www.cronicadelquindio.com, JULIO 29 DE 2021
Por: Juan José Orrego López
Leyendo el nuevo proyecto de reforma tributaria se percibe falta de líderes y una visión del país en esas mayorías que seguramente apoyarán la reforma, ampliando así las dudas en cuanto a control de gastos. En un año político, con afán de recursos y urgencia de votos, es difícil creer que tal promesa se cumpla. El proyecto de reducción de gastos pone fechas y porcentajes al 2023, cuando ya han terminado sus periodos, y el control es ya. No se requieren toques livianos para quedar bien con la mayoría, se necesita un control verdadero de gastos y a la evasión, pero para eso se necesita atacar de frente la corrupción y de eso no mencionan nada.
Es injustificable que, teniendo poder para escuchar y corregir puntos urgentes para beneficiar esa comunidad cansada, pierdan el tiempo solo por esperar unos recursos y dando unas simples migajas que disfrazan de sociales. Ante el poder tan amplio que tienen gobierno y Congreso, sabiendo que pueden obtener más recursos sin afectar a la ciudadanía, no lo hacen para no tocarse ellos; simplemente esperan pasar el año así, con una imagen falsa de líderes caritativos y como son mayorías políticas pasar el año afianzando su reelección con dineros públicos.
Es increíble la frescura y cinismo de las mayorías. Utilizan el pacto logrado con el sector privado que luego pagarán dizque para salvar el país. Lo que están haciendo es protegerse ellos y sacar más recursos imponiendo otros tributos como la georreferenciación de inmuebles que, si bien es importante, existen otros gastos billonarios injustos que podrían ajustarse, pero se hacen los de la vista gorda. Solo buscan más flujo de caja, salvar sus privilegios, los de sus amigos y del alto gobierno. Cómo abusan de la ignorancia del pueblo.
Un Congreso que debe y puede hacer control de gastos, ajustes y cambios por el bien del país, no se interesa en ver más allá pero si están atentos a las formas para aumentar los salarios, incluidos los de ellos, y los regalos políticos extras tapados de favores, como aumentar de 4 a 7 sueldos o pagos al año con dineros públicos, beneficiando a gobernadores, alcaldes, el alto gobierno. Se acostumbraron a muchos gastos pomposos y gozan hoy, eso no lo miran ni tocan, verbigracia funcionarios en cargos en el exterior o diplomáticos, libres de impuestos, increíble. ¿Son esos los verdaderos salvadores del país?
Es una reforma engañosa en la que los que sufren y le aportan de verdad al país es la sociedad civil y no un Congreso que no construye pero que si abusa del poder. El país está hoy en crisis y es por el Congreso, que año tras año controla el poder y que viene no quieres apartarse de esa lentitud, pereza o escasez profesional que le caracteriza para guiar y vigilar de manera positiva al país. Con actitudes y conductas en líderes así, el país, difícilmente cambiará. Si los vuelve a elegir.
Ojalá algún día el pueblo colombiano entendiera la forma como han manipulado o engañado al pueblo y al país.