viernes, 30 de enero de 2015

Proyectos que reciben regalías serán revisados

PORTAFOLIO.CO, Enero 29 de 2015 -



Un 30 por ciento de los recursos aprobados para proyectos por el Sistema General de Regalías será destinado al sector transporte, mientras que un 13 por ciento irá a ciencia y tecnología.

Ante la descolgada del precio del crudo y la reducción de recursos derivados de la actividad energética, Planeación Nacional priorizará las iniciativas que deberán aprobarse en los Ocad.

Aunque el Gobierno es consciente de que dejará de recibir este año cerca de $9 billones por cuenta de la caída de la renta petrolera –lo cual afectará el volumen de regalías destinadas a los municipios y departamentos–, dejó claro que un fondo de estabilización que tiene la Nación servirá para evitar la parálisis de los proyectos que se financian con los recursos derivados de la actividad minero-energética.
Según las cuentas que tiene el ministro de Hacienda y Crédito Público, Mauricio Cárdenas Santamaría, en el Fondo de Estabilización y Ahorro del Sistema General de Regalías (creado en julio del 2012) se han reservado $6 billones para coyunturas como la actual, marcada por una reducción de más del 50 por ciento en la cotización del barril de petróleo.
“El país está bien preparado y tiene cómo asimilar esta nueva realidad. Hay que asumir esa reducción (de los ingresos petroleros) con un poco de endeudamiento para no incurrir en una reducción abrupta de la inversión pública”, reiteró Cárdenas ayer en Cartagena.
Pese al parte de tranquilidad que ha dado el ministro, la próxima semana en el Departamento Nacional de Planeación (DNP) se hará una evaluación del impacto petrolero sobre las regalías. En esa discusión se hará una priorización de las obras que son aprobadas a través de los Órganos Colegiados de Administración y Decisión (Ocad), creados tras la reforma a las regalías en el 2012.
Manuel Fernando Castro, subdirector territorial del Departamento Nacional de Planeación, le contó a este diario que dentro de las cuentas de la entidad está claro que hacia el año siguiente “habrá una reducción en los recursos. Existirá una afectación de la cual ya estamos haciendo los cálculos. El ministro de Hacienda ya había manifestado que habrá que hacer ajustes”.
El subdirector explicó que en la ley bienal de regalías, que fue aprobada a finales de diciembre del 2014, se señala que “el DNP definirá los criterios de priorización de los proyectos que se aprueben en los Ocad. Vamos a definir las iniciativas que tengan el mayor impacto en departamentos y municipios”.
Lo anterior, explicó Castro, significa que por ejemplo en la Región Caribe –en la que hay temas prioritarios como atender la pobreza extrema–, se dará mayor importancia a iniciativas enfocadas a agua y alcantarillado. Esta estrategia, agregó, ayudará a optimizar los recursos en los departamentos y municipios del país.
“Con la reducción de los precios del petróleo se sentirán los efectos en los municipios, pero no puede ser que en la financiación de los proyectos vayan a decir que se hará un recorte sustancial. Para eso se creó un fondo de estabilización que tiene $6 billones”, dijo el presidente de la Federación Colombiana de Municipios (Fedemunicipios), Gilberto Toro, quien señaló que los recursos para las iniciativas del 2015 en todo el país ya deberían estar garantizados por el Gobierno.
De acuerdo con las cifras de un reporte del Sistema General de Regalías, durante el año pasado los departamentos (productores y no extractores de hidrocarburos) aportaron al Fondo de Estabilización cerca de US$891 millones (cerca de $1,8 billones).
Según la Ley 1530 del 2012, hasta un 30 por ciento de los ingresos del Sistema General de Regalías irán a alimentar el Fondo, el cual ayudará a estabilizar la inversión y “mantendrá estable el gasto público”. Esto significa que los proyectos regionales que reciben recursos de las regalías no sufrirían ajustes bruscos en su financiación.
LA EJECUCIÓN DEL SGR
De acuerdo con un reciente informe del Sistema General de Regalías (SGR), desde julio del 2012 el valor de los proyectos aprobados en el país con estos recursos asciende a $13,82 billones.
Entre tanto, las apropiaciones totales reportadas por el SGR son de $17,6 billones.
Dentro de la suma de proyectos aprobados, según el SGR, el 30 por ciento de los recursos va para el sector transporte; el 13 por ciento, para ciencia; un 12 por ciento, para educación, y un 8 por ciento para agua potable.
RECURSOS LIGADOS AL PETRÓLEO SEGUIRÍAN DISMINUYENDO
Una investigación publicada el mes pasado calcula que a 2024 las regalías caerán en $4 billones.
Un reciente estudio elaborado por Fedesarrollo advirtió que el país debería prepararse desde ya para una tendencia de decrecimiento de los ingresos por regalías en la próxima década.
Los cálculos de este centro de investigación económica y social fueron construidos a partir de las estimaciones en materia de precio internacional del barril de crudo, producción esperada y tasa de cambio.
“En 2015 el escenario medio proyecta menores ingresos de regalías con respecto a 2014 en cerca de $1 billón debido a la caída esperada en los precios internacionales del crudo”, señala el informe.
Además, Fedesarrollo calcula que para los siguientes años la caída se acentuará. Así las cosas, mientras pronostica que en el periodo 2015-2016 se recibirán aproximadamente $13,2 billones por cuenta de regalías, para el lapso 2017-2018, los ingresos por este concepto bajarían a cerca de $9,3 billones.
Este escenario medio, que de acuerdo con el organismo es el de mayor probabilidad de ocurrencia, es inferior con respecto a los cálculos hechos por el Gobierno.
“Esta reducción implica que para el 2024 las regalías asociadas con la producción de petróleo serían inferiores en $4 billones a las generadas en el 2014 de acuerdo con el escenario medio. En el escenario alto se reducirían en $2,9 billones y en el escenario bajo, en $5,3 billones”, explica el informe.<EM><EM>
De cumplirse el escenario medio de Fedesarrollo los fondos de desarrollo y compensación regional perderían casi la mitad de sus fuentes de financiación, lo que podría en riesgo la inversión pública en las regiones del país.
hecsan@eltiempo.com
nohcel@portafolio.co

