CECILIA LÓPEZ | 2017/03/30
¿Quién hizo el mejor
negocio de su historia? ¿El Estado, o dos poderosos grupos económicos?
Uno de los secretos mejor guardados en Colombia es el pésimo
negocio que hizo el Gobierno en el tema de pensiones desde que entró en
vigencia, en 1993, la Ley 100. Con la complacencia del Estado, el sector
privado hizo una gran fortuna y, antes de que llegue la ola de desprestigio del
sistema actual, es bueno abrir la discusión.
En 1990 se requería
una reforma al sistema pensional por los mismos males que persisten: baja
cobertura, inequidad e insostenibilidad. La obsesión del Gobierno de liquidar
el Instituto de Seguros Sociales (ISS) lo dejó con la responsabilidad de las
pensiones del sector privado y se desestimuló la entrada de nuevos cotizantes,
cuyos aportes financiarían el pago de dichas pensiones. Esa era la esencia del
sistema del ISS. ¿Cómo financia el Gobierno el pago de los pensionados?
Vendiéndoles TES y pagándoles intereses a los fondos privados a donde llegaron
los nuevos cotizantes.
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Los fondos privados
contaban con $187,9 billones en noviembre de 2016 (23,4% del PIB y 83,7% del
presupuesto nacional para 2017), los cuales están concentrados en más de 80% en
Porvenir, de Sarmiento Angulo, y Protección, del Grupo Antioqueño. Aquí empieza
el pésimo negocio: ¿este nuevo sistema sí está cumpliendo con lo prometido
frente a su tasa de reemplazo, y hoy los colombianos tienen aseguradas sus
pensiones de manera que no tengamos en el futuro un ejército de ancianos
indigentes, especialmente mujeres, que cotizan menos y viven más? ¿Quién hizo
el mejor negocio de su historia? ¿El Estado o estos dos poderosos grupos
económicos?
Las AFP, que
iniciaron actividades en 1993 como resultado de la Ley 100, son quienes
compiten con Colpensiones —Empresa Comercial del Estado creada en 2012 como
reemplazo del ISS— por los aportes de la población trabajadora colombiana. Pero
el desequilibrio es evidente, de acuerdo con la Superfinanciera: en noviembre
de 2016 de 8’413.491 de cotizantes a pensiones, 72,8% lo hace en las AFP y
27,2% en Colpensiones. En cuanto a los pensionados, las AFP tienen 8,1% y
Colpensiones 91,9%, de 1’351.336 pensionados.
En 2016, Eduardo
Lora abrió la discusión en su artículo Las AFP perdieron su razón de ser
(edición 488), con una advertencia del BID. “Colombia necesita una reforma del
sistema pensional para solucionar los problemas de la falta de cobertura, la
alta inequidad del sistema, los potenciales riesgos de sostenibilidad fiscal
(…) y la competencia desigual entre el régimen de prima media [Colpensiones] y
el régimen de ahorro individual con solidaridad [AFP]”.
El Estado ha tratado
de frenar las pensiones excesivas —congresistas y jueces, la minoría muy
subsidiada— porque el grueso de pensionados que paga Colpensiones recibe en
promedio 1,8 salarios mínimos, con subsidios menos costosos. Cuando los fondos
privados empiecen a pagar pensiones, estos no tendrán una tasa de reemplazo
superior a 30%, como sucede en Chile (28%). Por ello, muchos regresan a
Colpensiones, lo que aterra a las AFP, y a esto se suma una cobertura total del
sistema estancada en 30%.
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El pésimo negocio del
Estado
Lo afirmó Lora: “Las
pensiones no son el principal negocio de las AFP. Su verdadero negocio consiste
en que el Estado (…) les cede el manejo de unos recursos producto de un
gravamen laboral, pero el rendimiento de esos recursos resulta en gran medida
de que las AFP le prestan de vuelta la plata al Gobierno directa o
indirectamente, bien sea en títulos de deuda o crecientemente, como
financiamiento para obras públicas (…)”, y continúa, “(…) las ganancias de las
AFP son básicamente el resultado de una transferencia del Gobierno a Luis
Carlos Sarmiento y al Grupo Empresarial Antioqueño, que tienen 86% del negocio.
Esa es la mayor inequidad del sistema”.
Nadie habla ni mide
el negocio que el Estado les hizo a estos dos grupos empresariales. ¿Por qué no
se ha armado un escándalo por esto en Colombia? Más aún, en 2016 las AFP
recibieron $1,2 billones por administrar estos recursos, sin incluir los
rendimientos que le generan, el acumulado podría superar los $14 billones. En
síntesis, los pensionados le quedan al Estado y los grandes beneficios quedan
en manos de unos pocos privados, a costa de los aportes de los colombianos.
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razón de ser
Reflexiones al tema pensional
QUE VIVA LA DEMOCRACIA..
ResponderEliminarSIMPÁTICO ESTE NEGOCIO, Y LOS QUE APROBARON ESTA LEY, GUARDAN SILENCIO PROTEGIENDO SUS GUACAS...Y NOSOTROS VOTANDO POR ELLOS....