aspiramos este año tramitar no menos de cuatro adicionales y tenemos 10 en proceso para pasar de pre factibilidad a factibilidad. Para el primer trimestre del año entrante quisiéramos tener 15 aprobadas, que sumadas a las concesiones de Cuarta Generación, nos van a permitir tener 45 frentes de obra.
En estos primeros cien días también destrabamos la reglamentación que las Alianzas Público Privadas (APP), de origen privado pudieran materializarse. Y esto permitió que en el último consejo de ministros se le diera vía libre a la primera de estas y corresponde a la construcción de la doble calzada Ibagué-Cajamarca. Aspiramos este año tramitar no menos de cuatro adicionales y tenemos 10 en proceso para pasar de pre factibilidad a factibilidad. Para el primer trimestre del año entrante quisiéramos tener 15 aprobadas, que sumadas a las concesiones de Cuarta Generación, nos van a permitir tener 45 frentes de obra.
¿Pero también hay obras en otros modos o son solo vías?
El esfuerzo para final de año va ser muy grande en el tema aeroportuario. Finalmente logramos abrir la licitación para entregar en concesión el aeropuerto Ernesto Cortissoz de Barranquilla, con inversiones superiores a los $250 mil millones, licitación que se adjudicará el 30 de diciembre de este año. Y se hizo también para los aeropuertos de Popayán, Neiva y Armenia, que representan inversiones adicionales por $300 mil millones. El 18 de diciembre se firmará el contrato para el aeropuerto de Quibdó (Chocó), con inversiones por $140 mil millones y para la misma fecha está prevista la firma de la ampliación del aeropuerto de Santa Marta, por $100 mil millones adicionales, lo que permitirá duplicar la terminal de Santa Marta. También hay obras en Corozal, Cúcuta, Bucaramanga (donde se ampliará la terminal) y en Cali con la construcción de la internacional.
¿Y los otros sectores?
¿Y los otros sectores?
Se firmó el contrato para recuperar la navegabilidad del río Magdalena, en el que se invertirán $2,5 billones y que permitirá el transporte entre Puerto Salgar y Barranquilla y avanzan a muy buen ritmo las concesiones que en materia férrea estamos adelantando.
¿Colombia va estar en obra?
Sí. Todo este cuatrienio estará en obra y esperamos que muchas de estas mega autopistas puedan inaugurarse antes de que termine el gobierno del presidente Santos.
Cuándo usted era ministro de Vivienda decían que usted estaba en campaña, ahora lo que dicen es que la campaña es con las vías. ¿Cuál es su postura frente a estas denuncias?
Pues siempre surgirán las voces críticas. Pero mi responsabilidad ahora por decreto presidencial es cumplir funciones de coordinación en los temas de infraestructura, pero también en vivienda, donde tenemos también muy buenas noticias.
¿A cuáles se refiere?
Hace unos días el Presidente anunció el nuevo plan de vivienda. Ambiciosísimo, 400 mil nuevas viviendas en construcción en el año 2015. Se lanzó el programa para 100 mil viviendas gratis, adicionales. 86 mil le permitirán a cualquier colombiano que tenga un salario mínimo de ingreso, poder adquirir su vivienda, atender el pago con una cuota fija de $180 mil. Se lanza también el novedoso programa de ‘Mi Casa Ya’, para los colombianos cuyos ingresos van de dos a cuatro salarios mínimos, en donde tendrán como socio principal al Gobierno, que atenderá hasta por 12 millones de pesos el pago de la cuota inicial y 8 más se destinarán al pago de los intereses que asuman y tenemos 135 mil subsidios adicionales a la tasa de interés, que se van a sumar a los subsidios que otorgan las cajas de compensación familiar para que este número de familias adquiera su vivienda. En enero estará en marcha el plan de arrendamiento con opción de compra o leasing habitacional que estará a cargo del Fondo Nacional del Ahorro y finalmente el Gobierno tomó la buena decisión de poner en manos del Ministerio de Vivienda, las inversiones que en equipamientos se van adelantar para atender compromisos frente a las 100 mil viviendas. Ya se abrieron procesos licitatorios para la construcción de varios macro colegios, parques, instalaciones deportivas, complejos de seguridad, un compromiso que teníamos adquirido y que no se había cumplido. Estas 400 mil nuevas viviendas van a generar 2 millones de empleos y el sector de la vivienda y la infraestructura van a ser por muy lejos los que sigan jalonando el crecimiento económico y la generación de empleo.
¿Construyeron las 100 mil viviendas?
Si se pudo construir 100 mil viviendas. En Bogotá el presidente entregó el pasado miércoles las primeras de ellas, con las cuales completamos 75 mil familias colombianas que han recibido su casa. Las 25 mil restantes están en construcción, muchas ya están terminadas y antes de que finalice el año aspiramos haber entregado 95 mil.
¿En el sector de espacio aéreo que podemos contar?
Estamos trabajando para definir una política pública. La principal decisión que había que tomar, era si se iba o no a comprar el famoso satélite y no lo hicimos. Colombia adquiere cerca de US$ 7 millones en imágenes satelitales en todos los sectores del Estado, y el satélite que se proyectaba comprar, su precio hubiera podido oscilar entre US$ 300 y US$ 400 millones y con una vida útil de siete años, o sea que francamente no justificaba adquirir el satélite si se hacen las cuentas y sigue siendo mucho más rentable seguir comparando las imágenes, que básicamente son usadas por el Ministerio de Defensa, el IGAC y el sector agrícola.