jueves, 29 de enero de 2015

QUE FÁCIL ES HABLAR...PERO QUE DIFÍCIL ES MIRARSE POR DENTRO...?

JUAN JOSÉ ORREGO LÓPEZ

Twitter: ‏@orregojj 



AL RESUMIR UNOS PLANTEAMIENTOS DE  5 SENADORES, DAVID BARGUIL, HORACIO SERPA U., IVAN DUQUE, ANTONIO NAVARRO, ÁNGEL CUSTODIO,  DEFINITIVAMENTE SE CONFIRMA:.... 
QUE FÁCIL ES HABLAR Y PROPONER......PERO QUE DIFÍCIL ES, ANALIZAR, MIRARSE  A SI MISMO POR DENTRO Y SU ALREDEDOR...?
SENADORES:..CON ESA MISMA VOZ E INTENCIONES QUE EXPRESAN, MANIFIESTAN O RECLAMAN AL PRESIDENTE, DE  COLABORACIÓN A LOS COLOMBIANOS EN VENEZUELA, ..DE ENSAYAR Y VIVIR CON EL SALARIO MÍNIMO, ..METER  Y CAMBIAR GAMBETAS DE FÚTBOL POR ECONÓMICAS, ANALIZAR PAÍSES Y SU SITUACIÓN ECONÓMICA Y NO EL NUESTRO O MONTAR Y MANEJAR UN TAXI APROVECHANDO QUE ESTA EN VACACIONES Y EL PUEBLO TRABAJANDO,......, ...HOY EXISTEN MÁS DE 47 MILLONES DE COLOMBINOS, QUE SOLICITAN Y CLAMAN A USTEDES Y DEMÁS CONGRESISTAS DE TODOS LOS PARTIDOS, MÁS JUSTICIA Y EQUIDAD, SOLUCIONES Y NO TRABAS,

