lunes, 31 de octubre de 2016

Gobiernos regionales buscan su propia reforma tributaria con nuevos impuestos

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El Gobierno Nacional se tomará una semana para estudiar la propuesta que sobre la reforma tributaria hicieron los gobernadores del país en la Cumbre que se desarrolló en Armenia, Quindío. Lea también: Los que ganan y los que pierden con la reforma tributaria 
Según el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, el documento que  incluye ocho ajustes al proyecto que empezará a discutirse en el Congreso, será analizado y el próximo viernes se debatirán las conclusiones en Cartagena. 
“Los departamentos han hecho unas propuestas adicionales que serán discutidas en un foro donde se escuchará a los  diferentes gremios y sectores y daremos nuestro concepto al respecto”, dijo el funcionario al terminar la Cumbre de Gobernadores.
Durante este evento los gobernadores pidieron  que la Nación les ceda  un punto de la nueva tarifa del IVA, con lo cual el 18 % quedaría para el Estado y el 1 % para los departamentos, teniendo en cuenta los parámetros del Sistema General de Participaciones. Se calcula que esa cesión produciría $2,8 billones para las rentas territoriales.
De igual forma solicitaron que  parte del recaudo del impuesto a productos no saludables –bebidas azucaradas y embutidos- tenga como  destino  las obligaciones y responsabilidades del sector salud de cada departamento en un 50% y el otro 50% con libre destinación. Esta cesión produciría más de $800.000 millones anuales para los departamentos.
 La propuesta de la Federación Nacional de Departamentos (FND) también incluye igualar el impuesto de las cervezas a la tarifa que se estableció para los vinos y que se ceda a los departamentos el IVA a la cerveza. “Los recursos tendrían como destino las obligaciones y responsabilidades que en salud tiene cada departamento”, indicó la presidenta de la Junta Directiva de la FND, Dilian Francisca Toro.
Destacó la Mandataria  que son múltiples las responsabilidades que el Gobierno Nacional ha trasladado en los últimos años a las administraciones regionales  y que todas requieren mayores recursos.

Otros impuestos

 Según el documento presentado por los gobernadores, se propone la creación de nuevos impuestos tales como: 
  • Gravamen sobre las motos, con menos de 125 centímetros cúbicos.
  • Creación de una sobretasa medio-ambiental para vehículos de más de 5 años de antigüedad en el impuesto sobre vehículos automotores. 
  • Articular mejor la norma de liquidación del tributo a los vehículos automotores, de manera que las Asambleas puedan optar por cualquier sistema de liquidación.
  • Mantener la alternativa planteada por los departamentos de modificar la destinación de la contribución de contratos de obra pública a nivel departamental, a las vías terciarias que no tienen fuente de financiamiento actual estable.
  • Crear un monopolio departamental para los usos permitidos de la marihuana. 
  • Dejar exento de IVA a las loterías territoriales, propuesta incluida en el proyecto de reforma tributaria.
  • La próxima semana será clave para el futuro de las regiones.

Desempeño fiscal de los departamentos en 2015: estabilidad y oportunidades

     

Aunque hay señales de alarma, los departamentos manejaron mejor su dinero en el último año. Pero siguen dependiendo de las transferencias nacionales y de impuestos anti-técnicos como son las estampillas. ¿Cómo seguir mejorando?

Amylkar D. Acosta M.*
Departamentos viables
El más reciente Informe de Viabilidad Fiscal Departamental 2015 de la Dirección de Apoyo Fiscal (DAF) del Ministerio de Hacienda muestra un panorama estable en las entidades territoriales, a pesar de que estamos en un período de vacas flacas. Esto aumenta la confianza para que las regiones sean las encargadas de manejar los recursos de la inversión pública durante el posconflicto.


En primer lugar, el Informe reconoce que el país atraviesa por una época difícil para las finanzas públicas. Esto, además de afectar al erario y al sector externo, afecta los ingresos del gobierno central y los de las entidades territoriales. Pero el Informe añade que estos choques negativos no significaron un desequilibrio estructural de las finanzas regionales y locales, lo cual muestra que las entidades territoriales han aprendido las lecciones de un mal pasado fiscal, del cual pudo salirse gracias a las leyes de disciplina fiscal (especialmente la Ley 617 de 2000) y los acuerdos de reestructuración de pasivos.

