CONCEPTO
CASO DRUMMOND
Por:
Dra. YOLANDA SALGADO B. (Enero 2014)
La
Red Virtual Pensionados de Colombia, como siempre alerta a los temas que
afectan al conglomerado de compatriotas, expresa su preocupación por el
insuceso en la Bahía de Santa Marta, específicamente lo concerniente a la
contaminación con el carbón que transportan las barcazas de la firma americana
Drummond. En tal sentido, nos permitimos
modular desde el punto de vista jurídico-laboral y del medio ambiente.
Según los medios de
comunicación, ha dicho la firma Drummond que ante una sanción pecuniaria muy
alta impuesta por el Estado Colombiano, tendría que acudir al despido de
aproximadamente el 80% de trabajadores de la compañía. Quiero ello decir, que
una vez más, es el proletariado el que
asume las consecuencias por acciones de terceros.
Si los Tratados
Internacionales y la normatividad colombiana vigentes, estipulan las
condiciones necesarias para producir, negociar, despachar, laborar, exportar,
importar, etc., en fin todas las operaciones comerciales desde Colombia, por
qué permitir el posible sacrificio laboral de los trabajadores y sus familias?.
Este es un aberrante esquema que atenta contra el núcleo de ocupación de los
habitantes de esa región del Caribe y que estamos seguros no lo permitirá el
gobierno, o como civilmente pudiéramos llamar fundo dominante (Colombia) frente
al fundo sirviente (Drummond).
Y, es que exigir el cumplimiento de las normas y acuerdos, NO debe
implicar cláusulas algorítmicas especiales para quienes se codifican como Inversionistas o Empresas
Extranjeras o Multinacionales, o cualquier otra denominación en materia
económica, tributaria, financiera, etc., que tienen su base en la Patria
Colombiana. Por lo tanto, es
inaceptable que se reciban amenazas de despido masivo, la vulneración de los
derechos constitucionales de los trabajadores, es inminente.
Aunque este tipo de
compañías, cumple con su tarifa tributaria, lo propio debe hacer con respecto a
la protección del medio ambiente, por lo cual deben diseñar un agresivo plan de
acción en ese sentido, a fin de nunca llegar a la toma de medidas drásticas o
decisiones arbitrarias unilaterales que van en detrimento de los más débiles
por la consecuencia inmediata y así mismo evitar catástrofes en la flora y
fauna de este bello país. Precisamente, lo tocante a esta materia lo dejo a los
expertos del ramo, como sigue. Pero antes dejo esta
reflexión: “No le tengo miedo a los de afuera que quieren comprarnos, si no a
los de adentro, que quieren vendernos”. Del autor Arturo Illia.
CONTAMINACION CON EL CARBON DE LA DRUMMOND EN SANTA
MARTA
Por: BENJAMIN HERRERA REALES, Ing. Químico – Consultor
Mi querida Dra. YOLANDA SALGADO BLANCO, futura SENADORA
para el periodo 2014–2018.
Mi concepto profesional sobre este tema es el siguiente:
Todo ser viviente sobre la Naturaleza, el cual haga parte
de los reinos Animal y Vegetal, requiere para sobrevivir de la presencia
directa del OXIGENO para poder mantenerse en equilibrio en su ciclo vital y
poder desarrollarse y multiplicarse en el tiempo. Así que la FLORA y la FAUNA
existente tanto en lo más profundo del mar, como en las áreas que nos circundan en nuestro diario vivir, si
le cortamos o disminuimos los niveles necesarios del OXIGENO presente en su
entorno, produciríamos indiscutiblemente una ASFIXIA y consigo la MUERTE de ese
ser vivo. Igual sucede con los seres humanos y hasta con los equipos mecánicos
como los AVIONES que se sostienen en el Aire por el efecto de una Combustión.
Cuando una barcaza o planchón cargado con CARBON origina
un derrame de este o cualquier otro
sólido que sea insoluble en el Agua, se origina un daño profundo y grave
al ECOSISTEMA, ya que la capa del sólido que atrapa a la FAUNA y a la FLORA
presente en el área del derrame , se ahogará, se asfixiará y morirá.
