lunes, 19 de octubre de 2015

“Hay que repensar subsidios al agua”: Departamento Nacional de Planeación

ELESPECTADOR.COM, ECONOMÍA19 OCT 2015 
Por: María Alejandra Medina C., En Twitter: @alejandra_mdn


Zona rural sería la prioridad.
Planeación Nacional recomienda fusionar empresas prestadoras de servicio de agua cuando sean ineficientes y reestructurar los subsidios en estratos 1, 2 y 3.
“Hay que repensar subsidios al agua”: Departamento Nacional de PlaneaciónEl 43 % del agua en el país se desperdicia por situaciones como tubos rotos o falta de facturación en el sistema. / Archivo
Colombia tiene cerca de 1.100 municipios, pero unos 2.800 prestadores del servicio de acueducto o alcantarillado registrados. Aun así, cerca del 30 % de la población rural no tiene acceso a ellos. Y, a pesar de que el consumo de agua promedio por hogar ha disminuido en los últimos años, al pasar de 30 metros cúbicos mensuales en los 90 a 20 metros cúbicos el año pasado, el desperdicio del líquido sigue siendo exorbitante. El 43 % del agua se pierde en promedio en el país por tubos rotos o falta de facturación. En casos críticos, por ejemplo en algunos municipios de la Costa, la cifra puede llegar al 70 %.
Hallazgos como estos fueron el resultado del estudio sectorial que la consultora Erica Ortiz, de la firma Caltiz, realizó para el Departamento Nacional de Planeación, en el marco de la Estrategia Nacional de Infraestructura, que pretende entregar recomendaciones de política pública de largo plazo en sectores como el agua, energía, gas, TIC, entre otros.
Una de las principales conclusiones es que en Colombia siguen siendo preocupantes las brechas de acceso a agua y saneamiento básico entre la zona urbana y la rural, pues mientras en las ciudades hay 97 % de cobertura de acueducto y 91 % de alcantarillado, en el campo esas cifras son 73 % y 70 %, respectivamente. Sin embargo, el censo nacional agropecuario, que cubrió sólo la zona rural dispersa del país, dio cuenta de que 42 % de las viviendas ocupadas tienen acueducto y 6 %, alcantarillado. La incompatibilidad de las cifras podrían deberse, según Ortiz, a diferencias en la metodología y a que la consultora tuvo en cuenta soluciones individuales de abastecimiento.
Ortiz llegó a la conclusión de que en el sector hay muchas empresas atendiendo mercados muy pequeños, pues se calcula que, además de las registradas, podría haber entre 8.000 y 14.000 prestadores no registrados. Por lo tanto, el Departamento Nacional de Planeación (DNP) sugirió que los entes competentes, la Superintendencia de Servicios Públicos y la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA) ejerzan sus facultades para ordenar la fusión de empresas prestadoras e “invitar” a otras a proveer servicios que, cubiertos municipalmente, incumplan las reglas de la CRA. Para lo anterior, es necesaria la elaboración de estudios técnicos que demuestren la necesidad de dar órdenes de ese tipo.
“Comparto que hay que buscar fusiones para ser eficientes”, aseguró el ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao. En últimas, se apunta a un modelo de acueductos departamentales o regionales. “El 58 % de agua no apta para consumo humano que recibe el campo es consecuencia de pequeños operadores que no tienen los recursos para hacer inversiones en mejorar el tratamiento”, de acuerdo con Simón Gaviria, director del DNP. “Al disminuir el número de operadores no se disminuye la competencia, porque igual cada municipio tiene un acueducto. Se trata de hacer inversiones para mejorar el servicio y de todas formas el costo de éste está regulado”.
Agregó que “hay que pensar redistribuir los subsidios, para que no subsidiemos el desperdicio de agua y mejorar la cobertura en zona rural”. De acuerdo con Gaviria, el subsidio que se les da a los estratos 1, 2 y 3 “es mucho más alto que el consumo promedio y hay que pensar en cómo vamos a tratar la zona rural. El modelo actual va a ser revisado, está sujeto a un estudio que estamos adelantando con la CRA”. Por su parte, Julio César Aguilera, director de la CRA, explicó que “dadas las reducciones de consumo, que han sido grandes, hay que pensar si la estructura de subsidio actual, que cobija hasta 20 metros cúbicos al mes por suscriptor, se requiere así, o si, con la reducción de consumo, se podría tomar otra medida: no subsidiar lo que no lo requiere”.
La meta es que haya cobertura universal de esos servicios públicos en el país en 2019. El objetivo, además de garantizar derechos ciudadanos, es para el ministro de Vivienda “generar incentivos para que la población se quede en el campo”. Para todo lo contemplado, como potabilización, conexiones y tratamiento, de acuerdo con la consultora Ortiz, se necesitan $44 billones en 10 años, de los cuales hay disponibilidad de $35 billones, es decir, hay un déficit de $9 billones. Según el director del DNP, en ese punto “el mecanismo de Asociaciones Público Privadas (APP) puede jugar un rol importante en el financiamiento”.
Mauricio López, vicepresidente de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones (Andesco), aseguró que el gremio ve con buenos ojos las recomendaciones del DNP. “Hay que apostar por la regionalización del servicio y además por la protección de las cuencas abastecedoras, porque de nada sirve tener sistemas de acueducto si no hay agua. Asimismo, está el gran reto del tratamiento de las aguas residuales”, agregó, refiriéndose al dato según el cual sólo el 36 % del agua se trata antes de ser vertida a las fuentes receptoras. El fin, en ese sentido, es tratar el 50 % en diez años.