Proyectos de verificación de requisitos.

La deuda territorial, que es de 11 billones de pesos (más 28,9 billones de sus entidades descentralizadas), aumentó de 3,8 por ciento del PIB en 2012 a 4,9 por ciento PIB en 2015 (0,5 puntos porcentuales corresponde a los departamentos). Este aumento se ha producido principalmente por el endeudamiento en el sector descentralizado, la elevación de la deuda externa y la devaluación del peso colombiano.
Pero la estabilidad de los fiscos territoriales se refleja en que aunque aumentó su deuda,  esta mantuvo altos estándares de calidad crediticia, ya que el 97,8 por ciento de la cartera departamental y el 95,9 por ciento de la municipal tienen una calificación “A” (bajo riesgo).
Las entidades territoriales han aprendido las lecciones de un mal pasado fiscal.
El nivel de endeudamiento del sector público se elevó a un máximo histórico: 56,6 por ciento del PIB, y alcanzó los  453,2 billones de pesos. De este saldo, 341,9 billones corresponden al gobierno central y 71,38 billones a las entidades descentralizadas. Pero mientras el saldo total de estas últimas aumentó 0,6 puntos porcentuales del PIB entre 2014 y 2015 (debido básicamente al efecto de la devaluación), el de la Nación se disparó 3,6 puntos porcentuales y el de sus entidades descentralizadas creció 2,5 puntos porcentuales.
Por otra parte el balance fiscal consolidado de los departamentos muestra un déficit de 0,5 por ciento del PIB para 2015, producido por la terminación de administraciones durante la vigencia pasada. Esto no tiene implicaciones negativas para la  ejecución presupuestal, ya que al analizar el cuatrienio se encuentran superávits fiscales durante el período 2012-2014. Tener un déficit fiscal durante alguna vigencia presupuestal no significa que haya un desborde del gasto; esta puede ser la respuesta a algunos problemas de la ejecución de anteriores vigencias o un mecanismo de financiación de la inversión por medio de un endeudamiento controlado.
Estampillas y transfrencias
Los ingresos propios de los departamentos alcanzaron los 8,1 billones de pesos en 2015, divididos en:
1.    Ingresos tributarios (6,7 billones).  
2.    Ingresos no tributarios (1,4 billones).
Los ingresos tributarios tuvieron un crecimiento real cercano al 13,6 por ciento entre 2012 y 2015.  Pero este crecimiento se basó en un aumento generalizado de las estampillas, que pasaron a convertirse en el segundo renglón de ingreso departamental, con un recaudo de  1,1 billones en 2015. En contraposición, tanto el recaudo del impuesto al consumo de licores como de cigarrillos tuvieron un retroceso cercano al 14 por ciento, principalmente por el contrabando.

