Por: Elespectador.com
La Nación desembolsa
9.285 millones de pesos mensuales para la pensión de congresistas. Algunos de
ellos han sido cuestionados por la justicia. En audiencia pública
la Corte Constitucional revisará el tema pensional de los congresistas.
A las ocho de la mañana, en la sala de audiencias de la Corte Suprema
del Palacio de Justicia, se realizará una esperada audiencia pública. Con
transmisión radial y televisiva, la Corte Constitucional deberá decir si es
constitucional la norma que ha permitido que muchos congresistas y magistrados
se pensionen con más de $20 millones mensuales, es decir, con el 75 por ciento
del ingreso mensual promedio que devengaron durante el último año de labores,
sin tener en cuenta sus aportes, ni cuánto fueron sus salarios previos. Una
realidad que dista de la que tienen que vivir el 80 por ciento de los
colombianos que se atienen a la Ley 100, y su mesada se sienta sobre la base
del 60 por ciento del promedio de los últimos 10 años cotizados.
Se trata del artículo 17 de la Ley Cuarta de 1992, que fue demandado por
los abogados Germán Calderón y Dionisio Enrique Araújo porque establece un
régimen especial de pensiones a favor de congresistas y magistrados que según
ellos “desconoce el derecho a la igualdad y favorece a quienes devengan mayores
ingresos”. Esto a pesar de la reforma constitucional 01 de 2005, que prohíbe la
consagración de regímenes especiales y que estableció unos topes de mesadas que
no deben superar $14 millones 800 mil. La decisión que tome la Corte
Constitucional, con ponencia a cargo del magistrado Jorge Pretelt, se refiere a
esas mesadas que superan los 25 salarios mínimos y podría ordenar su reajuste y
revisión.
Son 626 congresistas, de acuerdo con las cifras que maneja el Fondo de
Previsión Social del Congreso, que tienen esta clase de beneficios y esta cifra
equivale a una mesada que supera los 12 mil millones de pesos mensualmente. La
lista es grande y en ella aparecen, por ejemplo, excongresistas como Amílkar
Acosta, con 20 millones de pesos mensuales; Jaime Castro, con 21 millones, o
Leonor Serrano, con 18 millones. También sobresalen nombres como el de Carlos
Albornoz, hoy procesado por manejos irregulares en los bienes de la Dirección
Nacional de Estupefacientes cuando dirigió esta entidad; Alberto Santofimio,
condenado por la muerte del líder liberal Luis Carlos Galán, y Samuel Alberto
Escrucería, el exsenador en líos por desviar cerca de 10.000 millones de pesos
que iban destinados para la salud de Tumaco. Todos pensionados por Fonprecon.
Aunque no todo ese dinero viene de recursos públicos, lo cierto es que
la Nación desembolsa 9.285 millones de pesos mensuales para la pensión de los
congresistas. La polémica Ley Cuarta de 1992 se creó durante la administración
del presidente Cesar Gaviria y su aprobación, con el guiño del Ejecutivo, fue
considerada por los analistas como la forma que calmaría los ánimos
revanchistas de los parlamentarios que fueron revocados y solo habían ejercido
un año del período para el cual habían sido elegidos por cuenta de la
instalación de la Constituyente del 91.
La disposición, que le ha asegurado a antiguos congresistas y
magistrados mesadas muy superiores al tope constitucional, ha calentado el
debate. Por su parte, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, el
magistrado Javier Zapata, a pesar de ser beneficiario del régimen especial,
dijo ayer que estas pensiones no se deben reformar, porque si se disminuyen, le
quitarían independencia a la justicia y que luego de servirle al país por más
de 30 años, un magistrado adquiere derechos laborales que deben ser respetados.
En el mismo sentido se pronunciaron el expresidente del Consejo de
Estado Gustavo Gómez y su sucesor, Alfonso Vargas Rincón, quienes dijeron que
esta disposición es un derecho adquirido, que de ser “violado” podría terminar
en multimillonarias demandas en tribunales naciones e internacionales. El
Consejo de Estado ha defendido esta posición e incluso pidieron intervenir en
la audiencia pública que citó la Corte Constitucional. Solicitud que fue negada
por el alto tribunal.
En la orilla contraria está el
presidente de la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura,
magistrado Néstor Raúl Correa, quien afirmó que es exagerado que un congresista
quede pensionado con más de 15 millones de pesos, un monto con el cual
cualquier servidor puede vivir dignamente. La declaración se conoce tras cerca
de seis meses en que estalló el escándalo del carrusel de pensiones del Consejo
de la Judicatura, que develó que varios funcionarios de este alto tribunal
terminaron con mesadas millonarias de jubilación por cuenta de entrar a laborar
cuatro o cinco meses de trabajo antes de cumplir la edad de retiro. El tema de
las pensiones que superan los 15 millones de pesos mensuales es más que
sensible en un país en que la inequidad campea. La ministra de Justicia, Ruth
Stella Correa, dio ayer una cifra reveladora: “con el dinero con que se pagan
estas pensiones se podrían pagar 3.000 de las normales”.
PARA QUE LA GENTE JOVEN DE COLOMBIA, REACCIONE A TIEMPO PENSANDO EN SU FUTURO, LUCHANDO PARA ELIMINAR ESOS PRIVILEGIOS, BENEFICIOS Y VENTAJAS PARA UNOS POCOS, DONDE LA COBERTURA SEA MÁS AMPLIA INCLUYENDO POSIBILIDADES DE DIFERENTES TIPOS DE PENSIÓN, PERO FAVORECIENDO AL ESTADO, LA COMUNIDAD Y EL RÉGIMEN DE PRIMA MEDIA Y NO A LOS FONDOS PRIVADOS, O PARA AMBOS, PERO EN IGUALDADES DE CONDICIONES. ALTERNATIVAS DE SOLUCIÓN EXISTEN Y YA PLANTEADAS, DONDE LO MÁS IMPORTANTE ES LA VOLUNTAD DEL ESTADO PERO ANTE TODO, CAMBIANDO ESA MENTALIDAD DEL CONCEPTO DE LAS PENSIONES, PUES ESTAS NO SOLO DEBE SER PARA CUANDO ESTE LA PERSONA ADULTA, SINO QUE TAMBIÉN, ESTA DEBE SER UNA HERRAMIENTA DE TRABAJO, QUE SE REQUIERE DE ESTÍMULOS PARA GENERAR EMPLEOS FUTUROS. PENSEMOS Y SOÑEMOS, QUE COLOMBIA Y SU GENTE ES LINDA, DONDE NO NOS DEBEMOS DEJAR DE MANEJAR POR UNOS CUANTOS QUE NOS LES INTERESA SINO SUS BENEFICIOS PERSONALES.
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