Análisis de la reforma pensional que adelanta
el gobierno y el impacto que tendría en las condiciones de los actuales y,
especialmente, de los futuros jubilados
Una de las fuentes de descontento popular que
motivó el Paro Nacional del 21 de noviembre, fue la percepción generalizada de
que el gobierno está preparando una reforma pensional que desmejoraría las
condiciones de los actuales y, especialmente, de los futuros jubilados.
Muchos
piensan, incluso, que se pretende acabar con el Régimen de Prima Media (RPM),
con el fin de liberar al Estado de esta responsabilidad. En mi opinión, es
imperativo, cambiar nuestro inequitativo y obsoleto modelo de pensiones por uno
que, de verdad, cumpla con el propósito fundamental de garantizar una
vejez digna a todos los habitantes de este país.
En
Colombia coexisten regímenes pensionales de diferente tipo: los dos que fueron
creados mediante la Ley 100 de 1993, con ponencia del senador Álvaro Uribe
Vélez; y numerosos regímenes especiales, tales como los de las Fuerzas Armadas,
el Magisterio, Ecopetrol, Banco de la República, Colpuertos, el Congreso, etc;
los cuales tienen diferentes características pero, eso sí, todos con abundantes
privilegios. Me enfocaré, por ahora, en los dos primeros, por ser
los que aplican a la gran mayoría de los colombianos y, además, porque
son los que han suscitado fuertes controversias en los últimos años. Sus
principales características se pueden resumir así:
Régimen
de Prima Media (RPM): Para acceder a una pensión “por vejez”, la persona debe
cumplir dos requisitos básicos: haber cotizado el 16 % de su ingreso
mensual durante, por lo menos, 1300 semanas ( 26 años) , y tener, como
mínimo, 57 años de edad si fuere mujer y 62 en caso contrario. El monto de la
mesada pensional es (por ley) de, aproximadamente, el 65% de lo que haya
devengado mensualmente, en promedio, durante los últimos 10 años de su
vida laboral.
El dinero para las mesadas sale de un fondo común ,que
administra Colpensiones, donde confluyen los aportes de todos los
afiliados, y las transferencias (subsidios) procedentes del Presupuesto
Nacional.
Régimen de Ahorro Individual (RAIS): al igual que en el RMP, el afiliado debe
aportar el 16% de sus ingresos, mensualmente, a la Administradora de Fondos de
Pensiones(AFP) que elija, pero no durante 26 años, sino durante el tiempo que
sea necesario para acumular el capital que se requiera (de acuerdo con los
cálculos de la AFP) para poderse pensionar.
El valor de la mesada es
determinado mediante un algoritmo en el que están involucradas variables como
la edad, el capital acumulado, el sexo del/a solicitante, los dependientes y,
por supuesto, los rendimientos financieros. En este caso, el Estado no aporta
un peso; el jubilado queda, entonces, a merced del entorno económico, tanto
nacional como internacional y, por lo tanto, su mesada puede subir o bajar… es
un azar. Lo digo sin ambages, este es un modelo pensional perverso.
Se basa en expulsar una
buena cantidad de personas (usando toda suerte de artimañas) de la bolsa común
(el Estado) alimentada por todos, para poder cumplirle a quienes se
queden; dejando, además, a la gran mayoría de colombianos, sin posibilidades de
acceder a ella. Me explico mediante un ejemplo ilustrativo.
Pedro,
Juan, Patricia y Carmen trabajan en la misma compañía; todos ganan $2
000 000 y aportan $320 000 a su fondo pensional ( $ 80
000 se lo descuentan de la nómina, y $ 240 000 lo asume la empresa, de acuerdo
a la ley laboral). De diferente tienen, que Pedro y Patricia están afiliados a
Colpensiones (la administradora del RPM), mientras que Juan y Carmen están en
una AFP. Todos cuatro están a punto de completar 26 años de trabajo, y las
edades estipuladas en el RPM (57 años para mujeres, y 62 para hombres). Veamos
cual será el valor estimado (puede variar ligeramente, debido a las
particularidades de cada caso) de las mesadas para cada uno de ellos/as:
Patricia
y Pedro recibirán, aproximadamente, $ 1 300 000 (65% de sus ingresos), este
monto es actualizado cada año con el IPC, y es vitalicio. (Colpensiones).
Para Juan y Carmen
las cuentas son muy diferentes: teniendo en cuenta una rentabilidad de 5% anual
(típica de las AFP), Juan quedará con unos $850 000, y Carmen con cerca de $800
000, la diferencia se debe a que la esperanza de vida para las mujeres (78
años) es mayor que para los hombres (72 años) ; estos montos serán ajustados
anualmente pero no con el IPC, sino dependiendo del entorno económico, lo cual
es bien difícil de predecir.