... PIENSEN EN EL DAÑO QUE HACEN CON EL SILENCIO QUE GUARDAN, NO SOLO A LA NACIÓN, SUS FINANZAS Y A LOS QUE LOS ELIGIERON.....ANALICEN, QUE ESOS PRIVILEGIOS, BENEFICIOS Y EXCEPCIONES MILLONARIOS QUE DISFRUTAN SOLO USTEDES, ...HOY POR COLOMBIA EXISTEN MILES DE CIUDADANOS QUE BUSCAN POR TODOS LOS MEDIOS DE CONTAGIARSE O APRENDER DE LO MISMO QUE USTEDES O UNOS HACEN, ES DECIR, GANAR Y DISFRUTAR DE ESOS MILLONES FÁCILMENTE, ... SIN TRABAJAR, HAY EXCEPCIONES,...,, ¿QUE SERA  DE COLOMBIA SIN TRIBUTOS Y RECURSOS,   PARA CUMPLIR SUS OBJETIVOS CONSTITUCIONALES..O ENREDOS JURÍDICOS PARA BENEFICIAR A UNOS POCOS...?  ..
...CUANTO DE ESOS DINEROS, HOY BENEFICIARÍAN A ESOS COLOMBIANOS DESEMPLEADOS, SIN HOGAR,  A LAS CÁRCELES, DESPLAZADOS, PENSIONADOS, A LA JUVENTUD, HOSPITALES, A DIFERENTES REGIONES DEL PAÍS, A LAS ESCUELAS Y HOSPITALES.....? 

UN CORDIAL SALUDO,

JUAN JOSÉ ORREGO L.

Regaño azul a Santos

ELESPECTADOR.COM,  POLÍTICA 28 ENE 2015 

El jefe del Partido Conservador, David Barguil, le solicitó al presidente Juan Manuel Santos buscar la forma de proteger los derechos de los colombianos que actualmente viven en Venezuela y que se están viendo afectados por la crisis política, económica y social que padece el vecino país.
Regaño azul a Santos

David Barguil, presidente del Partido Conservador. / Archivo
Asimismo, anunció que la colectividad azul citará a debate en el Congreso a la canciller, María Ángela Holguín, para que explique qué ha hecho en asistencia y protección para ellos.
“La crisis económica y social que esta viviendo Venezuela está afectando a más de cinco millones de colombianos que viven allá. No es un secreto que hay escasez de bienes y servicios de primera necesidad y las autoridades venezolanas prefieren atender las de los venezolanos, maltratando con esa discriminación a los colombianos (...) el Gobierno no puede ser indiferente al dolor y al sufrimiento de estos compatriotas, que constituyen la población más grande de nacionales en el exterior”, señala Barguil en su misiva.
El presidente del conservatismo aseguró además que hoy los colombianos que viven en Venezuela esperan que el Gobierno los defienda y que no guarde silencio ante los atropellos, muchos de los cuales le fueron revelados al expresidente Andrés Pastrana en el reciente viaje que hizo a Caracas para visitar al detenido líder opositor Leopoldo López, algo que finalmente no se dio por la negativa del gobierno de Nicolás Maduro. “Los colombianos en el exterior no son solo votos y remesas, sino apoyo del Gobierno, el cual no actúa (...) estaremos atentos a las acciones concretas que tome su gobierno con el fin de solucionar la crisis humanitaria que ya se ve venir en Venezuela”, concluye Barguil en la carta al jefe de Estado.
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Entre el voto y las maniobras: refrendación popular del acuerdo de la Habana

razonpublica.com, por Hernando Gómez Buendía Lunes, 26 Enero 2015

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Constituyente, “congresito”, referendo, papeleta adicional....o no hacer nada. Qué hay detrás de las propuestas para que el pueblo refrende los acuerdos de paz, y por qué se enreda tanto nuestra clase dirigente.  


Mala idea

Aun cuando faltan los puntos más difíciles (en especial el de perdón o cárcel para los ex guerrilleros) y aun cuando la firma puede demorar bastante, hoy casi todo mundo piensa que el gobierno y las FARC llegarán a un acuerdo “final” para acabar el conflicto. Pero entonces podría esperarnos el paso más complicado: la ratificación del acuerdo por parte de los ciudadanos.  
Yo creo que ese paso no es en verdad necesario, y que las fórmulas posibles para darlo son conceptualmente erróneas y peligrosas para tirios y troyanos. 
Yo creo que ese paso no es en verdad necesario, y que las fórmulas posibles para darlo son conceptualmente erróneas y peligrosas para tirios y troyanos. Entiendo sin embargo el atractivo conceptual y político que hay en pedir que el pueblo soberano – como repite al presidente Santos- “tenga la última palabra” sobre un asunto de tanta trascendencia. Y en todo caso el gobierno, las FARC, los partidos y la opinión coinciden hoy en que este paso debe darse, de manera que en este y en un próximo artículo me propongo ofrecer algunas luces sobre los qué, los por qué y los cómo de la refrendación popular del acuerdo de La Habana.             