Algo peor o igual, sucede con la emisión al medio
ambiente del POLVILLO DE CARBÓN emitido
en la explotación, transporte y manipulación del cargue y descargue para
su EXPORTACION. Este polvillo afectará directamente además de la FAUNA y a la
FLORA, a las personas que trabajan en el área, a los que viven anexos a sus
equipos de producción y hasta a toda una comunidad, dependiendo de las
corrientes de aire originadas por los
cambios de Temperaturas del Globo terráqueo.
Estos polvillos y buena parte de otros residuos
contaminantes, tienen origen en la actividad industrial. Esta afirmación no
tiene porque sorprendernos, pues no se trata de una novedad. Más aún desde la
era de las cavernas ya el hombre era un depredador del ecosistema. Toda actividad productiva y en general la
simple cotidianidad del ser humano, esta signada por la contaminación ambiental. Por
consiguiente, nadie puede decir que no es un agente productor de desechos, en
una u otra forma. De manera que el problema no se trata de producir factores de
deterioro al medio ambiente sino de evaluar lo que hacemos con el apoyo de la
ciencia y la tecnología para implementar mecanismos de control o mitigación a
este impacto. Y con seguridad, que lo que hacemos nunca será suficiente.
Siempre tendremos retos y metas que cumplir. Por eso todos estamos en deuda con
la vida y la naturaleza.
Será que el ser humano, deberá cruzarse de brazos y dejar
de producir para no contaminar? De ninguna manera podemos frenar el desarrollo
económico. Requerimos de muchos productos para mantenernos a la altura del
confort del Siglo XXI y ellos los suministra en un alto porcentaje el sector
industrial. Por eso no podemos satanizarlo
o despotricar contra él. Nos proporciona fuente de empleo y un porcentaje
significativo de nuestra riqueza, que ya se está diferenciando como PIB verde,
cuando no deja estragos al entorno. Muchas veces hemos visto críticas
tendenciosas y salpicadas de intereses, sin objetividad y con intenciones non
santas, que en nada nos favorece.
Debemos por el contrario fomentar la política de la buena relación y de
hospitalidad a los inversionistas y empresarios en general. No quiero decir,
que la actividad productiva debe darse a cualquier costo, debido a la
motivación económica. La sociedad, los consumidores de artículos específicos y
los organismos de control gubernamental, debemos exigir la aplicación del
concepto de desarrollo sostenible, de producción más limpia y la normatividad
vigente.
Ya existen muchas empresas que trabajan dentro de estos
parámetros e incluso algunas tienen certificación de ISO 14.000, OSHA 18.000
(Seguridad, Salud e Higiene). Evaluemos,
por lo tanto cuales son las que cumplen y cuáles no, con el rigor científico y
jurídico. Organicemos el Nodo de Producción Más Limpia, como lo tienen otras
Ciudades del país y del mundo. Hagamos los reconocimientos públicos a las que
responden y cumplen con las metas y califiquemos de acuerdo a la Ley a las que
están en mora, las que se encuentran al margen de los principios de Salud
Ocupacional, afectando incluso hasta sus propios empleados y trabajadores y
desconociéndoles los derechos legales establecidos para compensar los efectos
de deterioro psicosomáticos como producto de la exposición a los que son
sometidos durante su tiempo de permanencia en plantas con procesos clasificados
como de “ALTO RIESGO”.
Hoy en día los costos ambientales y particularmente en el
sector industrial, constituyen inversiones y no gastos, por cuanto esta gestión
les representa imagen ante la opinión pública, en el mercado interno y externo
y por lo tanto más ventas. Amén de que los tales “desechos”, constituyen a la
postre productos intermedios que pueden ser reciclados, reutilizados o
integrados como materias primas para la elaboración de subproductos. Existe
tecnología para la recuperación de casi toda sustancia, metal, no metal,
plásticos, etc., que aplicada con criterio rentable puede ser otra alternativa
productiva para una empresa. En el Departamento del Atlántico, muchas de ellas
han hecho inversiones importantes en este sentido, pero que desafortunadamente
no son conocidas por la opinión pública, ni por las comunidades vecinas. La
Responsabilidad Social Empresarial, convoca a integrarse con el medio social y
asegurar que tanto este como el consumidor final reciban beneficios sin que a
largo plazo los efectos de los contaminantes se magnifiquen.