De
lo anterior se infiere que el Estado deberá subsidiar a Patricia y Pedro con
$500 000 y $450 000 respectivamente ($ 950 000 en total), de lo contrario, no
podrán recibir las mesadas asignadas por la ley.
Ahora bien, si Juan y Carmen,
hubieran estado afiliados, también, a Colpensiones, el monto que tendría que
ser subsidiado sería el doble ($ 1 900 000). Es decir, el Estado se ahorra
$ 950 000 expulsando a dos ciudadanos/as del RPM, sin importarle las
precarias condiciones en que tendrán que vivir el resto de sus días.
¡¿No es esto una verdadera canallada?!
Ahora
bien, si todas las personas mencionadas en el ejemplo, no fueran empleadas de
una empresa, sino que trabajaran de forma independiente, lo más probable es que
no cotizaran a ninguno de los regímenes debido a que, en este caso,
tendrían que asumir la totalidad del 16% ($ 320 000) fijado por la
Ley, lo cual resultaría muy oneroso para sus bolsillos. ¿La
consecuencia? ¡Ninguno de ellos podría pensionarse! Eso es lo que
está ocurriendo, en la práctica, con la gran mayoría de quienes llegan a la
edad de jubilación, ¡que tristeza!
A
pesar de todo esto; de que la mayoría no se puede pensionar,
y que el Sistema se ha liberado ya de 130 000 personas (las
pensionadas con alguna AFP), el costo, por este rubro, es demasiado
grande debido a que, además de cumplirle a los cerca de 1 300 000
jubilados de Colpensiones, el Estado tiene que pagarle sus mesadas
a unas 700 000 personas de los regímenes especiales que mencionamos anteriormente.
En total,se destinaron ( en el 2019) cerca $40 billones del Presupuesto
Nacional para este propósito. Esta suma tiende a aumentar rápidamente debido a
que hay mucha gente a punto de completar los requisitos y, además, porque quienes han podido, se han regresado al RPM después de
descubrir el engaño del que fueron víctimas por parte de las AFP.
Es por
esta razón que el Gobierno está urgido de realizar una nueva reforma
pensional. Si no lo hace pronto, tendrá que incrementar fuertemente los
impuestos, o acudir a préstamos internacionales. ¿Qué es preferible?
Nuestro
aberrante modelo, ha sido construido con base en intereses de gobernantes,
congresistas, élites económicas, partidos políticos y, también, de algunos
poderosos sindicatos. Es un sistema demasiado oneroso para el Estado, y no
cumple con el propósito de garantizar una calidad de vida aceptable para el
grueso de la población. La solución, a mi modo de ver, no es reformarlo sino
cambiarlo totalmente; mi propuesta es muy sencilla:
Debería
crearse un sistema pensional que permita a toda persona, sin importar en
que y cuánto tiempo haya trabajado, sin haber cotizado un peso, hacerse
acreedora a una mesada vitalicia de, por lo menos, un salario mínimo, al
completar 70 años de edad. Esta sería una base fija para todo el mundo
sostenida con recursos de la Nación (aportados por todos los/as ciudadanos/as), que podría ser complementada mediante una pensión adicional construida
por cada quien, usando alguna de las opciones que ofrece nuestro sistema
económico, incluyendo las actuales AFP.
El
sostenimiento de un sistema de jubilaciones como el propuesto, le costaría al
Estado unos $25 billones anuales (bastante menos de lo que se gasta,
actualmente, por este concepto), teniendo en cuenta que la población colombiana
mayor de 70 años alcanza los 2 500 000 habitantes. Los $15 billones que
dejarían de gastarse al cambiar de modelo, podrían ser usados para apoyar otros
sectores de la población que lo necesitan, tales como estudiantes,
discapacitados, menores desamparados, desplazados, etc; pero, principalmente, a
la creación de empresas productivas que son la fuente de trabajo para quienes
están en capacidad de realizar su aporte a la nación.
Nota:
para la elaboración de este escrito fueron consultados:
–
Algunas estadísticas del DANE relacionadas con el tema
–
Árbol poblacional Colombiano
–
Artículo de Stefano Farné, y Alejandro Nieto Ramos: ¿A quienes y cuanto
subsidia el Régimen de Prima Media en Colombia?
–
Artículo de Ricardo Bonilla Gonzales, en el periódico de la UN: El Sistema
Pensional Colombiano: Cuentas claras.
Reflexiones al tema pensiones