El análisis de la ejecución de ingresos tributarios de los departamentos muestra una estructura tributaria agotada, poco representativa y de bajo crecimiento, que busca opciones de expansión en impuestos como las estampillas, que son considerados anti-técnicos y que significan una reasignación del gasto más que un ingreso, porque significan pasar dinero de un bolsillo al otro. Esto hace pensar en la pertinencia de modernizar los impuestos departamentales que debería incluirse en la reforma tributaria estructural que prepara el gobierno.
Esta necesidad también se hace evidente por la dependencia de los ingresos departamentales con respecto a los recursos de transferencias del Sistema General de Participaciones (SGP), que alcanza a ser en promedio de 36 por ciento (!) del total de ingresos.
Usar lo ahorrado
Los ingresos departamentales del Sistema General de Regalías (SGR) tuvieron también una tendencia decreciente, ya que pasaron de 9,3 billones de pesos para el bienio 2013-2014 a  8,9 billones para 2015-2016 y se prevee una caída mayor para el bienio 2017 - 2018.
El desplome de los precios de las materias primas y la caída de la producción de petróleo están afectando de manera directa a las regalías. Para contrarrestar esto se creó el Fondo de Ahorro y Estabilización (FAE) dentro del SGR, que actualmente maneja más de 10 billones de pesos.  
El sentido y la finalidad de este Fondo fue ahorrar en las épocas de vacas gordas para las épocas de vacas flacas. Pues bien, estamos en vacas flacas y los departamentos han propuesto que se haga efectivo el año entrante el desahorro de los recursos del FAE. Además, piden reformar la ley para establecer que el desahorro del Fondo pueda alcanzar un nivel superior al 10 por ciento.
Otro de los avances en los ingresos departamentales que beneficia la inversión territorial se debe a la depuración del pasivo pensional, que implica un mayor desahorro del Fondo de Pensiones de las Entidades Territoriales (FONPET). Esto se hace posible a partir del momento en que sus recursos superan el 125 por ciento del cálculo del pasivo pensional de cada departamento. Este desahorro pasó de 115 mil millones en 2012 a 465 mil millones en 2016; 67 por ciento de las administraciones territoriales dejaron cubierto su pasivo pensional al cierre de 2015.
Por eso, desde hace un tiempo se viene promoviendo la idea de reasignar algunas de las fuentes territoriales direccionadas al FONPET que ya han cumplido su finalidad, como el caso de la partida del SGP destinada a este fin.
Reformas necesarias
Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.
En el gasto departamental la inversión sigue siendo el rubro más representativo, con una participación promedio del 82 por ciento del gasto total (sin tener en cuenta el SGR), seguida por el funcionamiento y el servicio de la deuda. Los gastos de funcionamiento departamental alcanzaron los 3,9 billones de pesos y, dentro de estos, los gastos pensionales representaron cerca del 38 por ciento.
Esto da razones para apoyar el pedido de los departamentos de que los gastos pensionales no sean tenidos en cuenta dentro del rubro de funcionamiento para el cálculo de indicadores de gasto de la Ley 617 del 2000.
Los ingresos propios de los departamentos alcanzaron los 8,1 billones de pesos en 2015.
En este sentido, aunque se reconoce el papel que han cumplido las leyes de disciplina fiscal para logra la estabilidad financiera territorial, los gobiernos regionales y locales dicen que estas normas deben flexibilizarse para adaptarse a la cambiante realidad fiscal en el posconflicto, cuando las entidades territoriales tendrán mayores responsabilidades pero iguales recursos para fortalecer sus equipos técnicos.
Asimismo, se está planteando la necesidad del fortalecimiento del fisco territorial, dado que en los últimos años se ha venido imponiendo una descentralización disfuncional que le delega más funciones a las entidades territoriales pero sin transferirles los recursos necesarios para asumirlas.
La nueva dinámica del gasto a la que ha dado lugar la distribución de las regalías ha hecho que los recursos del SGR se destinen a sectores en los cuales las gobernaciones no tenían capacidad de incidencia.  El 33 por ciento de los recursos se han invertido en vías y el 31 por ciento en “otros sectores” (desarrollo agrícola, medio ambiente, atención a grupos vulnerables, centros de reclusión, fortalecimiento institucional, entre otros). Esto demuestra que el SGR ha cumplido su objetivo principal.
El análisis de la actualidad fiscal de los departamentos da un parte de tranquilidad sobre su capacidad para administrar los recursos, pero motiva preocupaciones por la necesidad de nuevos recursos propios que permitan avanzar en la autonomía territorial. Al mismo tiempo, muestra opciones de cambio para mejorar la situación financiera territorial.
Trabajar en estas reformas e incluirlas dentro del grupo de modificaciones legislativas de implementación de los acuerdos de paz será el reto que en el corto plazo deberá afrontar el gobierno. Para ello se firmó un Acuerdo entre la Federación Nacional de Departamentos y el Ministerio del Interior para “diseñar e impulsar un nuevo Sistema de relaciones intergubernamentales para la construcción de paz”.
En cumplimiento del mismo se tramitará una ley de fortalecimiento territorial para la paz y otra para expedir un nuevo Código de régimen departamental. Para ello se integró una comisión conjunta que presentará sus propuestas a la consideración del gobierno el próximo diciembre.
·         Sistema General de Regalías,
·         presupuesto
·         Amylkar D. Acosta
·         Departamentos

