lunes, 15 de octubre de 2012

Vientos de tormenta


 

Mauricio Vargas

Economistas de izquierda y de derecha están de acuerdo: la crisis mundial se agravará. ¿Y Colombia?
Hace décadas que los economistas de la izquierda y la derecha del mundo no coincidían en algo de fondo. La mala noticia es que el acuerdo gira en torno a un pronóstico terrible: la crisis económica mundial se va a agravar. La recesión, que ya se instaló en varios países europeos este año, no cederá el año entrante, e incluso puede ahondarse. La recuperación de la economía de Estados Unidos, que ha sido lenta y errática, no se consolidará en el 2013. Y las economías emergentes, sobre todo China e India, cuyo consumo jalaba desde hace años la economía mundial, desaceleraron este año y seguirán con ritmo moderado el año que viene.
El pobre Barack Obama está pagando parte de la cuenta. A pesar de que los estadounidenses han visto algo de recuperación reflejada en una ligera baja del desempleo, la incertidumbre se mantiene. Además, el Presidente lució tan frágil y tan poco conocedor de los asuntos económicos en su debate televisivo con el candidato republicano Mitt Romney, que perdió en una semana los seis puntos de ventaja que llevaba en las encuestas y ahora, en varios sondeos, aparece por debajo del retador, a la espera de un nuevo round televisivo mañana. Y eso, a pesar de la sarta de metidas de pata de Romney en temas como los inmigrantes y la pobreza.
Y a todas estas, ¿cómo va Colombia? Todavía bien. Menos que el año pasado, pero sin desplomarse. En el 2011, la economía creció casi al 6%. En el primer semestre del 2012, el crecimiento se acercó al 5%, un dato que sorprendió por bueno, pues había pronósticos más negativos. Pero numerosos indicadores inquietan. Las ventas del comercio al por menor frenaron: en el primer semestre crecieron un 3,3%, lánguido resultado frente al 13,9% del mismo período del 2011. Aunque repuntó ligeramente en agosto, la producción industrial creció 1,3% en la primera mitad del año, contra 6,4% en el mismo lapso en el 2011.
Reflejo de la crisis internacional es la caída de las exportaciones. Las ventas al exterior crecieron bien durante el primer semestre, pero en julio frenaron y en agosto bajaron 7,6%. Si esa tendencia se mantiene, no hay duda de que el segundo semestre de la economía colombiana, que ahora depende bastante de las exportaciones, será mucho más flojo que el primero. El Fondo Monetario Internacional, que la semana pasada bajó las expectativas de la economía mundial, corrigió su proyección sobre Colombia: dijo que en el 2012 no crecerá 4,7% sino 4,3%. No es una mala cifra, si se piensa que América latina crecerá al mediocre ritmo del 3,2%. Pero cuidado: al crecer al 4,3%, Colombia no será capaz de bajar el desempleo que puede así volver a cifras de dos dígitos.
El Índice de Confianza del Consumidor, que Fedesarrollo mide mensualmente, ha venido cayendo. Hace un año, estaba en casi 25%, en julio andaba en 24% y en agosto bajó a 18%. Sólo el 2,8% de las familias cree que le está yendo mejor que hace un año, cuatro veces menos que en agosto del 2011. Y si entonces casi 40% de los encuestados creía que le iría mejor un año después, ahora solo 13% lo piensa.
Si los vientos de tormenta en la economía mundial siguen soplando, Colombia no saldrá indemne. Hoy es más urgente que nunca que el presidente Juan Manuel Santos destrabe la ejecución de la inversión pública, que sigue lenta en varios frentes, aunque comienza a mejorar en otros. Como no hay riesgos fiscales ni inflacionarios y el Gobierno tiene mucha plata en los bancos, debe invertirla ya mismo en obras, y con ello darle a la economía el empujón necesario para mitigar los efectos de la crisis mundial. No más demoras, a ejecutar se dijo, que por bien que les vaya a los negociadores con las Farc en Oslo y en La Habana, si el Gobierno no arranca a ejecutar, la campaña por la reelección cogerá a Santos con las manos vacías.

Mauricio Vargas
mvargaslina@hotmail.com

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