Si los residuos originados por un derrame, por una mala
operación etc., se siguen descargando al Mar o al Río Magdalena por ejemplo y
permitimos que estos se entierren en el
subsuelo, estaremos contribuyendo a destruir nuestra nave espacial, llamada
tierra, en la que discurrimos en el universo, botando de contera una fuente de
riqueza. Las entidades ambientales locales, regionales y nacionales, no pueden
seguir trabajando con tanta laxitud, están en mora de asistir ambientalmente y
de hacer cumplir las leyes. Casos como
los derrames de CARBÓN aceptados públicamente por la DRUMMOND, constituyen
vectores de propagación de enfermedades, que los entes de salud no han registra
públicamente y que son causa de la mortalidad y morbilidad debido a los
contaminantes gaseosos, líquidos y sólidos que aceptamos en forma irresponsable ante una sociedad
inerme y desarmada.
CONCLUSIÓN
La explotación y mal manejo del CARBÓN, representa un
grave riesgo de contaminación en el medio ambiente, debido a que su trituración, las perforaciones y el paso del
viento por los yacimientos y almacenamiento al Granel sin ninguna protección
técnica, producirá un emisión de polvillo que provocará
indudablemente serios problemas
químicos, térmicos y físicos en el medio ambiente, los cuales afectarán
directamente a nuestra flora y fauna. Además, produce repercusiones en la salud
y calidad de vida de las personas que viven y se desarrollan cerca de los
lugares de explotación y manejo industrial.
Las enfermedades respiratorias relacionadas con el
polvillo del Carbón, podríamos enunciar lo siguiente:
Silicosis: Enfermedad antigua de personas que han
inhalado polvo de sílice (elemento que constituye la arena y polvo), siendo
frecuente entre los mineros del metal, los cortadores de piedra arenisca y
granito y de obreros de las fundiciones. Este polvo entra en los pulmones y y
taponan los alveolos afectando así a las
células depuradoras.
Este polvo entra en los pulmones y las células
depuradoras de nuestro cuerpo (macrófagos) la ingieren, liberando enzimas que
forman un tejido cicatricial en las áreas pulmonares impidiendo el paso del oxígeno a la
sangre de forma normal. Consecuencia de esto, los pulmones pierden elasticidad,
produciéndose en un comienzo pequeñas protuberancias redondas (silicosis
nodular simple) y finalmente al juntarse producen grandes protuberancias
(silicosis conglomerada) llevando finalmente a las personas a “paros
respiratorios”. Síntomas: tos, flemas debido a la irritación de las grandes
vías aéreas, bronquitis, ahogo. Esfuerzo excesivo del corazón, causando
insuficiencia cardiaca, que a su vez puede evolucionar en la muerte.
Fibrosis Progresiva: El tejido pulmonar y los vasos
sanguíneos de los pulmones se destruyen por las cicatrices, empeorando incluso
si la persona ya no está expuesta al polvo de carbón.
Para terminar, el incidente de la barcaza de la Drummond
en la ciudad de SANTA MARTA, es solo la punta del iceberg del efecto que está
teniendo el carbón sobre los habitantes de la capital del Magdalena. Todo en
Santa Marta está al carbón. No son grandes bloques del mineral, nadie podría
verlo y guardarlo en un costal, muchas veces ni siquiera es perceptible al ojo
humano. Es un polvillo que los fuertes vientos de la Costa arrastran sobre toda
la ciudad, sobre el mar, sobre los cultivos y que va envenenando lentamente.
Así lo muestran estas fotos de Federico Ríos. (Ver y Leer el artículo de la SILLA VACIA).
Santa Marta al carbón (Artículo de la SILLA VACIA)
Por: Federico Ríos,
Jue, 2013-02-14 21:18
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