*Director ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos (FND)
@amylkaracosta


sábado, 29 de octubre de 2016

Este sistema politico sin mermelada no funciona Rudolf Hommes

http://linkis.com/lasillavacia.com, 28 de Octubre de 2016

Rudolf Hommes - Foto ProBarranquilla
La Red Líder: ¿Le gustó el proyecto de reforma tributaria?
Rudolf Hommes: No lo he entendido. Ver que un artículo reemplaza otro artículo en otra reforma, se vuelve una tarea que no se puede hacer en un rato o en una noche. En consecuencia, no me gustó. Aquí tenemos un gran defecto. La reforma no es clara y el régimen tributario es muy confuso. Independientemente del contenido, la forma es importante.
LRL: ¿Le parece que es una reforma estructural?
RH: Pretende serlo, pero no la considero estructural.
LRL: El principal obstáculo de una reforma tributaria es resistir la presión de sectores económicos. Usted intentó pasar un aumento de impuestos a la cerveza. ¿Los tiempos han cambiado?
RH: No logré pasar un aumento de impuesto a la cerveza. Tuvimos que retirar el proyecto. Pero lo que quería hacer era bajar los impuestos de la cerveza y de los cigarrillos porque había contrabando. Eso fue lo que me causó problemas. Fue la primera vez que un Ministro de Hacienda quiso bajar los impuestos. Por ello, me hicieron una guerra. Nunca lo entendí. Pero como dicen: ‘dejar que esos perros que están durmiendo, sigan durmiendo’.
LRL: ¿Considera que la reforma puede conseguir enrutar la economía hacía un modelo post petrolero, que desarrolle el potencial económico del país?
RH: Podríamos hacer una reforma tributaria que hiciera eso, pero ésta no es.
LRL: Como Ministro de Hacienda hizo incrementos fuertes del IVA. ¿Piensa que este nuevo incremento es exagerado, o que no ha debido pasar tanto tiempo entre este y los que usted hizo a principios de los años 90?
RH: Lo que hicimos fue rebajar los aranceles porque aquí había una economía sobreprotegida. El arancel promedio era del orden del 70% y había productos en régimen de prohibida importación o de licencia previa. Era un círculo y lo que hicimos fue acabar con eso. Eso le quitó muchos recursos al Estado. Lo que antes pagaba la gente como arancel, se lo cambiamos por IVA. No fue un incremento tan grande de los impuestos porque hubo una sustitución ¿Por qué lo hicimos? Para tener la apertura y no desfinanciar al Estado. El impacto fiscal no fue tan grande, lo subimos bastante y esto me hizo muy impopular.
LRL: Como Ministro de Hacienda tuvo como obsesión la modernización de la economía colombiana ¿Qué tanto cree que se ha modernizado la economía?
RH: Se ha modernizado mucho. No tuvimos éxito del todo. Después vinieron gobiernos que trataron de acabar con el sistema. No lo pudieron destruir del todo y me mortificó que a mucha de la gente del equipo le dio pena haber sido parte de la apertura. Me quedé con el muerto, siempre lo defendí. Ahora han aparecido coprotagonistas, pero hubo un momento en que decían ‘yo no tuve nada que ver con eso’. Si bien la política económica no tuvo todo el éxito, sí fue importante.
Hay muy pocos que pagan impuestos y muchos de los que pagan impuestos, evaden o eluden. RUDOLF HOMMES
Hay muy
RUDOLF HOMMES
LRL: ¿Considera que la “confianza inversionista” fue más que el boompetrolero?
RH: Hubo muchos incentivos. En el gobierno de Uribe hubo una política decidida para atraer inversión. Alguien puede criticar el método, pero hubo una política pro inversión. Parte de ella coincidió con el boom petrolero.
LRL: Los precios del petróleo volverán a subir en meses o años ¿Qué debemos hacer para no incurrir en una nueva enfermedad holandesa?
RH: Las lecciones están aprendidas en otros países. Hay que congelar muchos de esos recursos. Aquí nunca lo hicieron. Hicieron un fondo pero no lo dejaron crecer. En los países que tienen bonanzas de algún producto minero o natural, la forma como evitan que esto les impida crecimiento es retener las ganancias e invertirlas cuando están bajos los precios. Eso no lo hicimos y es lo que debimos hacer. Si volviera a pasar deberíamos hacerlo, pero no lo vamos hacer porque el sistema político colombiano no está organizado para ser responsable.