La derrota

Para quienes creemos en la paz negociada, para las FARC y (al menos en principio) también para el gobierno, una derrota del acuerdo en las urnas sería un revés supremamente duro. Salvo en el caso improbable de que las FARC dejen las armas antes de que el acuerdo “final” llegue a ser definitivo, esta derrota implicaría que la guerra prosiga con todos sus horrores, que los guerrilleros no pudieran volver a la política, y que se hundiera el proyecto histórico de Santos. 
Y sin embargo el pueblo colombiano no parece dispuesto a refrendar el acuerdo:
· Por una parte está la minoría “dura¨ que simplemente se opone a negociar y cree que el camino es seguir la escalada militar hasta extinguir la guerrilla.
· También están los que ganan con la guerra, o los que tienen que perder con los puntos concretos del acuerdo (tierras, verdad  histórica, apertura política…).
· Y sobre todo está la mayoría que muestran las encuestas, la que desea “paz sin impunidad” es decir, la que pretende negociar la paz sin costo alguno.

Ética, democracia e historia

En términos analíticos, estamos pues ante un problema complicado:  
· Primero y ante todo, estamos ante el infantilismo moral de la mayoría de los colombianos. La ética de los adultos se basa en reconocer que los valores son diversos y no siempre compatibles (es el “pluralismo moral”, o incluso el “politeísmo axiológico” del que hablan los filósofos). La libertad, la responsabilidad y la dificultad de un juicio o una decisión ética consisten precisamente en sacrificar algo -o mucho- de un valor  para logar otro valor (justiciaversus paz, en este caso).   
· Segundo -y también de fondo- estamos ante el peor riesgo de la democracia: que la mayoría puede (y hasta suele) equivocarse, o que la gente vota por motivos que (al teórico) le parecen deleznables. Esta dificultad -tan vieja como Platón- es la crítica más seria que se ha hecho al sistema democrático y la mejor defensa del elitismo o del autoritarismo. Pero en el aquí y ahora de la política colombiana, este hecho justifica el temor de someter el acuerdo al voto popular -y explica las maniobras de todos los sectores para encauzar o pre-orientar ese voto hacia el “sí” o hacia el “no”.  
· Tercero, estamos ante el desafío de traer al centro del sistema político un conflicto que siempre fue marginal al sistema político. Me explico: lo raro -y lo esencial- del “caso” colombiano consiste en que las FARC-EP son un “ejército del pueblo” al que detesta el pueblo o, como dije en otra parte, que “las FARC son un gigante militar y un enano político”. Este hecho (que explica la duración, degradación y dificultad para salir del conflicto) viene ahora a complicar la refrendación popular del acuerdo: (1) porque el repudio masivo de las  FARC sesga de entrada a los votantes hacia el “no”, y (2) porque la mayoría de la gente no se siente representada o implicada en asuntos que afectan sobre todo a las “regiones apartadas” (combates, muertos, tierras, cultivos ilegales…); para apretarlo en otra frase: la refrendación popular implica que quienes decidirán no tienen mucho interés en el asunto.
Esa “rareza” del caso colombiano condiciona y afecta el alcance y las implicaciones de cada una de las fórmulas en boga para que el pueblo “diga la última palabra” sobre el Acuerdo de La Habana. Por razones de extensión, me ocuparé ahora de la constituyente y el “congresito” es decir, de la “refrendación” mediante un cuerpo colegiado. En una próxima edición volveré sobre el voto popular directo (referendo, papeleta adicional…), y sobre  la opción que a mi modo de ver es la mejor: no refrendar el acuerdo.      

