www.cronicadelquindio.com, SEPTIEMBRE 30 DE 2021
Por: Juan José Orrego López
La crisis para el país seguirá siendo ese motor que inspirará las transformaciones y cambios urgentes en todo sentido, tal como lo exige el mundo y la misma sociedad, con ajustes válidos planeando el país más cerca de la realidad, creando soluciones en especial para la sociedad marginada por esa desidia o poca voluntad que corre en la mente de unos congresistas que no han luchado por el país.
Con el poder, soportes jurídicos, potestad de ajustar y corregir a tiempo, es imperdonable que esas mayorías del Congreso prefieran estar sordas, ciegas y ver sentados cómo se va dañando el país por celos o temor político. Como si la felicidad de ellos o unos fuera ver sufrir al pueblo y no, como debería ser, servirles en el menor tiempo. ¿Cómo creer al Congreso o a sus integrantes si, conociendo la crisis, prefieren luchar primero por lo de ellos que por Colombia?
Este es un buen tiempo para forjar cambios y no para caer en el mismo juego o trampa de congresistas viejos que poco o nada hacen, de aspirantes que han pasado su vida en puestos públicos, o de rebeldes sociales que obligan a conocer su vida o trayectoria política y no reclamar después pues, si no se conoce nada de ellos, ni de los acuerdos que vienen haciendo, es difícil que cumplan. Se repetirá la elección de inútiles congresistas que frenarán al país, pero eso sí, sin renunciar a sus beneficios.
Es el momento para darles al país las opciones con las que el pueblo insiste en ajustar o para corregir y no seguir lo que ellos con egoísmos proponen porque eso será tiempo perdido, y el ejemplo más claro se puede ver en esta legislatura al negar proyectos como el que proponía el recorte de vacaciones de ellos, restringir a tres períodos contiguos la elección de congresistas, diputados y concejales, y en cambio optaron por proyectos como suspender la ley de garantías, el proyecto ley 099 que es un gran daño a los profesionales jóvenes, entre otros. Es increíble.
Con esa hazaña muy seguro estarán felices aparentemente los que tienen el poder, siendo tal vez más el temor que la felicidad que revelan, pues el pueblo colombiano se dio cuenta y ratificó la incapacidad de esos liderazgos logrados por el abuso constante, beneficiándose de la ignorancia e inocencia del pueblo, codeándose con esos vividores o rastreadores de lo público, revelando lo que realmente en el fondo buscan: ser primero ellos y luego el país.
Los ajustes se deben iniciar ya. Solo se requiere voluntad política, sincera y real de cambiar unidos, todos en defensa del país y la sociedad civil, sin excluir a nadie, respetando la propiedad familiar y, lo más importante, sin robar, ni matar, ni nacionalizar ni expropiar; pensar así no es construir, es dañar más.
En los sabios y genios que en cierto instante orientaron al país, apoyados por el Congreso, se aprecia que no hubo sinceridad profesional, porque la crisis que viene de años atrás muestra todo. Prefirieron premiarse que afrontar el dolor del país
Vídeo del articulo: https://t.co/cX1SlvBqPN
Espero que compartas y te inscribas en mi canal de YouTube.