LRL: ¿El hecho de que Colombia recaude tan pocos impuestos -menos de 15 por ciento del PIB- se debe exclusivamente a un problema de pobreza de la sociedad, o a que muy pocos pagan impuestos?
RH: En parte es pobreza. Hay muy pocos que pagan impuestos y muchos de los que pagan impuestos, evaden o eluden. Es decir, tenemos tasas de evasión muy altas, 30 por ciento en el IVA y más o menos lo mismo en renta. Lo que eso indica es que la solución no es subir las tarifas al 19 por ciento, sino reducir la tasa de evasión. Ahora ¿cómo hacerlo? No sé, pero lo lógico sería eso.
LRL: ¿Cuáles cree que son las principales causas de la desigualdad en Colombia?
RH: Somos una sociedad que históricamente ha sido desigual. A la gente que tiene el poder y sus beneficios le cuesta mucho trabajo soltarlo. En este momento lo estamos viendo. Es decir, el NO en gran parte es porque hay gente que no quiere soltar lo que tiene.
No se me olvida la época con Pablo Escobar. Hubo gente de mi círculo social que decía que Colombia era el mejor vividero del mundo, mientras que en el exterior éramos ‘un país fallido’. Aquí no nos habíamos dado cuenta de eso. En mi caso, me pusieron una bomba porque era ministro, pero si no hubiera sido así, nunca me hubiera pasado nada. Aquí estamos aislados. Tenemos una serie de privilegios increíbles. Tenemos conductores, servicio doméstico, niñeras, eso nos parece lo más natural y no queremos cambiarlo.
LRL: Usted era el mayor neoliberal del país, por lo que se le asociaba con una tendencia política de derecha. Sin embargo, en temas sociales y políticos se ha revelado como liberal ¿Es evolución o complementariedad ideológica?
RH: No. Hice un discurso cuando fui ministro bastante amplio, pero los medios intelectuales dijeron que era un discurso de derecha. Un poco mi explicación de por qué hice la apertura, era porque aquí había mucho privilegio y ésta era una forma de hacer la sociedad un poco más igualitaria. Eso le dice uno a cualquiera de los que han sido víctimas.
Lo que hice fue intentar acabar con privilegios. Por ejemplo, traer un computador era una desgracia, había que traerlo prácticamente de contrabando. No me considero tampoco de izquierda, soy una persona liberal. Esa es mi manera. Una persona liberal no en el sentido clientelista sino liberal de pensamiento.
LRL: ¿Cómo es ser el “odiado neoliberal” durante casi tres décadas?
RH: Aquí la sabiduría es proteger la industria nacional y realmente eso crea una alianza entre la izquierda y el capitalismo extremo, el capitalismo monopólico. Porque al que le conviene eso es al monopolio. Aquí había ciertos monopolios y unas ventajas laborales, y es que la gente que trabajaba para la política, estaba mejor que los demás.
Pensé que esto no podía ser así. Esto simplemente le daba algunas migajas de privilegio a aquellos que tienen, y a aquellos que usan eso como pretexto para mantenerse. Toda la defensa del proteccionismo extremo es un poco eso. Por un lado, que no damos empleo. Al mismo tiempo estamos cobrando tarifas muy altas y por otro lado, piden que haya competencia y desarrollo.
LRL: ¿Qué opina de que un Ministro de Hacienda tenga aspiraciones presidenciales?
RH: Me parece natural. Lo que no debe hacer es actuar como candidato. Es decir, siempre he pensado que uno a veces es el que maneja su propia ética. Uno tiene que tener límites.
Si uno quiere ser presidente, como dice Uribe, ”hay que posponer el gustico”. Eso lo creo firmemente.
No creo que esté mal que un ministro tenga aspiraciones presidenciales. Ahí está Juan Manuel Santos. Tuvo aciertos importantes como ministro, también errores como hemos tenido todos. Pero aciertos importantes. Nos ayudó con la descentralización, y era candidato. Me gusta eso de él y nadie habla bien de Santos. Santos lee mucho sobre Churchill, Roosevelt y Julio César.