Puesto de votación en el departamento del Chocó.
Foto: Registraduría Nacional del Estado Civil

La propuesta de las FARC

El forcejeo sobre cómo hacer que el pueblo “tenga la última palabra” viene de mucho antes del proceso de La Habana.
Jacobo Arenas, cofundador de las FARC, habló a menudo de una constituyente, inspirada a su modo en la Asamblea francesa de 1789 o en la duma rusa de 1917, cuerpos estos que sirvieron como antesalas de aquellas revoluciones; y en 1993, durante su Octava Conferencia Nacional, las FARCformalizaron la idea de una Asamblea Nacional Constituyente que diera vida al “Gobierno de Reconstrucción y Reconciliación Nacional”.
Estamos ante el desafío de traer al centro del sistema político un conflicto que siempre fue marginal al sistema político. 
Dado el peso obsesivo de la historia en su modo de pensar, no es extraño que las FARC sigan hablando de la constituyente como el “mecanismo para la refrendación de los acuerdos” previsto como punto 6.6 de su Acuerdo inicial con el gobierno Santos. En diciembre de 2013, la delegación de la guerrillapropuso que esa asamblea – de 141 miembros- estuviera integrada por
·  Las FARC, con un número pre-asignado (y por supuesto elevado) de curules;
· Representantes elegidos en “circunscripciones especiales” por los campesinos, indígenas y afros, sindicatos, víctimas del conflicto, militares retirados, mujeres “organizadas”, estudiantes, LGTBI y colombianos “residentes, refugiados o exiliados en el exterior”, y
· “Los demás miembros escogidos a través de elección general y directa”.
Si añadimos que “la Constitución resultante de esta asamblea será el verdadero tratado de paz”, queda claro que las FARC siguen pensando en un cuerpo donde tengan mayoría -o por lo menos muchísimo poder- y que además pueda hacer reformas más allá de los acuerdos de La Habana. Solo que ahora la idea es todavía menos realista que en los tiempos de Jacobo Arenas:
· Porque las FARC están debilitadas, y no pueden aspirar a demasiados escaños; 
· Porque la Constitución (artículo 376) expresamente exige que una constituyente sea “elegida por el voto directo de los ciudadanos”- no por las organizaciones sociales- y, sobre todo,
· Porque los acuerdos temáticos de La Habana precisamente sustituyen la Asamblea (vale decir que si los acuerdos son obligatorios sobra la constituyente, y si la constituyente es soberana sobran los acuerdos).

Las propuestas de Uribe

Pero sucede que en Colombia la oposición no es la izquierda sino Uribe, y que una  asamblea constituyente le serviría mucho a él. Uribe también tiene su historia, que pasa por la propuesta de una constituyente para reformar la justicia y -de modo más directo- para que le autorice una nuevareelección presidencial. Por eso al senador  le sonó muy bien la idea de una “asamblea libre para aprobar, improbar o modificar los acuerdos”- pero cargando los dados en contra del acuerdo y de las FARC, porque su constituyente:
· “Tomaría decisiones en salvaguardia de los valores democráticos”
· Sesionaría “siempre y cuando el grupo terrorista hubiera ya entregado las armas”- y, sobre todo,
· Sería elegida por el voto directo de los ciudadanos, quizá con un modesto cupo para los ex guerrilleros.
Lo de la nueva reelección puede esperar, pero ahora existe el riesgo de que una constituyente desbordara su mandato (como pasó con la de 1991), de manera que Uribe decidió cambiar la asamblea por un “un órgano legislativo transitorio, de elección popular, con la previa y verificada entrega de armas y desmovilización de la Farc, sin la posibilidad de que participen responsables de crímenes atroces, para la discusión, aprobación, rechazo o modificación de los acuerdos de La Habana”.
El “congresito” de Uribe mantiene pues las cargas en los dados, y les agrega otras dos:  
· Que los acuerdos no podrán modificar ni conducir a cambios en la Constitución,
· Que las FARC no podrán incluir en su bancada a los autores de crímenes atroces.    

