Roberto Estefan Chehab. M.D
Mal le va a una sociedad cuando carece de capacidad argumentativa y reacciona azuzada por sendos personajes que, en general, se sienten manejando a un enjambre de iletrados, ignorantes o de parásitos aduladores.
No es invención: recuerdo claramente a un exalto funcionario de Armenia, hace unos años, promoviendo una propuesta regional muy controvertida, incluso interesante, que pocos entendían y sin embargo se les invitaba a las urnas: yo mismo le sugerí hacer más pedagogía, pues realmente había demasiados interrogantes: su respuesta me aterró pero reafirmó como sendos lideres juegan con la gente:
“eso, mi apreciado médico, es perder tiempo, el pueblo no entiende y no hay que desgastarse con esas cosas, al pueblo hay que simplemente decirle lo que tiene que hacer y convencerlo con otras cosas pero no pretendiendo que entiendan lo que no van a entender nunca”.
Doloroso, pero al parecer, real. Al pueblo ofrézcale puestos, contratos, ladrillos, tejas, hágale fiestas y relajos, cabalgatas (de moda con ciertas políticas), dele trago y bulla, ruido, sancocho, embrutézcalo, y así seguramente ganará en las urnas.
Es obvio que aquí pasa mucho eso y lo preocupante es que no parece vislumbrase un cambio de actitud que impacte, en mucha gente: usted escucha a las personas hablando pestes de políticos que no conocen, solo por lo que dicen los políticos que si conocen: se tejen enemistades en contextos llenos de injusticia y desinformación, se atenta contra el buen funcionamiento de instituciones y personas, solo por razones personales, venganzas o estrategias y en medio de todo ese atentado al futuro exitoso de nuestra tierra está simplemente el deseo de poder y riqueza de unos pocos.
La educación es muy importante para salir del oscurantismo social, pero una educación en valores, en libertad y con buen ejemplo de tal forma que las gentes llamadas “pueblo” deje de actuar con ese automatismo irracional y los demás que se creen muy educados, pero no votan, salgan a las urnas en masa, y realmente voten, así sea en blanco, y acaben con la abstinencia y la elección de minorías que instalan en el poder a los que no quieren, por el hecho de no salir a elegir.
Si piensa y se compromete, quizás aclare su mente y se dé cuenta que mucho de lo malo no es tan malo, ni lo bueno era tan bueno, simplemente que a usted todo se lo contaban o le daban la instrucción.
**NOTA:LO RESALTADO ES DE REFLEXIONES AL TEMA PENSIONAL..
Reflexiones al tema pensional
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