El hecho es que tiene muchos modelos y sentido de responsabilidad. Alguien que quiere ser presidente y es ministro de hacienda, va a ser impopular hasta cierto punto. En el Ministerio de Hacienda nunca pasa nada bueno. Todo es malo.
LRL: ¿Cree que los economistas han perdido espacio frente a los políticos?
RH: Dejaron de opinar. No sé qué están haciendo los economistas, pero no están activos. Eso es culpa de ellos.
LRL:¿Qué opina de la falta de relevo generacional? Los protagonistas del momento fueron compañeros suyos de gabinete, Humberto de la Calle y Juan Camilo Restrepo ¿O es que esa generación fue especialmente destacada y por eso sigue influyendo en los temas cruciales?
RH: Todas las generaciones somos víctimas. Cuando nosotros teníamos 22 años menos, entonces era López Michelsen que no dejaban actuar. Ya hay gente joven que está funcionando, pero hay que ver cómo los viejos dan más espacio. Esto no es nuevo. Admiraba mucho a Alfonso López, porque era muy inteligente. Pero siempre estaba ahí en el panorama, entonces era el único que hacía pensar a los colombianos y a uno nadie le paraba bolas.
LRL: ¿Desde la perspectiva histórica, la política económica de Gaviria terminó siendo regresiva o redistributiva?
RH: Contribuyó tal vez sin desearlo, a la concentración. Todas las políticas aperturistas tienden a eso. Ahora, defiendo que lo que había antes era detestable porque la ‘gente de bien’ tuvo ese privilegio. El resto de la gente se tuvo que aguantar.
LRL: ¿Cómo calificaría la política económica de los siguientes ex presidentes: Santos, Uribe, Pastrana, Samper y Gaviria?
RH: Me parece que Santos y Gaviria -y estoy incluido en lo de Gaviria- hicieron algo importante en política económica. Desde Gaviria, hasta que llegó Santos, nadie había vuelto a hacer nada importante.
Uribe fue muy importante porque puso orden, pero después se enamoró del poder. Le tengo mucha admiración, pero debería tener un poco de contención y mesura.
Pastrana trató de hacer la paz. Lo traicionaron, confió demasiado en las Farc y no le respondieron. Lo que hizo fue admirable, una voltereta de 180 grados y armó una política de contención de la guerrilla que ha tenido resultados. Sin Pastrana, Uribe no hubiera tenido tanto.
Samper me lo salto.
LRL: De los presidentes recientes, dos habían sido ministros de hacienda, Gaviria y Santos ¿Cuál le ha parecido mejor economista como presidente?
RH: La gran admiración que tengo por Santos es por la paz. No creo que hubiéramos podido hacer la apertura de la paz con otro presidente. Esto de la paz ha sido tan trascendental que me volví un fanático de la paz, no quiero ser fanático pero es que si no tomamos la oportunidad ahora, esto no va a volver en 30 años. Gaviria entendía lo que estábamos haciendo en materia económica y en el discurso de posesión le dio un giro a todo.
LRL: La mermelada es una de las palabras políticas más poderosas actualmente ¿Considera que es de doble moral satanizarla en un sistema político clientelista, o es posible la gobernabilidad en la Colombia actual sin mermelada?
RH: Todos hemos sido responsables de eso. Que venga el primer Ministro de Hacienda y tire la primera piedra a decir que no. El problema no es la mermelada. El problema es el sistema político: está construido de manera que sin mermelada no funciona. No es mermelada de recursos, es todo. ‘Que nombren una gente incompetente en cargos solo porque es fulanito. Que no pueden quitar a alguien que es ladrón, porque es de zutanito’.
Simplemente aguantamos una inmoralidad que nos perjudica porque todo eso va en contra del crecimiento y desarrollo, no solamente económico sino político. Por ejemplo, por qué fui galanista. Mal que bien fue el primero que vino y dijo ‘ese está mal de chompa’. En su momento no lo entendí. Siempre me arrepentí de eso. Como no entendí que eso es tan claro. Lo que no nos deja progresar es nuestro sistema político.