Coincidencias y contrastes

La guerrilla y Uribe coinciden pues en buscar un escenario distinto de la mesa de La Habana para ampliar los acuerdos (las FARC) o para recortarlos (Uribe), de manera que su interés esencial es el mismo: tener la mayoría o el control de la constituyente o  congresito.
· El cálculo de las FARC es evidente: sus delegados y los voceros de los movimientos populares tendrían la voz cantante (y la posibilidad de escribir otra Constitución);
· Los cálculos de Uribe son más sofisticados. El voto popular daría una gran mayoría a los partidos de centro-derecha. Lo que es más importante: la abstención sería altísima porque las maquinarias no se mueven por ideas (como se vio en 1991- la menor tasa de votación en la historia-), el “voto  de opinión” decidiría, y la bancada de Uribe sería enorme. Con esta añadidura: que la abstención para un congresito sería aún mayor que para una constituyente, porque tendría poderes más limitados.           
Uribe y las FARC también coinciden en que un grupo organizado, aún minoritario,  pesa mucho en un cuerpo colegiado. Pero sus vías contrapuestas para agrandar o “inflar” sus bancadas respectivas reflejan la “rareza” del conflicto colombiano: las FARC tratando de cambiar su fuerza militar por el apoyo de los movimientos populares, Uribe pretendiendo que el sistema político siga impidiendo la solución negociada de un conflicto que desde siempre ha sido  marginal al sistema político.
En su defensa de un cuerpo colegiado, las FARC y Uribe coinciden además en señalar que el texto del acuerdo es demasiado extenso, complejo e importante como para votarlo con un simple “sí” o “no”.
Lo cual nos trae a la coincidencia final entre la extrema izquierda y la derecha: que ambas quieren brincarse las reglas de juego y ambas quieren quedarse con toda la tajada.  Para convocar la constituyente de las FARC o el congresito de Uribe habría que saltarse la Constitución; y tanto el uno como el otro aspiran a re-escribir el acuerdo, no a que el “pueblo” lo “refrende”.    
Las vivezas o trampas de las FARC y de Uribe no implican por supuesto que  Santos y su gente sean ciegos ni mansos. Pero este asunto amerita otro artículo.   

*Director y editor general de Razón Pública. Para ver el perfil del autor, haga clic en este enlace.           

martes, 27 de enero de 2015

El triunfo de los mediocres

http://davidjimenezblog.com/,


Quizá ha llegado la hora de aceptar que nuestra crisis es más que económica, va más allá de estos o aquellos políticos, de la codicia de los banqueros o la prima de riesgo. Asumir que nuestros problemas no se terminarán cambiando a un partido por otro, con otra batería de medidas urgentes o una huelga general. Reconocer que el principal problema de España no es Grecia, el euro o la señora Merkel. Admitir, para tratar de corregirlo, que nos hemos convertido en un país mediocre.  
Ningún país alcanza semejante condición de la noche a la mañana. Tampoco en tres o cuatro años. Es el resultado de una cadena que comienza en la escuela y termina en la clase dirigente. Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más populares en el colegio, los primeros en ser ascendidos en la oficina, los que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los únicos que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan. Porque son de los nuestros. Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas. Sus excepciones, casi siempre reducidas al deporte, nos sirven para negar la evidencia.
Mediocre es un país donde sus habitantes pasan una media de 134 minutos al día frente a un televisor que muestra principalmente basura. Mediocre es un país que en toda la democracia no ha dado un presidente que hablara inglés o tuviera mínimos conocimientos sobre política internacional. Mediocre es el único país del mundo que, en su sectarismo rancio, ha conseguido dividir incluso a las asociaciones de víctimas del terrorismo. Mediocre es un país que ha reformado su sistema educativo trece veces en tres décadas hasta situar a sus estudiantes a la cola del mundo desarrollado. Mediocre es un país que no tiene una sola universidad entre las 150 mejores del mundo y fuerza a sus mejores investigadores a exiliarse para sobrevivir.
Mediocre es un país con una cuarta parte de su población en paro que sin embargo encuentra más motivos para indignarse cuando los guiñoles de un país vecino bromean sobre sus deportistas. Es mediocre un país donde la brillantez del otro provoca recelo, la creatividad es marginada -cuando no robada impunemente- y la independencia sancionada. Un país que ha hecho de la mediocridad la gran aspiración nacional, perseguida sin complejos por esos miles de jóvenes que buscan ocupar la próxima plaza en el concurso Gran Hermano, por políticos que se insultan sin aportar una idea, por jefes que se rodean de mediocres para disimular su propia mediocridad y por estudiantes que ridiculizan al compañero que se esfuerza.
Mediocre es un país que ha permitido fomentado celebrado el triunfo de los mediocres, arrinconando la excelencia hasta dejarle dos opciones: marcharse o dejarse engullir por la imparable marea gris de la mediocridad.

