cronicadelquindio.com/, FEB 13 2020
Por: Juan José Orrego López
Las expresiones de una comunidad forjados por las marchas, más que crítica enérgica es una experiencia que se debe valorar y mirar más allá, como el resultado de una ineficacia de gobiernos y líderes, que situaron sus intereses en el pasado, en forma errada, dejando a un lado, a esa sociedad civil que, al elegirlos, guardaba la esperanza de encontrar soluciones oportunas.
Se oyen reclamos e inquietudes en todo sentido, del gobierno, empresarios y comunidad, unos para que les quiten y otros para que les adicionen, sin saber hacia dónde aspiran impulsar la nación.
Se habla de una mezcla y necesidad urgente de reformas, como el no pago a las cajas de compensación, contratos y pagos por horas, salario mínimo alto, salario diferencial por regiones y otras modificaciones, que han generado todo tipo de reacciones, en especial, en la comunidad, como si los problemas en la informalidad, el mayor desempleo, el bajo presupuesto en la educación, aumento de la población adulta, deficiencia en la salud, o el mayor costo empresarial, estuvieran solo en el pueblo, sin atreverse nadie a revelar, que las fuentes reales de los impases que hoy vive Colombia, son de orígenes diferentes, que el gobierno y Congreso las conoce, reflejando en ellos, un silencio y temor de actuar, por sus efectos y reacciones políticas, de no volver a ser elegidos.
Por dónde iniciar las reformas, cuando existe en el mercado laboral contrastes inmensos comparados con la misma estructura del Estado, donde coexisten diferencias profundas en todo, beneficios, primas, porcentajes desiguales en aumentos salariales entre otros, que inducen a injusticias, discriminación hasta formas de evasión tributaria, dejando como si la solución para el gobierno y empresarios de estos costos y conflictos sociales, estuviera solo mirando a la clase media y población más desprotegida.
Ese mercado astuto, segregación e injusticia laboral, que pagan empresarios y una sociedad necesitada al Estado, debería concluir, iniciando con ajustar esas diferencias en beneficios y dádivas, con costos no justificados a funcionarios públicos, exigiéndole a gobernantes y líderes, sinceridad, pues si pretenden encontrar soluciones a esa diversidad de problemas estructurales conocidos, es imposible efectuar las reformas, pensional y laboral, con este contraste de favores desbocados que saborean pocos con dineros del Estado, lo que hace, que en vez de corregir, se amplía y rezaguen esas injusticias y su costo, por el egoísmo de unos pocos.
Llego el momento de aprovechar esa exclamación, no para destruir, al contrario, es para construir, por la estabilidad financiera de la Nación y futuro seguro de nuestra democracia.
Enlace de la Crónica del Quindio
Reflexiones al tema pensiones
Imposible efectuar reformas, pensional y laboral, con este contraste de favores desbocados que saborean pocos con dineros del Estado lo que hace que en vez de corregir se amplía y rezaguen esas injusticias y su costo, por el egoísmo de unos pocos. https://jujogol.blogspot.com/2020/02/proteger-pocos-impedira-dialogos-y.html?spref=tw
ResponderEliminarPor: Guillermo
ResponderEliminarExcelente
Por: Jonh J
ResponderEliminar👍🏻👍🏻👍🏻👍🏻
👍🏻👍🏻👍🏻👍🏻
Por: Mary
ResponderEliminarBuenos dias,amigo leí con detenimiento sus escritos muy interesantes..cuando nos oiran claramente!!?U
saludito.
Únicamente la solidaridad para construir en el diálogo un movimiento fuerte que desemboque en la consolidación de un partido sin derecha sin izquierda sin centro democrático que ha sido el factor de agresión viva el partido de los pensiónados y trabajadores de Colombia llegó la hora
ResponderEliminarPor: Mary
ResponderEliminarAsi es..que gran lio el egoismo
Por: Carlos J
ResponderEliminarJuan José, para lograr consenso en los asuntos fundamentales de Colombianos, quien convoca requiere demostrar honestidad, rectitud, lealtad, ética y buenos principios morales, credibilidad y liderazgo, asunto que nuestros gobernantes no tienen. En las actuales circunstancias encontramos un gobierno ocupado por cuidar los intereses de unos cuantos como usted lo expresa, en especial los de quienes manejan el poder con su dinero. Así no hay manera de lograr un acuerdo en beneficio de nuestra sólida patria. Aún no hay condiciones éticas ni morales, menos sociales, para cambiar nada. Un abrazo.
Por: Ancizar
ResponderEliminar....Muy diciente su articulo Sr Juan J....una realidad sentida x los pobres q nunca veràn los politicos y clase empresarial del pais...
Por: Francisco
ResponderEliminarGracias por compartir.👍
Por: Barney
ResponderEliminar👍🙋♂👏 👍🙋♂👏
Por: Carlos
ResponderEliminarHay que continuar buscando el consenso en las calles. Un abrazo.
Por: Ricardo
ResponderEliminarBiennn 👍
Por: Ruby
ResponderEliminar👍👍👍👍👍
Por: Nadine
ResponderEliminarMuchas gracias.excelentes las reflexiones
Por: Alpher R.
ResponderEliminarBuenas reflexiones. Gracias por compartirlas. Saludos
Por: Alfonso
ResponderEliminarMuy bueno !!!
Por: Carlos I.
ResponderEliminarQ bien tienes q seguir escribiendo
Por: Fernando F.
ResponderEliminarEspectacular
Proteger a pocos impedirá reformas pensional y laboral por esos favores desbocados que saborean pocos con dineros del Estado que en vez de corregir amplía y dejan esas injusticias y su costo por el egoísmo de unos pocos. Quien protege al estado https://jujogol.blogspot.com/2020/02/proteger-pocos-impedira-dialogos-y.html?spref=tw
ResponderEliminarQuerido Juan José, excelente artículo, como siempre nos invitan a pensar por qué nos ocurre lo que nos ocurre. En mi último artículo QUÍTATE TÚ QUE ME PONGO YO, publicado por Revista Hebdo Latino, opino: «La mente humana como un trompo, da vueltas, se devuelve, y cae. En ese trasegar en medio de las lagunas del pasado, nos inclinados...
ResponderEliminarTe comento que se me confirmó la presentación de la novela Condenados por el Poder en la próxima feria del libro de Bogotá, ya te estaré enviando los detalles, esto para mí es un premio a mí perseverancia que comparto con alegría con aquellos que como tú, me han brindado su apoyo.
Recibe de mi parte mis más sinceros agradecimientos y un fuerte abrazo.
Con afecto,
Carlos Adolfo Rodríguez