El problema es el sistema político: está construido de manera que sin mermelada no funciona.
LRL: ¿Qué opina de que el sector privado, y especialmente el empresarial se considere impotente ante el clientelismo? 
RH: En parte es cierto que es impotente ante el clientelismo. No estoy de acuerdo que el principal beneficiario del sistema sea la empresa. Hay empresas que tienen beneficios gigantescos y que por su mismo poder económico pueden manejar a los políticos. Entonces no es que sea impotente. Producen su propia mermelada y la reparten. Pero eso es actuando dentro del sistema.
El sistema alimenta a los políticos. La gente no se da cuenta todavía que la empresa estatal es de algún político. Cuando hay la gran controversia es porque a ese político se la van a quitar, se la van a vender y por eso está interesado. A veces, como el caso de Isagen, no solamente el político está interesado, sino todo el esquema.
LRL: ¿Cómo calificaría al sector empresarial colombiano comparado con el de países de desarrollo similar?
RH: La mejor comparación es Corea. Corea y Colombia en 1960 tenían los mismos indicadores, eran calcados. Actualmente el empresariado en Colombia -ojalá no me gane 10 mil enemigos- es muy parasitario, muy dependiente del Estado, muy diferente a la situación actual de Corea.
LRL: ¿Qué opina del empresariado en el tema de la paz?
RH: Hay de todo. Hay empresarios muy comprometidos como Gonzalo Restrepo. Algunos de los directores del Grupo Antioqueño. Otros que están por debajo y miran cómo esto se acaba.
LRL: ¿Cómo ve el proceso de paz?
RH: Ojalá salgamos bien de esta. Es una encrucijada muy importante. Hace mucho tiempo no me comprometía tanto con algo y no le veo salida distinta a la paz. No hay suficiente gente, tenemos un movimiento pro paz, que no tiene líderes. Cuando sube alguien, ahí mismo lo cuestionan. Hay una tendencia de cangrejos. Que si alguien está subiendo lo tratan de bajar y eso es contraproducente socialmente. Por ejemplo, el movimiento estudiantil murió. Murió porque hubo gente que se destacó y otros los bajaron.
LRL: ¿Qué quiere decir?
RH: Hay muchos anticuerpos que no dejan surgir un líder. Me pasó cuando era rector de Los Andes. Pacho Santos organizó una marcha por la paz y resolví que las universidades deberíamos estar al frente y al centro de ello.
Promoví con los demás rectores que saliéramos. El día que iba a salir la marcha hubo gente enviada por enemigos políticos míos, diciendo que yo estaba tratando de capitalizarlo políticamente, entonces decidí no ir. Hay un anticuerpo social en contra del liderazgo que surge. Por eso les resulta mejor aceptar uno hereditario. Es una hipótesis, para que la trabajemos.
LRL: En su columna “Oposición a la oposición” habla de populismo de derecha, ¿a qué se refiere?
RH: El populismo de derecha es apelar a las necesidades, a las frustraciones, a los prejuicios de la gente para cumplir fines políticos.
Por ejemplo, el ex procurador. Es un extremista y muy buen político. Porque desde su punto de vista tiene su clientela y en ese sentido hay gente que cree como él, y lo ve como un redentor. Ese es el populismo de derecha. Porque es lo que quieren ellos. Mal que bien es volver a poner el Concordato, algo de ese estilo.
No se me olvida nunca, cuando era joven, que las películas italianas las prohibían y era porque en Roma las prohibían. Las francesas no, porque los curas no eran tanto allí. Aquí tuvimos en el Teatro Coliseo “La Nueva Ola”, nunca la prohibió el Cardenal. Pero “La Dolce Vita” prohibida, la daban en el Teatro Cataluña en la 51 con 7 y las colas daban la vuelta alrededor del teatro y era prohibida. Era como una propaganda.
LRL: ¿Como lo que pasa ahora?
RH: Lo que pasó ahora con Gina y con la iglesia católica me parece vergonzoso. La iglesia católica por el tema de la homosexualidad se marginó del proceso de paz. Ahora está volviendo. Recapacitaron un poco. Eso es populismo de derecha.
Populismo de izquierda es el que hace Petro. Es que va y rebaja las tarifas de agua para los más pobres, eso está bien. Pero eso que capitaliza él, es para que voten por él y ser presidente. James Robinson cuestiona que en lugar de populismo es clientelismo y eso es más costoso. Si hubiera habido populismo habría más movilidad política y social.
LRL: ¿Algún ejemplo?
RH: Creo que el peronismo es terrible. Pero hay un libro que se llama 'Surge un movimiento popular: el peronismo 1940-1949' y relata cómo subió Perón. Es un poco lo de Petro. Fue el primero que se fijó en las necesidades de una gente que estaba totalmente marginada. Eso produjo lealtad y admiración.
Cuando veo a Petro con el eslógan ‘Bogotá Humana’, creo que tenemos que hacer algo desde el centro para evitar que eso tenga tanta fuerza, y mi conocimiento de eso viene de haber visto lo que pasó con Perón.