'El uribismo ( Y EL CONGRESO )no puede cerrarle las puertas al diálogo'

ELTIEMPO.COM,  por:   | ,  25 de enero de 2015

Néstor Humberto Martínez se posesionó como Ministro de la Presidencia en septiembre.


Néstor Martínez, ministro de la Presidencia, ve comicios regionales como un 'plebiscito por la paz'. 

Néstor Humberto Martínez, ministro de la Presidencia, reveló que el gobierno del presidente Juan Manuel Santos ha hecho todos los esfuerzos para establecer diálogos con la oposición uribista, pero que esta se ha negado sistemáticamente.
¿Qué expectativa tiene el Gobierno por las elecciones regionales de octubre?
La paz se siembra en las regiones, la reconciliación nace en lo local y, por eso, la paz necesariamente será transversal a todo el proceso electoral del 2015. Eso explica que los partidos de la Unidad Nacional hayan expresado su decisión de actuar como coalición en la defensa y promoción de las políticas del Gobierno en este proceso.
¿La paz será el tema principal, como ya pasó en las presidenciales?
Definitivamente la paz va a ser un elemento central en el debate de octubre. Es que la paz se construye en las regiones y consolida la democracia local.
¿Servirán para legitimar la búsqueda del fin del conflicto armado?
Percibo este proceso electoral como un plebiscito regional por la paz.
¿Qué tan consolidada está la Unidad Nacional?
La coalición de Unidad Nacional acompaña monolíticamente la tarea de Gobierno. Se advirtió en la exitosa legislatura del año pasado. Se trata de una coalición protagónica que ha decidido, inclusive, crear una vocería colectiva de gestores de paz a lo largo de todo el país, para hacer pedagogía por la paz.
¿En esta Unidad cabe el Partido Conservador?
Las bancadas del Senado y de la Cámara le han expresado al Gobierno su interés de comprometerse formalmente con las políticas de la coalición. De hecho, así han actuado en esta legislatura. Esta misma semana nos reuniremos con la bancada conservadora a instancias del presidente del Senado, doctor José David Name, sin perjuicio de iniciar un diálogo con la institucionalidad del Partido Conservador, para lo cual vamos a adelantar algunas reuniones.
¿Ve a los conservadores haciendo parte de la Unidad Nacional a corto plazo?
Veo una gran identidad de toda la bancada conservadora con las políticas de Gobierno, con el proceso de paz y con las políticas sociales y económicas. Cuando hay identidad de políticas es muy fácil crear una membresía política en la defensa de las mismas.
¿Se pudo acercar, finalmente, a sectores de oposición como el uribista Centro Democrático?
El Presidente nos asignó este mandato y lo hemos cumplido desde el primer día. Hemos adelantado acercamientos con la dirigencia del Centro Democrático, porque el presidente Santos le concede un gran valor al diálogo político con la oposición. Pero debo reconocer algún grado de frustración en este frente. Esperábamos que fuera mucho más fructífera nuestra labor. Hemos tenido varias reuniones con el director de ese partido, Óscar Iván Zuluaga, y no vamos a desfallecer en el empeño de construir un diálogo político con el Centro Democrático. El país lo necesita.
¿Por qué no ha sido fructífera?
El propio presidente de la República ha invitado a este diálogo desde hace varios meses y aún no tenemos respuesta. Necesitamos una mejor actitud, democrática y generosa con la patria, para construir escenarios de entendimiento sobre lo fundamental en beneficio de todo el país, lo que no significa un esfuerzo para intentar cooptar a la oposición.
¿Está reiterando el llamado a dialogar para el senador Álvaro Uribe?
Siempre les hemos dicho a los líderes del Centro Democrático que la dialéctica es la esencia de la democracia. No pueden cerrar obstinadamente las puertas del diálogo.
Ministro, ¿se ha reunido directamente con Uribe?
He conversado con él. Inclusive en presencia de algunos de sus senadores. Es más, muchos sectores de la sociedad se han acercado al senador Uribe en procura de construir puentes con el Gobierno.
¿Habrá diálogo entre Santos y Uribe?
Soñar no cuesta nada.
¿Qué opina de que el uribismo acuse al Estado de ‘criminalizar’ a la oposición por los llamados judiciales a varios de sus militantes?