¿Y en el sector de océano?
Nos hemos fijado una política muy ambiciosa, a través de la Comisión Oceanográfica. Tenemos muchos frentes de trabajo, pero vamos a concentrarnos en las siguientes áreas: Erosión costera, contaminación marina, los see flowers en San Andrés (que tiene una connotación relacionada con la soberanía colombiana), recuperación de playas y capacitación en los temas oceanográficos.
¿Cuál es el mensaje a los constructores que están firmando contratos de infraestructura con el Gobierno?
Que van a recibir toda la cooperación del Gobierno, en los temas de licenciamiento ambiental, de consultas previas con la comunidad, de apoyo en la gestión predial. Todo nuestro apoyo, pero vamos a ser igualmente muy exigentes en cuanto al cumplimiento de cronogramas, de entrega de obra, bajo la nueva modalidad de contratación que son Unidades de Obra Funcionales terminadas y reconocidas. En estos nuevos contratos no existen los anticipos.
¿Qué va a pasar con el túnel de La Línea?
El túnel de La Línea viene en un proceso que se inició para declarar la caducidad. Están en la práctica de las pruebas que fueron decretadas, eso tiene una etapa de contradicción y esperamos que no termine el mes de noviembre sin que se produzca ya fallo.
¿Hay persecución del vicepresidente contra algunos contratistas?
No. Pero por qué habría de haberla. Los contratistas del Estado están recibiendo todo nuestro apoyo y de igual forma somos exigentes, porque más allá de las concesiones de Cuarta Generación, venimos también trabajando en hacerle una micro gerencia a las concesiones que ya venían en camino y muchas presentan rezagos grandes en la ejecución de obras, particularmente las de tercera generación y me refiero a las que estaban suscritas cuando arrancó el Gobierno del presidente Santos. Y que tienen que acelerar y cumplir lo contractual. Le estamos fijando a todas nuevos cronogramas de obra y tienen que facturar al ritmo de obra que estaban comprometidos hacerlo.
¿Qué va pasar con la Ruta del Sol?
Este corredor está prácticamente terminado y logramos concretar una negociación para el tramo Guaduas-Villeta (que no se ha iniciado por problemas ambientales y de inestabilidad geológica). Ya están 60 kilómetros en doble calzada del tramo Guaduas-Villeta, listos para inaugurarse.
Ruta del Sol II tenemos un cronograma de obra con los contratistas para que ejecuten 70 kilómetros de doble calzada anuales, de manera que esta obra podría estar terminándose en dos años y medio. La que ha presentado mayores inconvenientes es Ruta del Sol III, que estuvo paralizada por mucho tiempo, por aspectos relacionados con consultas previas y licenciamiento ambiental. La última consulta debe protocolizarse a finales de noviembre y las licencias ambientales ya han sido expedidas, no hay más excusas para avanzar con celeridad en la ejecución de esta ruta.
¿Y la Transversal de Las Américas, que es la que está más rezagada?
Así es. La evaluación que hicimos señala que hay un 33 % ejecutado. Nos hemos reunido varias veces con los empresarios que hacen parte de esa obra y nos fijamos un nuevo cronograma de trabajo, que antes de dos años todo el corredor debe estar entregada a satisfacción.
¿Usted es de mal genio?
Por qué.
¿Es lo que dice la gente y lo que usted proyecta?
No. No creo. Yo estoy muy comprometido con el trabajo y así como soy de exigente, soy de colaborador.
¿Cuál es el reto personal en este cuatrienio?
Cumplir a cabalidad con las competencias y funciones que me delegó el Presidente, que constitucionalmente podía hacerlo y que están plasmadas en un decreto. En tres grandes frentes, infraestructura, vivienda y agua potable. Adicionalmente a esto tengo algunas competencias que quiero impulsar mucho, desarrollar el proyecto del CAN, 86 hectáreas de tierra en el corazón de Bogotá que podrían ser el proyecto de mayor renovación urbanística, es algo a lo que le estamos dedicando tiempo, no sin dificultades, por los problemas que se han presentado con la ciudad de Bogotá, carecemos de Plan de Ordenamiento Territorial, planes parciales, estamos a la espera de que este tema se resuelva para arrancar en firme. Tenemos diseños para buena parte del desarrollo de este sector. También el plan de renovación del centro de la ciudad, las manzanas contiguas al Palacio de Nariño, que estábamos listos para arrancar, pero decretos expedidos por la Secretaría del Habitat no lo paralizaron temporalmente.
TEMA: UN VICE DE DOBLE CALZADA.......PERO?
ResponderEliminar...DE SER UN GANADOR, SOÑADOR PARA EL 2018, ...HOY LO LLAMAN MUCHOS, POR SU COMPORTAMIENTO PERSONAL,....COMO EL GRAN DESTRUCTOR, PERSEGUIDOR Y EL QUE ESTA MOVIENDO LAS BASES PARA LA DESTRUCCIÓN TOTAL DE LA UNIDAD NACIONAL......PARA UNOS BIENVENIDO PERO PARA OTROS,.. EL CELEBRO Y CULPABLE DEL DAÑO AL GOBIERNO, A LOS OTROS PARTIDOS Y SU VERDADERA INTEGRACIÓN.......QUIEN CAMBIARÁ O QUIEN GANARÁ...?