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Tributación, gasto social y pobreza

ELESPECTADOR.COM, SALOMÓN KALMANOVITZ 18 OCT 2015 


Salomón Kalmanovitz
La conclusión de un informe de Nora Lustig sobre incidencia fiscal en la distribución de la riqueza en varios países del tercer mundo es negativa para Colombia.

Acá, “la política fiscal incrementa la pobreza” pues los impuestos son predominantemente indirectos y las trasferencias del Gobierno no son suficientes para neutralizar los efectos negativos del recaudo tributario. Marcela Meléndez hizo el correspondiente análisis para el país.
El gasto social en Colombia alcanza a ser el 12% del PIB, distribuidos en salud (5%), educación (4%), pensiones (3%) y transferencia directas, como familias en acción (0.5%). Todos ellos, incluyendo pensiones que favorecen en especial a políticos y magistrados, logran mejorar ligeramente el coeficiente Gini de distribución de 0.57 a 0.53. El gasto en salud, tipo Sisben, tiene un impacto positivo, al igual que el ejecutado en educación en todos sus rubros, lo que va contra el consenso de este tipo de estudios de que las inversiones en educación terciaria tienen un impacto negativo sobre la distribución y la pobreza pues favorecen a las clases medias.
El recaudo tributario de Colombia alcanza a ser 17% del PIB. Su regresividad surge de la importancia que tienen los impuestos indirectos (tipo IVA y aranceles) que suman el 7% del PIB y 6% de impuestos directos que pagan las empresas más no sus dueños. Las contribuciones a la seguridad social, que abonan patronos y trabajadores, son 2% del PIB y el resto surge de la renta petrolera que en 2014 equivalía a 3% del PIB. Al igual que en Brasil, en Colombia la pobreza aumenta después de considerar el impacto de los pesados impuestos que recaen sobre los bienes que consumen los más pobres.
Lustig resalta el hecho de que las clases medias optan por los sistemas privados de educación y de salud en los países latinoamericanos, lo que conduce al deterioro de su calidad. La razón: las personas más pobres no tienen poder político suficiente para contrarrestar los bajos presupuestos y las malas prácticas de los que capturan el sistema público, mientras que las clases medias se rehúsan a pagar los impuestos requeridos para mejorarlo.
El comportamiento del sector azucarero revela el ápice de la injusticia tributaria y social que reina en Colombia. A este cartel el Estado le ha concedido el control de las importaciones que pueden competir con ellos, lo cual les permite exprimir a todos los consumidores, incluyendo a los más pobres que consumen demasiado azúcar en sus deficientes dietas alimenticias. Se le cobran además pocos impuestos directos, sobre todo a los dueños de los ingenios que controlan muchas otras industrias. Lo que es peor es que el Gobierno les concede subsidios pagados por todos los contribuyentes, al comprarle el etanol a un precio muy superior al que tiene en el mercado internacional ($ 3.500 de subsidio por cada galón), después de que se les han dado subsidios directos para que construyan sus plantas de refinación. Toman mucho más de lo que ponen, constituyendo una especie de socialismo a la colombiana.
Según Marcela Meléndez, “el 10% más rico de la población ve reducido su ingreso en solamente 1.9% por el pago de impuestos directos (donde se incluyen el impuesto de renta y el impuesto predial)”. Esto significa que hay un amplio potencial de este estrato social para que pague mayores impuestos progresivos, como el de los dividendos que hoy está totalmente exento.
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    AGUA: Gobierno anuncia lupa a los subsidios entregados a la población

    ELESPECTADOR.COM, ECONOMÍA 19 OCT 2015 

    Dispersión de empresas de acueducto hace necesaria la fusión de algunas de ellas, dice Planeación Nacional.

