elnuevosiglo.com.co/, Mayo 10, 2020
Juan Camilo Restrepo
“Así va el costo
fiscal por la pandemia”
Los aforos que
se han venido haciendo y rehaciendo vertiginosamente durante los últimos días
sobre los costos fiscales que tendrá el coronavirus pueden apreciarse en el
título de este artículo: ya van en 53 billones de pesos.
Veamos cada una de los componentes de esta sumatoria y su significado para las finanzas públicas del país.
Cuando estalla la crisis a comienzos de marzo, el ministro de Hacienda declara que el Gobierno cree poder manejar la inesperada situación sin necesidad de recurrir a nuevos empréstitos. Es decir, a cero costo.
Vana ilusión: quince días después se reúne la comisión técnica de la regla fiscal y amplía el margen de déficit autorizado al Gobierno del 2,2% al 4,9% del PIB. Esto en buen romance significaba que ante la gravedad de las circunstancias era tolerable un endeudamiento adicional de 27 billones de pesos.
En esa misma
reunión, un grupo de los miembros de la comisión opinaron que probablemente un
endeudamiento adicional de 27 billones no iba a ser suficiente para atender las
necesidades de la inmensa crisis. Y que por lo tanto sería prudente agendar una
nueva reunión para ampliar el déficit fiscal autorizado. Y así ocurrió, tal
cual.
Pocos días después se decreta la emergencia económica al amparo de la cual se expide el decreto 444 del 2000 en virtud del cual se arbitran mediante operaciones de endeudamiento internas del Gobierno central con las entidades territoriales por 14 billones.
Para atender lo
que pudiéramos denominar los gastos “de primeros auxilios” de la emergencia
(transferencias no condicionadas a los sectores más desvalidos, giros a los
hospitales, etc).
Y el lunes de esta semana se reunió nuevamente la comisión asesora de la regla fiscal como se había solicitado y autorizó aumentar el déficit tolerado de 4,9 al 6,1% del PIB. Lo que significa un nuevo ensanchamiento del déficit en12 billones de pesos. Y ahí vamos...es decir: O+14+27+ 12 = 53 billones de pesos.
Y esto sin contar lo que puedan requerir las grandes municipalidades del país, comenzando por Bogotá. La Alcaldesa en reunión que sostuvo con el Presidente Duque habló, por ejemplo, que esperaba recibir apoyos del Gobierno central por 30 billones para ejecutar su plan de desarrollo, ahora centrado en inversiones de infraestructura y de carácter social para reconstruir la maltrecha situación laboral de la capital. Bogotá va a salir al mercado también con un ambicioso programa de colocación de bonos.
O sea: por el solo lado del Gobierno central ya vamos en requerimientos para financiar el programa de gasto público contra cíclico de la pandemia en 53 billones de pesos.
No sería sorprendente que esta cifra a la postre
resulte siendo mayor, si sigue agravándose la situación laboral del país con el
confinamiento. Y si se resuelve aumentar el subsidio a las nóminas con cargo al
presupuesto nacional.
Los inactivos están creciendo como espuma. La última
encuesta del Dane dio cuenta que en el último mes, sin tomar en cuenta todavía
abril que es el mes más duro, los inactivos habían subido en 1.600.000.
En la segunda emergencia declarada el jueves de esta
semana se dio un primer paso, al subsidiar directamente las nóminas con $
350.000 por cada trabajador y por tres meses en aquellas empresas cuyas
facturaciones se hubieran caído un 20% durante el confinamiento.
Los aforos -vía más endeudamiento- van, pues, en 53
billones hasta la fecha. Suma inmensa pero que no debe hacernos perder la
calma. Todas las grandes crisis y las guerras en la historia se han financiado
inicialmente con enormes endeudamientos públicos. Endeudamiento que luego,
cuando pasa la emergencia, se van recogiendo con nuevos tributos y con el
simple crecimiento de la economía cuando las aguas retornan a orillas más
tranquilas.
Mientras tanto, y habiendo desechado por el momento
una reforma tributaria, hay que iniciar una tarea intensa de consecución de
créditos para financiar ese gran programa de 53 billones de gasto contra
cíclico para la reconstrucción de la economía de la pospandemia. El Gobierno
está en eso, y ya comenzó la tarea ante el FMI y el BID y seguramente lo está
haciendo también ante el Banco Mundial y la CAF. Así manejamos la crisis en
1998-1999: comprometiendo con ayudas crediticias a todas las entidades
multilaterales.
La posibilidad de tocar la puerta el Banco de la
República es, por último, una opción que debe quedar abierta si lo que se
obtenga con las multilaterales no fuere suficiente .Es una opción que se
justifica en las circunstancias actuales. Y la contempla la Constitución
Nacional, precisamente para emergencias mayúsculas como la que estamos
afrontando.
Líderes destruyen a Colombia 1°
https://jujogol.blogspot.com/
Reflexiones al tema pensiones
Amig@s: “Así va el costo fiscal por la pandemia”
ResponderEliminarLos aforos que se han venido haciendo sobre los costos fiscales que tendrá el coronavirus pueden apreciarse en 53 billones de pesos. Como siempre, a quienes les tocará pagar ? . https://jujogol.blogspot.com/2020/05/endeudamiento-0142712-53-billones-de.html?spref=tw