www.dinero.com/edicion, 3/5/2020
El mensaje más importante de la discusión
es que hay que sacar adelante una reforma sostenible fiscalmente, muy distante
del populismo legislativo y enmarcada en criterios técnicos.
Llegó la hora. En marzo, el
Congreso inicia esta legislatura y, sin duda, los ojos están puestos en la
reforma pensional o, como la ha bautizado el Gobierno, de protección a la
vejez.
Esta
discusión pasa por dos hechos fundamentales: uno, cómo ampliar la cobertura de
los adultos mayores en Colombia que no alcanzaron recursos para una pensión, o
que simplemente nunca cotizaron. Son cerca de 4 millones. Hoy el programa
Colombia Mayor, atiende apenas 1,4 millones de ellos con $80.000 mensuales.
Pero otros, 3,1 millones, no reciben subsidio ni ayuda. El Gobierno busca duplicar la cobertura
de esta población vulnerable y que el subsidio equivalga a la línea de pobreza,
cerca de $250.000 mensuales. Además, en esta tarea de la cobertura, el Gobierno
pretende impulsar más los Beneficios Económicos Periódicos (Beps), un mecanismo
de ahorro individual para quienes ganan menos de un salario mínimo. Al llegar
al retiro, los afiliados pueden utilizar estos recursos más un subsidio de 20%
sobre el monto ahorrado que otorga el Estado para obtener un ingreso vitalicio.
El Gobierno analiza que los subsidios sean más altos ante un mayor esfuerzo de
ahorro.
El
otro hecho estructural es cómo hacer más eficiente, en los pensionados del
régimen de prima media que maneja Colpensiones, el uso de los subsidios para
que hoy produce inequidades. Es decir, redistribuir mejor los billonarios
subsidios que entrega el régimen público de pensiones. Las pensiones son hoy
uno de los mayores gastos que hace el Estado –este año destinará $43,3
billones– pero los recursos van a no más de 2,3 millones de personas. De estos,
1,4 millones son pensionados por vejez y los demás por regímenes especiales.
La
cobertura se podría financiar si se elimina la inequidad en los subsidios
estatales. Sin embargo, esta decisión no producirá resultados inmediatos ni en
el corto plazo. Si el Gobierno quiere alcanzar esas metas en su mandato tendrá
que hacer un esfuerzo fiscal, que hoy no es claro de dónde saldrá.
La
reforma tiene varios inamovibles: quienes ya se pensionaron mantienen sus
beneficios, pues son derechos adquiridos; no habrá cambios en la edad ni en los
montos de cotización; y tampoco se tocará Colpensiones. Sin embargo, eso no
significa que no existan otros parámetros que se puedan estudiar.
Se
podría modificar la tasa de reemplazo –el porcentaje del salario con que se
pensionan en este régimen, que está alrededor de 65%– o el salario para que no
sea un promedio de los últimos 10 años sino de más años o toda la vida laboral.
Sin
duda, una de las discusiones más álgidas será el régimen de transición. La
última gran reforma al sistema pensional se hizo en 1993, con la Ley 100. Pero
la transición duró 20 años. Acá será necesario ajustar los tiempos y que no
resulte una reforma inocua en el mediano plazo.
Es
inviable seguir con un sistema que no pensiona, expulsa a la población más
vulnerable y entrega subsidios a quienes menos lo necesitan. Será una reforma
impopular, en medio de un ambiente social tenso. Pero hay que reconocer el
valor del Gobierno al abrir este debate. La administración Duque al parecer
llega con un poco más de margen de maniobra, dada la representatividad de
partidos como Cambio Radical y La U en el gabinete. Habrá que ver qué tan
comprometidos están en sacar adelante esta reforma.
Pero,
como advierte Fedesarrollo, la reforma pensional es necesaria pero no
suficiente. Se requiere una reforma laboral porque, como señala Luis Fernando
Mejía, director de este centro de estudios, el país puede tener el mejor
sistema pensional, “pero, si no resuelve el problema de la informalidad
laboral, no va a solucionar el problema de la cobertura”.
El
mensaje más importante de la discusión es que hay que sacar adelante una
reforma sostenible fiscalmente, muy distante del populismo legislativo y
enmarcada en criterios técnicos. Pero con un reto gigantesco: involucrar en la
discusión a los jóvenes, quienes, al final de cuentas, se pensionarán con las
decisiones que entregue la reforma.
Reflexiones al tema pensiones
Twitter: @orregojj
Amigos: Lean muy bien..para que las pensiones sean más justas y se amplié su cobertura..
ResponderEliminarLas pensiones son hoy uno de los mayores gastos que hace el Estado –este año destinará $43,3 billones– pero los recursos van a no más de 2,3 millones de personas. De estos, 1,4 millones son pensionados por vejez y los demás por regímenes especiales...
Las pensiones son hoy uno de los mayores gastos que hace el Estado, este año destinará $43,3 billones– pero los recursos van a no más de 2,3 millones de personas. De estos, 1,4 millones son pensionados por vejez y los demás por regímenes especiales. https://jujogol.blogspot.com/2020/03/arranca-la-discusion-de-la-reforma.html?spref=tw
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