    Gobierno anuncia lupa a los subsidios entregados a la población

    Foto: Bloomberg News
    Los subsidios en los diferentes sectores va a ser evaluados por Planeación Nacional.
    Un fuerte revolcón en la función que cumplen los subsidios y la población a los que van dirigidos anunció el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
    Sin ofrecer mayores detalles sobre el tema, el director de Planeación Nacional, Simón Gaviria, hizo el anuncio al momento de explicar sobre la situación del suministro de agua potable en el país.
    Teniendo en cuenta que el promedio de pérdidas de agua en el país es del 43 por ciento y que el 58 por ciento de la población atendida por empresas con menos de 2.500 suscriptores no recibe un líquido apto para el consumo humano, es urgente revisar los casos más críticos de coberturas y ordenar la fusión de algunas empresas del sector, dice el informe de Planeación Nacional.
    “Con el fin de garantizar el acceso de toda la población a los servicios de acueducto y alcantarillado, reducir la atomización de las empresas que lo administran y promover la regionalización, es urgente revisar los casos más críticos de coberturas y que la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA) ordene la fusión de algunas empresas del sector”, precisó el director de Planeación Nacional, Simón Gaviria.
    Indica Planeación Nacional que actualmente están registrados ante la superintendencia de Servicios Públicos 2.763 prestadores del servicio de acueducto y alcantarillado, que atienden alrededor de 8,7 millones de suscriptores en el país.
    Mientras que la cobertura de acueducto en el área urbana es de 97,2% en rural es de 73,3%; por su parte la cobertura de alcantarillado es de 91,2% y 69,9% respectivamente. Las regiones que presentan coberturas de acueducto en áreas rurales por debajo del promedio nacional son la Caribe (56,3%) y la Pacifica (69,6%), destaca el informe de prensa.
    Precisamente es la CRA quien tiene la facultad de ordenar la fusión de empresas cuando haya estudios que demuestren que ello es indispensable para extender la cobertura y por su parte, la Superservicios puede invitar a empresas para que asuman la prestación del servicio cuando un municipio que preste en forma directa incumpla las normas de calidad exigidas por la CRA. Actualmente, el 20 por ciento de los prestadores son Empresas Industriales y Comerciales del Estado o prestan el servicio directamente a través de los municipios, recuerda Planeación.
    Uno de los casos críticos para el sector es el de la pérdida de agua que en el país presenta índice promedio nacional del 43 por ciento.
    “Mientras que apenas el 6 por ciento de la población atendida por empresas con más de 2.500 suscriptores no recibió agua apta para el consumo humano, este porcentaje es del 58% en los prestadores con menos de 2.500 suscriptores”, explicó el director de Planeación.
    Un estudio identificó necesidades de inversión para los próximos 10 años por 44 billones de pesos para financiar la ampliación de coberturas universales en áreas urbanas y rurales, conexiones intradomiciliarias, potabilización de agua, y tratamiento del 50 por ciento de las aguas residuales, dice Planeación Nacional.
    “El Gobierno Nacional debe formular un Plan de Inversión Nacional Sectorial donde se prioricen las necesidades de inversión de acuerdo con el tamaño y condiciones de los municipios y donde el mecanismo de Asociaciones Público Privadas (APP) puede jugar un rol importante en el financiamiento”, dijo Gaviria Muñoz,
    En este propósito existen recursos públicos que pueden utilizarse para proyectos de agua y saneamiento básico en los próximos 10 años a través de APP, lo que además de calidad asegura la oportunidad del servicio en muchos municipios del país.
    Además del documento de agua y TIC, los estudios restantes de la Estrategia Nacional de infraestructura, elaborados con apoyo del Banco Mundial, se conocerán en los próximos meses y tienen que ver con los sectores de transporte, aseo, energía, gas y minería, entre otros.
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