PERFIL DE LIDERAZGO
La Red Líder: ¿Cuáles considera que son esas influencias que han determinado su estilo y motivaciones de liderazgo?
Rudolf Hommes: Me sorprende que crean que yo soy líder, porque yo soy una persona muy sola.
Inclusive mucho más joven, antes de que fuera Ministro de Hacienda, alguien me dijo: ‘cómo cree que usted solo va a poder sobrevivir’. Yo no estoy buscando a nadie. Pongo una falsa humildad.
En realidad, yo creo, ¿por qué Uribe es líder? Porque hace lo que le da la gana. En la teoría de sistemas dicen que el que tiene el poder es el que tiene más grados de libertad. Entonces los grados de libertad los establece uno, o deja que se los establezcan otros. 
LRL: ¿Cuáles fueron sus primeros rasgos o insinuaciones de liderazgo?
RH: He sido rebelde desde pequeño. Mi familia colombiana era conservadora y yo liberal. Por qué fui liberal, porque en el año 53 Laureano Gómez quería poner una constitución en la que, por tirarse a los judíos, yo terminaba siendo extranjero. Porque un hijo de extranjero, era extranjero. Oí eso por radio y me convertí en liberal instantáneamente. Mi papá, que había sido comunista en secreto -lo supe hasta hace poco- me daba libros para que leyera.
LRL: ¿Cuál es el origen regional de su familia?
RH: Paterna son alemanes y materna colombianos, de Cundinamarca. Mi mamá nació en Guatavita. Guatavita era una región pobre y emigraron a Ubaté. Allá mi abuelo fue bastante exitoso como agricultor y ganadero y de ahí surge un poco el ascenso social de la familia. 
LRL: ¿Cómo cree que maneja la inteligencia emocional?
RH: Estaba leyendo un libro que trataba de decir que hay una cierta patología en el estilo de liderazgo. Algunos de los líderes más exitosos tienen algún problema psicológico.
Cuando empecé a escribir columnas, una psiquiatra amiga mía me pregunto: ‘¿tu cómo te atreves a decir esas cosas y por qué tenemos que leerte?’. Le dije ‘no te estoy obligando a que me leas, tú me lees si quieres’. Pero digo lo que me parece.
Me salí del Ministerio de Hacienda a aventurar con un par de locos a hacer una revista económica, sin ningún apoyo financiero. Me pareció interesante y romántico. Es una personalidad que requiere tomar riesgos.
LRL: ¿Cómo describiría la cultura de liderazgo del país?
RH: Aquí hay demasiado liderazgo hereditario y no hay garantía que eso funcione. Eso es bastante conservador y retardatario. Porque se basa en el pasado. Pero la sociedad tiene eso como dado.
A mi juicio eso tiene que acabarse. Es decir, si uno mira estudios, los hijos de los premios nobel generalmente no son premios nobel. Los hijos de grandes presidentes, tampoco son grandes presidentes. Mirando el ejemplo de Estados Unidos, la señora de Obama ahora se está perfilando como candidata y me gusta. Aunque pueda ser malo para la política de Estados Unidos. Si Hillary gana -prefiero que gane Hillary y no Trump- va haber un precedente.
LRL: Desde su experiencia ¿cómo entiende un líder?
RH: Como decía la revista Alternativa, es una persona que se atreve a pensar y hacer. El líder es el que nos saca del pantano en el que estamos.
LRL: ¿A qué personas de la vida pública le reconoce liderazgo?
RH: Me parece que Humberto de la Calle es líder a su manera. Es muy claro, académico, respetuoso, constitucionalista.
Sergio Jaramillo tiene carácter, está muy bien formado y es terco a morir.
Gustavo Petro es indudablemente líder, no me gusta, hay que ver cómo no es presidente, pero es líder.
Juan Manuel Santos ha sido líder. César Gaviria fue muy importante. Álvaro Uribe es un líder indudablemente.
LRL: Y mirando hacia atrás, pensando en líderes colombianos ¿cuál le atrae?
RH: López Michelsen hizo cosas muy importantes. A mi juicio fue buen presidente.
Álvaro Gómez era líder, no era partidario de él, pero era una persona muy seria, dedicado y tenía gente que le caminaba.
Luis Carlos Galán era líder, pero por eso lo mataron, porque era una amenaza para el sistema político. En materia económica hubiera estado en desacuerdo con él.