Es inaceptable. Colombia es un Estado de Derecho y esa afirmación revela manifiesta ignorancia jurídica o un perverso objetivo de politizar la defensa judicial. Ni el Gobierno ni la Fiscalía toman decisiones en materia penal, eso lo hacen independientemente los jueces.
¿Qué se busca con ese tipo de afirmaciones?
Es un delito contra la Nación plantear nacional e internacionalmente que en Colombia la justicia está politizada. Esto se hace con un propósito de deslegitimar la acción de los jueces. Por años hemos sostenido que es dañino para la democracia judicializar la política. Ahora no podemos iniciar el inicuo camino de politizar los procesos judiciales.
¿Es una manera de evadir a la justicia?
Es una estrategia de defensa insensata, porque le hace daño a nuestras instituciones y a nuestra democracia. Por eso Óscar Iván Zuluaga actúa en la dirección correcta cuando manifiesta que concurrirá ante la justicia, porque está mandando un mensaje de que ningún colombiano, y mucho menos los dirigentes políticos, están por encima de la ley.
¿El 2015 será el año de la paz?
En Colombia nos envejecimos haciendo la guerra, y no puede ser que vayamos a envejecer haciendo la paz. Ojalá que así sea.
¿Independiente a La Habana, aquí ya se está construyendo la paz?
Ha dicho el presidente Santos a todo el equipo de Gobierno que tenemos que enfocar nuestras tareas a construir la paz. Y en eso estamos trabajando con políticas sociales incluyentes. La paz ya empezó si se leen los indicadores de empleo, lucha contra la pobreza, asistencia social e inclusión educativa.
¿Sirvió la reestructuración de la Presidencia?
Somos un equipo que era necesario. Ha sido muy productivo para asegurar que las políticas del Presidente se cumplan y su mensaje llegue más fluidamente. Claro que tengo gran nostalgia por lo que hacía antes, pero tengo mucha fe en el futuro del país y de verlo en paz.
¿Por qué se revivió el comando contra la corrupción?
La decisión del presidente Santos es inequívoca. Vamos a combatir sin descanso la corrupción y a priorizar las investigaciones orientándolas hacia los peces grandes para que la política sea eficazmente disuasiva. Llegaremos hasta las últimas consecuencias para que los corruptos se pudran en la cárcel. Pronto se verán más resultados.
¿Cómo acabaron el choque entre Procuraduría, Fiscalía y Contraloría que permitió revivir este bloque?
Muy fácil. A partir de una identidad de propósitos, el choque de trenes es cosa del pasado. Y en la reunión de esta semana quedó advertido que no habrá ningún tipo de fisura en la acción conjunta de los órganos de fiscalización.
¿Qué le va a dejar el presidente Santos al sector judicial?
Se está trabajando en fortalecer la justicia y el servicio al ciudadano. Para aumentar permanentemente la planta del poder judicial, apropiamos 500.000 millones de pesos y tenemos casi 1 billón de pesos adicional para modernizar el sistema como tal. Un legado del Presidente será la puesta en marcha de la oralidad judicial, de suerte que para el 2018 los nuevos procesos sólo se tomen un año en decidirse. Ya lo veremos.
‘Hay confianza de los mercados internacionales’
¿Qué tanto golpeará a la economía la baja en los precios del petróleo?
La situación mundial de los precios del petróleo nos afecta, pero el gran desafío del equipo económico es conservar una tasa de crecimiento que nos conserve el liderazgo que hoy tenemos en América Latina. El Gobierno actúa responsablemente con el gasto realizando inversión productiva. Todo el país está en obra, lo que permitirá seguir jalonando la economía y los niveles de crecimiento que necesita el país para generar empleo.
Hay cierta expectativa por un hueco fiscal que tocaba entrar a tapar con la reforma tributaria, ambos frentes ya están con planes de control o contingencia.
La situación se está manejando de tal manera que los evaluadores internacionales que hacen ejercicios de prospectiva sobre la economía colombiana, como los organismos multilaterales, siguen proyectando un crecimiento de la economía en Colombia en la que se le reconoce liderazgo regional. La ultima colocación de bonos a 30 años que se hizo esta semana a una tasa del 5 % es la validación de los mercados internacionales en la confianza del país.
DANIEL VALERO
Redacción Política