Lo advertimos por esta columna con fecha nueve de Mayo del presente año, que si queríamos una Reforma a la Justicia seria y coherente con la situación actual que vive el País, se hacía indispensable empezar por reformar o revocar el Congreso de la República.-Considero no habernos equivocado-.
Realizar el Referendo revocatorio de la Reforma a la Justicia, sin incluir la revocatoria del Congreso de la República, sería como dejar vivito y coleando el mismo fantasma de la corrupción que tanto daño nos viene causando desde tiempo atrás.
Lo que hay que hacer, es, cortar el mal de raíz, nombrar una pequeña constituyente para que haga la Reforma a la Justicia, revoque el actual Congreso, dé, los primeros pasos para reformarlo, empezando por los Partidos y movimientos políticos, por ser los responsables de tanta corrupción que se presenta en la Administración Pública, y los ejes centrales sobre los cuales gravita el aparato democrático del País, con la consecuente estructura y conformación de nuestro Estado de Derecho.
Sin temor a equívocos, los padres de la corrupción en Colombia son los Partidos Políticos, allí, es donde se originan los Poderes Legislativos, pero, lamentablemente, no ejercen ningún control de responsabilidad sobre sus propias decisiones, cuando ocurren casos tan vergonzosos como el que nos ocupa, hacen como el avestruz, clavan la cabeza en la arena para eludirlas.
Afortunadamente, el País ya está despertando, nunca se había visto unido frente a una sola causa, lo hizo, al unísono, para rechazar el engendro de la reforma a la Justicia, que gracias a la oportuna interpretación que le dio el Presidente Santos, para no sancionarla, se evitó que se abrieran las puertas a la impunidad y a la delincuencia de cuello blanco.
Definitivamente, estamos encartados con el Congreso,-no pasa legislatura sin hechos desagradables que lamentar-, con excepción de unos pocos, está integrado por una guacherna de logreros y traficantes de Leyes en causa propia. No se justifica que los doce conciliadores hubiesen cumplido su tarea a puerta cerrada, todo lo hicieron a espaldas del Gobierno y del Señor Ministro de Justicia. En ese momento fue cuando parieron los micos, que los deben tener colgados del trasero dándoles mordiscos de arrepentimiento.
Valdría la pena que quienes promueven el Referendo Revocatorio, sacaran un mosaico a color de los Senadores y Representantes que la votaron, y lo pasearan por todo el País, para que los electores no vuelvan a cometer el error de votar por estos individuos, que en lugar de agradecimientos, deben recibir el rechazo unánime de los ciudadanos, sobre todo, de las Regiones que los honraron con su voto.
La Reforma a la Justicia de la que tanto se habló y discutió con choque de trenes a bordo, resultó ser todo un engendro peor que la enfermedad, si se empieza a asimilar y aplicarla tan cual fue aprobada, todos los tentáculos de la corrupción se fortalecerían y los tres poderes Públicos, tendrían que arrodillarse como mansos borregos ante los monstruos de la corrupción y el desgobierno; el ciudadano del común quedaría desprotegido, y la justicia privada se dispararía con todas las consecuencias fatales para nuestra sociedad, que ya está hastiada de tanta violencia.
La reforma fue concebida para favorecer a los más poderosos y delincuentes de cuello blanco incrustados en las altas esferas del Estado. ¿Cómo es posible que los señores Congresistas que la votaron, de los cuales existe casi que el 70% con investigaciones pendientes en la Fiscalía y las Altas Cortes, legislen en causa propia? simplemente para zafarse de los procesos penales que cursan en su contra. O, ¿fue que el Gobierno quiso pasar de agache, y el Ministro de Justicia se hizo el de la vista gorda para que en cuestión de horas, le metieran una manada de micos, que con el correr de los días se convertirán en orangutanes? Esto sería muy importante aclararlo.
Querido ciudadano, llegó la hora de revocar el Congreso, lo que acaba de ocurrir con el Acto Legislativo de Reforma a la Justicia, es precisamente la consecuencia de lo mal que funciona el máximo foro de nuestra Democracia, trabajemos por un Congreso Light, unicameral, con un máximo de tres congresistas por Región, donde los Legisladores vayan a laborar en función de Patria, y no ha traficar con los intereses de todos.
¿Sabe querido lector cuánto cuesta mensualmente a los Contribuyentes cada Congresista? La friolera de $120.000.000.oo (ciento veinte millones de pesos) multiplique esto por doce meses y después por cuatro años que es el total de su período y a su vez por 267, total de integrantes entre Senadores y Representantes.
¡Pero por favor, antes de conocer la cifra final, siéntese bien y respire profundo, que de pronto le da un infarto y me quedo con un lector de menos!
¿Saben cuánto le costó al País la frustrada Reforma a la Justicia? $754.560.000.000.oo (setecientos cincuenta y cuatro mil quinientos sesenta millones de pesos).
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